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Teoría de las Relaciones Internacionales Llenderrozas

MatiEscaletaApuntes4 de Octubre de 2018

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Teoría de las Relaciones Internacionales

Unidad 1

Llenderrozas

Las RI se institucionalizan desde el fin de la PGM y el período de entreguerras, adquiriendo el status de disciplina académica. Las tres grandes tradiciones de pensamiento son la hobbesiana o realista, la kantiana o liberal y la grociana o universalista. La primera describe a las RI bajo un estado de guerra de todos contra todos, un campo de lucha de los estados entre sí. La política internacional se caracteriza por los conflictos de intereses entre los estados. El interés es definido en términos de poder. El Estado es libre de perseguir sus objetivos sin restricciones morales o legales de ningún tipo. La kantiana es opuesta a la anterior y sostiene que la naturaleza esencial de la política internacional reside en los lazos transnacionales entre sociedades. La política internacional no es un juego de suma cero, sino de cooperación. Los intereses de los países son idénticos; los conflictos se ocasionan por mala representación de los gobernantes. Además, existen impedimentos morales que limitan la actuación externa de los estados. La internacionalista describe a la política internacional como una sociedad de estados o internacional. Las actividades que mejor representan a este modelo son las relaciones económicas y sociales entre los Estados y el comercio.

El primer debate se desencadenó en el período de entreguerras y se dio entre realismo e idealismo. El lugar que tenía el liberalismo en el período de entreguerras lo pasó a ocupar el realismo luego de la SGM. El segundo gran debate fue metodológico, entre cientificistas y tradicionalistas durante los '50 y '60. Enfrentó cuestiones metodológicas y epistemológicas. El tercer debate se desarrolló entre los '70 y '80 y se dio entre el estadocentrismo y el globalismo. Este fue un debate real, a diferencia del primero, en un contexto marcado por los cambios económicos y la relevancia de nuevos actores, como empresas transnacionales, ONGs, OGs. El cuarto debate enfrentó al neorrealismo con el neoliberalismo durante los '80 y principios de los '90.

El idealismo tiene una concepción positiva de la naturaleza humana. Sostiene la existencia de intereses complementarios no antagónicos entre los estados. La guerra es un fenómeno evitable y existe porque los gobiernos no han seguido la voluntad de los pueblos. Esto significa que un sistema basado en gobiernos representativos crearía un mundo pacífico.

El realismo ha sido la corriente más influyente durante el S. XX y critica duramente al idealismo o utopismo. Tiene una concepción antropológica pesimista, pues sostiene que la naturaleza humana está en permanente conflicto por la búsqueda de poder. Es irracional, egoísta y tiende a la violencia. No hay armonía de intereses entre los estados, de hecho, tienen objetivos nacionales en conflicto que pueden llevar a la guerra. Las RI son entendidas como lucha, competencia y política de poder. Esta escuela considera difícil lograr la paz a través del derecho, las instituciones y organizaciones internacionales. En un orden mundial que consideran anárquico, es necesario utilizar otros mecanismos, como el equilibrio de poder. La rama clásica (Morgenthau) considera a la política internacional como una política de poder universal. Puede sintetizarse en seis principios:

  1. La política se rige por leyes objetivas basadas en la naturaleza humana
  2. El interés es definido en términos de poder
  3. El interés como poder es una categoría objetiva y universal
  4. Los principios morales universales no pueden aplicarse a la acción de los estados; ellos están gobernados por una moral distinta
  5. Las aspiraciones morales de una nación no son las mismas que las leyes que gobiernan el universo
  6. La esfera política es autónoma de las demás

Hay distintos tipos de lucha por el poder: políticas de statu quo, de expansión imperialista y de prestigio. La primera tiene como fin preservar la distribución de poder existente. Puede pretender mantener el equilibrio o impedir un cambio que amenace la distribución de poder existente. En cambio, el imperialismo busca cambiar las relaciones de poder existentes y modificar el equilibrio de poder. La política de prestigio tiene como objetivo impresionar a otras naciones con el poder que la propia nación tiene o con el poder que quiere hacer creer que tiene. Para ello utiliza la diplomacia y el despliegue de fuerza.

El neorrealismo mantiene los supuestos centrales del realismo clásico, es decir, los estados como unidades racionales y autónomas son los actores centrales de la política internacional, el poder es la categoría analítica principal de la teoría y la anarquía es la característica definitoria del sistema internacional. Se diferencia en que basa su explicación en las características estructurales del sistema internacional. De esta manera, como el sistema en anárquico, se vuelve necesario que las unidades busquen medios para asegurar su supervivencia y garantizar su seguridad.

La interdependencia compleja tiene tres características principales. La primera es la existencia de canales múltiples que conectan a las sociedades, lazos formales e informales. Además de los estados, hay otros actores que participan en la política mundial, como grandes corporaciones multinacionales, ONGs, organizaciones internacionales, etc. la segunda característica en la ausencia de jerarquía entre temas, es decir, la seguridad militar no domina la agenda como sostiene el realismo. La tercera es el menor papel de la fuerza militar porque ya no se utiliza tanto para resolver conflictos.

