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Violencia en el fútbol Latinoamericano (caso la pesada)

Ericka ThompsonEnsayo1 de Abril de 2016

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FACULTAD DE HUMANIDADES Y COMUNICACIÓN

Carrera: COMUNICACIÓN ESTRATEGICA Y CORPORATIVA

VIOLENCIA EN EL FUTBOL  SUDAMERICANO

ERICKA THOMPSON

Santa Cruz de la Sierra-Bolivia

16/09/2014

Se realizó el siguiente ensayo acerca de las emociones y comportamientos deliberados y en especial de la agresividad que es adoptada por algunos seres humanos que tienen una fuerte identificación con el fútbol, al cual se los conoce como “Barras Bravas”. Se identificó al origen de estos grupos quienes se denominaron Hooligans y tuvieron su nacimiento en Inglaterra.  Se analizan aspectos socioculturales, la coyuntura política y la identidad cultural como posibles detonantes de la violencia en el deporte.

Problemática del tema

La problemática del siguiente ensayo es comprender la razón por la cual los barras bravas actúan de manera violenta cuando asisten a un partido.

Objetivo General

El objetivo de este ensayo es determinar las razones por las cuales muchos aficionados de futbol adquieren una fuerte carga de identidad por este deporte y que por lo general  manifiestan  episodios violentos en este deporte.

Objetivos específicos

  • Establecer las relaciones entre los barras bravas y la política
  • Entender la situación económica de estos individuos
  • Indagar las razones por las cuales los barras adquieren una carga de identificación con el fútbol y que los conlleva a la violencia.
  • Analizar los elementos de territorialidad e identidad en los barras bravas

Violencia en el fútbol Sudamericano

Ericka Thompson

El contenido del presente trabajo es el resultado de una investigación realizada con el fin de detectar los factores que provocan la agresión en las personas antes, durante y después de ver los partidos de fútbol profesional. Según Cagigal (1990, pg. 19.) citado de  (Lauro, 2010),  señala que la “agresividad es un concepto muy rico que puede recibir varias acepciones, derivado del latín aggredi (ir hacia, acercarse, penetrar), puede referirse a un impulso básico del hombre para intentar obtener, acometer, investigar”. El fenómeno de la violencia para N. Elias y E. Dunning, (1992) citado de (García Ucha y Giscafré) es que “es mejor comprendido desde que se observa no solo como resultado de la frustración social sino también como una manifestación entre otras, de la búsqueda de excitación en una sociedad nada excitante”.

Entonces se puede definir como agresión a una acción o reacción que implica provocación y ataque, muchas personas adoptan esta tendencia, en este caso particular nos enfocaremos específicamente en los aficionados que adoptan una fuerte carga de identificación regida por el fútbol y que generalmente se destacan por su agresividad. El fútbol consta con dos equipos de 11 jugadores que tratan de meter un balón en la portería contraria. Este deporte mueve de una manera colosal a las masas, esto se debe a la cantidad de fanáticos que hay en los diferentes equipos profesionales de distintas naciones. Está claro que éstos representan un porcentaje alto entre los aficionados de Sudamérica y la carga de identificación  vinculada con el fútbol son moldeadas a partir del día a día, es de aquí donde nacen los temidos “barras bravas” que son altamente asociados a este problema, pero ¿Por qué las personas se vuelven agresivas al ver un partido de futbol? para poder entender esta agresividad analizaremos factores como la situación económica y social de un país, la identidad cultural y la coyuntura política.

Lamentablemente la violencia en este deporte no es algo nuevo, se registraron en 2013 alrededor de 278 muertos desde 1922 solamente en Argentina según informa infobae (21 de Julio 2013). Esto es un hecho tan habitual que muchas personas lo toman con indiferencia. De esta manera revisaremos y reflexionaremos sobre los posibles detonantes de la violencia en el fútbol sudamericano.

El término “barras bravas” se utiliza generalmente para aquellos grupos o individuos de Sudamérica que son organizados dentro de una hinchada de un club. Al estudiar esta agrupación social muchos estudios están de acuerdo en que estos grupos están consolidados por adolescentes que pertenecen a la clase baja de una población, trabajan en alguna ocupación que no tiene una gran calificación o son desempleados. Al sentirse inferiores en este sentido, el fútbol para ellos se convierte en una posesión y tienen algo que defender entonces actúan de manera agresiva porque tratan de obtener una identidad dentro de una sociedad donde son mal vistos. El placer por la agresión y la violencia cuando presencian un partido de fútbol puede convertirse en adicción por la misma adrenalina.

