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Tema 7. Didáctica del nivel textual

roooooositamgApuntes18 de Junio de 2016

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Tema 7. Didáctica del nivel textual

7.1. Texto, discurso y enunciado

        La definición de texto no es sencilla. En realidad, una auténtica definición de texto no puede ser sino el resultado de los estudios sobre él, no el punto de partida, sino el de llegada. La lingüística del texto puede considerarse como un importante intento de definir el texto.

El criterio más frecuente para definir al texto es que posee una función comunicativa y social, y que es producto de la actividad verbal. Se indica, asimismo, el carácter del texto como signo lingüístico superior. Se ponen de relieve, además, otras características, como son su carácter de unidad lingüística, su cierre semántico comunicativo, el hecho de estar formado por un conjunto de oraciones enlazadas...

Tratando de resumir, diremos que en la definición de texto, debemos tener en cuenta un conjunto múltiple de factores, entre los cuales aparecen fundamentalmente los siguientes:

  1. Carácter comunicativo: actividad.
  2. Carácter pragmático: intención del hablante, situación.
  3. Carácter estructural: existencia de reglas propias del nivel textual.

Vamos a dar una definición: Texto es la unidad lingüística comunicativa fundamental, producto de la actividad verbal humana, que posee siempre carácter social. Está caracterizado por su cierre semántico y comunicativo, así como por su coherencia profunda y superficial, debida también a su estructuración mediante dos conjuntos de reglas: las propias del nivel textual y las del sistema de la lengua.

        Podemos resumir la diferencia entre texto y oración diciendo que el texto es una unidad comunicativa, mientras que la oración es una unidad del sistema de la lengua. Como las oraciones son las unidades fundamentales del sistema, se piensa que todo texto aparece en forma de oraciones superficialmente, ya que para realizarse, tienen que aplicarse esas reglas del sistema.

        

        La pragmática, más que una disciplina, constituye una nueva perspectiva en el análisis de la lengua que extiende su estudio más allá de lo que lo hacía la Gramática. Si esta se detenía en la oración, la Pragmática lingüística se interesa por el acto de habla, al que denomina enunciado, y por el contexto, situación e intención con que se produce, además de por la relación que mantienen los interlocutores. De este modo, el enunciado es la unidad de análisis de la Pragmática. Su extensión es variable, está enmarcado entre dos pausas y delimitado por el cambio de emisor. Cada intervención de un emisor constituye un enunciado y en su producción intervienen tanto factores lingüísticos como extralingüísticos. Puede tener forma de oración, pero no tiene por qué coincidir con ella. Así, por ejemplo, en el intercambio:

  • ¿Fuiste al cine?
  • Sí, ayer,

hay dos enunciados: el primero tiene forma de oración, pero el segundo no lo es y constituye un enunciado que no puede entenderse si no es por el contexto en el que se produce y que abarca también al primero. Los dos originan un texto. Pero un texto puede estar formado por un único enunciado (Adiós; Buenos días; Hasta luego) o por una amplia gama de ellos (por ejemplo, todo el contenido de una carta, de la lista de la compra, de una novela, etc.).

        Los enunciados se producen en un acto concreto que se denominan enunciación. La enunciación es, pues, el hecho mismo que constituye la aparición de un enunciado. Relacionados con los términos anteriores, las acepciones enunciador y enunciatario hacen referencia a la persona que realiza la enunciación y a la que se dirige, respectivamente, esto es, al emisor y receptor del esquema comunicativo de Jakobson. Se trata de dos elementos básicos en el proceso comunicativo.

Como vemos, la noción de “texto” responde a una construcción teórica abstracta que subyace a lo que normalmente se denomina “discurso”, que sería la realización de un texto. un texto es un enunciado acabado, concluido, un producto; discurso, en cambio, lo aplican al enunciado que se realiza y aún no está concluido. Pero en realidad este término hay que aplicarlo a la producción de un texto en un contexto determinado en el que intervienen numerosos aspectos extralingüísticos.

        Un texto es, pues, una unidad de comunicación concluida y autónoma, de extensión variable y puede estar construido en uno o más códigos. Son textos un saludo, una tarjeta postal, una conversación telefónica, una película, un poema, un cuadro de pintura, una canción, etc. Es el resultado de un proceso comunicativo en el que intervienen elementos estrictamente lingüísticos y otros que proceden del contexto de producción.