Unidad 2: Realismo

Morgenthau

La política internacional implica una lucha por el poder. No importa cuáles sean los fines últimos, el poder siempre será el objetivo inmediato. La fuerza armada como amenaza real o potencial es el más importante factor material que contribuye a conformar el poder político de una nación. La lucha por el poder es universal en tiempo y espacio. El poder es la capacidad de los actores de conseguir lo que se quiere, la habilidad para influir en acciones, grupos, etc.

El realismo estudia a los actores poderosos, los ganadores, porque son los que pueden tomar las decisiones. Se basa en seis principios básicos: política basada en la naturaleza humana (los estados quieren destruirse entre sí), el interés se define en términos de poder (la política es una esfera autónoma, el poder no debe contaminarse con la moral o la ética y las posturas ideológicas o religiosas del estadista no deben influir en sus medidas de política exterior), el poder está vinculado a la violencia física, el realismo conoce los principios morales pero sostiene que deben separase de la política (aunque el político debe tener prudencia y analizar las consecuencias de sus acciones), todos los países cubren sus actos con preceptos morales universales y los teóricos realistas analizan cómo afecta una acción en la política. Jerarquiza entre alta política, relativa a la seguridad, y baja política (cultura, ciencia, economía, etc.). Las organizaciones internacionales y el derecho internacional tienen un rol secundario.

Una acción política procura mantener poder, aumentar poder o demostrar poder. Así, una nación que instrumenta una política exterior tendiente a conservar el poder y evitar el cambio de la distribución de poder en su favor desarrolla una política de statu quo. Cumple una función análoga a la de la política conservadora en el campo interno. Se manifiesta con tratados de paz y suelen ser los organismos internacionales los que se ocupan de ello. Un quiebre histórico del statu quo fue la caída del muro y de la URSS. Por su parte, una nación con una política exterior orientada a la adquisición de un mayor poder mediante un cambio en la estructura de poder existente lleva a cabo una política imperialista. Cabe aclarar que no toda política exterior orientada a incrementar el poderío de una nación tiene que ser una manifestación del imperialismo. El imperialismo busca la ruptura del statu quo y la modificación de las relaciones de poder entre una o varias naciones. Toda política que solo procure ajustes, manteniendo intacta la esencia de estas relaciones de poder, continúa operando dentro de las políticas de statu quo. Además, no toda política que procure el mantenimiento de un imperio ya existente es imperialismo. Existen algunos incentivos para esta política. Uno de ellos son las guerras victoriosas. Cuando se produce una guerra entre dos naciones es probable que la nación triunfadora prosiga una política que procure un cambio permanente en las relaciones de poder con su enemigo derrotado. Otro incentivo son las guerras perdidas. Este estado de subordinación puede engendrar en el vencido el deseo de cambiar de papeles con el vencedor, modificar el statu quo creado por la victoria y cambiar la posición en la jerarquía de poder. El vencido deseará recuperar lo que perdió y de ser posible más aún. Tal fue el caso de Alemania luego del Tratado de Versalles. Un tercer incentivo son los estados débiles o con espacios políticamente vacíos que tientan a un estado más poderoso. Tal es el caso de Siria hoy en día. De esta situación nace el imperialismo colonial. El imperialismo también tiene metas. El objetivo del imperialismo puede ser el dominio de todo el mundo, es decir, un imperio mundial. Así lo desearon Roma, Napoleón y Hitler. Puede ser también un imperio continental (Luis XIV, Napoleón II) o local (Luis XV, Catalina II). También se habla de los tres métodos del imperialismo. El militar procura la conquista militar y es la modalidad más obvia, antigua y cruda. Igualmente necesita de otro método para poder perpetuarse en el tiempo. El imperialismo económico busca la explotación económica de otras naciones. No es tan directo y tan eficaz como el militar. Solo aparece durante los tiempos modernos y es coetáneo al mercantilismo y el capitalismo. El cultural busca reemplazar una cultura por otra. Es el más sutil y el más exitoso. Pretende el control de las mentes de los hombres como herramienta para la modificación de las relaciones de poder entre dos naciones. Ablanda al enemigo y prepara el terreno para la conquista militar o la penetración económica. La nación cuya política exterior tiende a mostrar el poder que tiene desarrolla una política de prestigio. Mediante ella, las políticas de statu quo e imperialista tratan de llevar a cabo sus fines. Su finalidad consiste en impresionar a otros países con el poder que la propia nación posee o quiere hacer creer que posee. Sus instrumentos son el ceremonial diplomático y el despliegue de la fuerza militar. Ejs.: bombas atómicas, Brasil y la organización del Mundial y los JJOO, Corea del Norte con sus desfiles militares y las pruebas de misiles. Una de las expectativas consiste en que el prestigio de una nación sea lo suficientemente importante como para disuadir a las otras de embarcarse en una guerra. Sus objetivos suelen ser el prestigio mismo y el apoyo a una política de statu quo o imperialista.

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