Las barras juveniles son el reflejo y el resultado de una sociedad que es indiferente ante esta situación y éstos para reducir su frustración se aferran al fútbol como símbolo de identidad. Así como las barras y muchas culturas urbanas, estas comparten la ausencia de metas y el esfuerzo por destacarse ante la sociedad. Es por ello que las barras utilizan la violencia como canal de refugio de una manera espontánea que genera mucho conflicto. La identidad es un sueño de una absurdidad patética. Se sueña con ser uno mismo cuando no se tiene nada mejor que hacer. Se sueña con ello cuando se ha perdido la singularidad (y la cultura es precisamente la forma extrema de singularidad de una sociedad)” (Baudrillard, 1997) citado de Figueres (2013).

Como habíamos mencionado anteriormente las barras bravas son grupos de jóvenes, en su mayoría hombres, que no sobrepasan los 30 años de edad. Sus integrantes generalmente son de la clase obrera y tiene como objetivo “hacer el aguante” a su equipo de fútbol. Éstos tienen su origen en Inglaterra en 1966 y en los años 80 este movimiento se expandió por Sudamérica. Es en Europa donde nacen los primeros grupos de aficionados violentos conocidos como “Hooligans” los cuales se han propagado por todo el mundo pero con características diferentes debido a que el entorno socio-cultural varía de un país al otro.

Para los barras bravas el fútbol no solo es un juego es “un campo donde los miembros de la barra tienen en común intereses fundamentales ligados a la existencia misma del campo, como son el sentido de pertenencia al equipo, a la ciudad, una territorialidad definida, y unas formas específicas y casi litúrgicas de manifestar o comunicar su relación con otras barras, con el equipo, la prensa, la policía y con la ciudad en general” (Clavijo, 2003). Ahora bien, cuando nos referimos a la territorialidad de los barras bravas, hablamos del sentido de propiedad o dominio de éstos sobre algo o un espacio. Cuando esta territorialidad es formada estos individuos crean “mecanismos de defensa” contra la sociedad, aquí es donde entra la violencia ya que por lo general defienden su territorio con amenazas y actos agresivos.

 Podemos dividir la territorialidad en tres categorías, el espacio físico, simbólico y social. Cuando nos referimos al espacio físico hablamos del dominio sobre un determinado espacio social. Para los barras bravas este espacio vendría a ser el estadio de fútbol, específicamente el área lateral sur o norte, esto hace mención al sector marcado que tienen los barras bravas dentro del estadio donde se manifiestan generalmente. El espacio simbólico son los objetos que estos individuos crean para sentirse identificados con su equipo de fútbol. Un ejemplo de ello son las banderas, pancartas, cantos y camisetas que utilizan al momento de presenciar este deporte.

La última categoría es el espacio social que tiene que ver con el reconocimiento que le da la sociedad a estas agrupaciones por su espacio físico y simbólico. Esta última categoría es de gran importancia ya que en el terreno del campo deportivo estas barras actúan de manera violenta con la sociedad ya que esto las caracteriza y marcan su territorio como grupo social. Mientras los medios, la policía y cualquier persona en general tengan esta imagen agresiva de un barra brava, les asignan un poder social y respeto basados en el temor.  

La identidad tiene una relación de segundo plano con la territorialidad. “La identidad se relaciona con el modo como los sujetos y los grupos se definen a sí mismos al “identificarse” con determinados atributos (Figallo P, Muñoz P, Salhe P, 2003) citado de Zutta (2014). En el campo deportivo para los barras bravas la identidad es de gran importancia ya que a través de ella manifiestan un sentimiento de pertenencia. Por ejemplo en los dos campeonatos de Argentina, los territorios de las barras en este país utilizan plenamente las 3 categorías mencionadas anteriormente adquiriendo territorialidad y en este caso identidad, así se los conoce como “Los Borrachos del Tablón”, “La 12”, “Los Diablos Rojos”, entre otros. Esta pertenencia tiene una manera propia de ver el mundo además de tener diferentes estilos de vida y relaciones sociales. El fútbol para estos grupos es una posesión y dentro de él es donde adquieren esta identificación que se relaciona con la violencia ya que a través de esta conducta generan temor y poder social para poder defender su propia identidad.  

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