        La información que un texto transmite se divide en párrafos, según los aspectos del tema general. Cada uno de estos aspectos constituye una macroestructura y habrá tantas como subtópicos contenga el tema. Además, según el tipo de información que se transmita y a quien se dirija, se tratará de un tipo de texto determinado, con sus peculiaridades propias; es lo que se denomina superestructura. Relacionado con estos dos conceptos está el de microestructura que equivale a una oración.

LA DIVERSIDAD TEXTUAL

        Las producciones orales y escritas carecen de homogeneidad y responden a situaciones diferentes. La variedad de unas y otras provocó que, dentro de la Lingüística del Texto, se planteara la necesidad de realizar una tipología que abarcara todos los textos posibles. No obstante, la falta de unanimidad acerca de los criterios que deben seguirse no ha permitido aún su establecimiento y aceptación unánime, sino que se han realizado múltiples clasificaciones siguiendo puntos de vista diferentes. Esto no ocurre en Literatura donde la clasificación en géneros, bien en los tradicionales épica, lírica o drama, o en otros más recientes y complejos, es admitida por todos. Pero el concepto histórico-literario de género debe distinguirse del concepto lingüístico de tipo de texto, que los abarca a todos, literarios o no, orales o escritos.

        De las tipologías realizadas destacan cinco tipos: (1) descripción, (2) narración, (3) exposición, (4) argumentación y (5) instrucción.

        

1) Narrativo: se actualiza en el reportaje de hechos diversos, la novela, el cuento, el relato histórico, la parábola, espots publicitarios, relato político, cine, cómic, relato oral, etc. El más conocido es el relato, caracterizado por su dimensión cronológica que asegura la sucesión de los acontecimientos.

2) Descriptivo: ligado a una concepción espacial. Los más conocidos son las descripciones de personas, animales, objetos y acontecimientos. Abarca también los inventarios, horarios, guías turísticas y diccionarios.

3) Explicativo: comprende el discurso didáctico y el discurso político. Posee unas marcas conectivas específicas (porque, pues, etc.)

4) Argumentativo: responde a un esquema preestablecido. Parte de una premisa que origina unos argumentos para llegar a una conclusión.

5)  Instructivo: induce al receptor a la realización de una acción. Queda perfectamente ejemplificado en las recetas de cocina, consignas e instrucciones de montaje, etc. Las acciones se ordenan cronológicamente (hecho que lo acerca al relato).

A estos cinco tipos clásicos, Adam añade:

6) Predictivo: texto que contiene algo que debe producirse o se va a producir. Son de este tipo las profecías, los boletines meteorológicos o los horóscopos.

7) Conversacional: descrito en numerosos trabajos, aunque Van Dijk no lo reconoce como tipo de texto. Supone la alternancia entre dos interlocutores y su registro usual es el código oral. No obstante tiene también manifestaciones escritas, entre ellas, la entrevista y los diálogos.

8) Retórico: generalmente excluido de las tipologías. Engloba el poema, la prosa poética, la canción, la plegaria, el eslogan, el proverbio, la máxima o los grafiti. Todas estas manifestaciones ponen en correlación el plano de la expresión y el del contenido.

        Con posterioridad, Adam simplificó la clasificación y eliminó los tres últimos tipos, con lo que redujo a cinco el número de textos. En adelante utilizará el término secuencia textual en vez de tipo de texto debido a que considera que los textos no necesariamente pertenecen a un único tipo, sino que están formados por determinadas secuencias que pueden caracterizarse como narrativa, descriptiva, dialogada, etc., que se encadenan entre sí. Se trata, en la mayoría de los casos, de textos mixtos en los que siempre habrá una secuencia que predomine sobre las demás y dé nombre al texto.

7.2. Características y propiedades del texto: coherencia, cohesión, adecuación y corrección.

        Van Dijk señaló tres planos en el texto, correspondientes a tres modos de organización: el pragmático, el del contenido y el de la forma, con los que se conectan las propiedades básicas: coherencia, cohesión, adecuación y corrección que, si bien se enuncian con más frecuencia en relación con el texto escrito, debemos hacerlas extensivas al texto oral.

  1. Coherencia

Según Van Dijk, “es una propiedad semántica de los discursos, basada en la interpretación de otras frases”. Se manifiesta en un nivel más profundo mediante la continuidad de sentido que caracteriza al texto. Consiste en seleccionar y organizar la información que conviene al significado del texto, de modo que el receptor perciba el mensaje de forma clara. La coherencia establece cuál es la información relevante que ha de comunicarse y cómo ha de hacerse (en qué orden, con qué detalles, con qué estructura, etc.).

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