Violencia de genero social

VIOLENCIA DE GÉNERO SOCIAL

Desde los inicios el ser humano se ha visto en constantes cambios, en constante lucha a la hora de integrarse dentro de un grupo para así formar parte de una sociedad.

La estructura matriarcal, fue un primer tipo de sociedad en laque hemos vividos, la mujer era divina, de allí que la primera divinidad sea la “madre tierra”, era la dadora de vida, poseía ese don inexplicable.

Pero como todo sistema, el matriarcado fue resquebrajándose hasta romperse del todo dando paso a una nueva concepción dentro del grupo social.

Los textos más antiguos conocidos de la literatura griega, la Ilíada y la Odisea, de Homero, y Teogonía y Trabajos y días, de Hesíodo, nos demuestran que, a inicios del primer milenio, el patriarcado era ya el orden simbólico establecido que reemplazaría a su antagónico, el matriarcado.

Y como sistema el patriarcado sustentó, y sustenta, distintos tipos de violencia (simbólica, psicológica invisible, sexual, y física o material) utilizados al servicio de la dominación masculina, cuya función es conseguir, por medio del menosprecio, que las mujeres pierdan su autoestima y acepten la inferioridad de su sexo como un hecho natural, ligado a la biología femenina, con el objetivo de hacerlas sumisas y obedientes al orden hegemónico masculino.

La violencia simbólica impregna el proceso de socialización de las mujeres y los hombres, en el curso del cual ambos sexos se forman y educan según los modelos de género establecidos por el sistema.

Las numerosas imágenes de persecuciones de mujeres griegas transmiten la idea de que el sexo femenino es un cuerpo que puede ser agredido y violentado por los hombres, y discursos como Contra Neera, del orador ateniense Demóstenes, ilustran que la discriminación femenina no estaba determinada sólo por el género, sino también por otras categorías como la edad, el estatus jurídico, la etnia y la clase social, cosa que no ha cambiado a lo largo de los siglos.

Tanto en Grecia como en Roma, los escritores y artistas aprovecharon las posibilidades pedagógicas y educativas, que permitían los géneros literarios y artísticos, para adoctrinar a las mujeres y a los hombres, especialmente a través de historias míticas cargadas de simbolismo.

La mitología, creada por los hombres para establecer, sustentar y mantener durante siglos el sistema patriarcal, es la que explica que la aparición del mal esté vinculada a Pandora, la primera mujer, o que el deseo femenino esté relacionado con el incesto, como lo reflejan las narraciones de Biblis y Mirra.

Las transgresoras, seductoras y perversas – Medea, Clitemnestra, Helena o Circe–, castigadas por cuestionar el orden establecido, son castigadas, representan la antítesis del modelo de esposa casta y sumisa –Andrómaca, Alcestis, Fedra o Deyanira-, modelo necesario para el buen funcionamiento de la polis patriarcal.

La violencia sexual contra las mujeres está presente en episodios míticos de persecución, rapto y violación, como los mitos griegos de los orígenes de Perseo y de Ion, o la leyenda latina de las Sabinas, en los que es ejemplar la reducción «naturalizada» de las mujeres a cuerpos reproductores o a cuerpos destinados al placer masculino, “las agresiones sexuales efectuadas por los dioses y los héroes” se enmascaran porque se las considera un “honor” que los protagonistas del imaginario grecorromano otorgan “al sexo femenino”.

La violencia de género es producto de patriarcado, al referirnos a violencia pensamos automáticamente en violencia física cuando el concepto es mucho más complejo, va mucho más allá de ello y viene de siglos y siglos de concebir la sociedad y a sus integrantes de cierta manera.

El sistema patriarcal va a tardar quizás siglos hasta caer o ser reemplazado por otro sistema, pero por el

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