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Ignacio Rodríguez, es el gerente general de R y G


Enviado por   •  29 de Julio de 2012  •  2.990 Palabras (12 Páginas)  •  751 Visitas

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Capítulo 1

Ignacio Rodríguez, es el gerente general de R y G, bebía mucho alcohol, fumaba mucho y era un hombre con muchos problemas en el trabajo. Un día Ignacio se enfureció y esto le ocasionó un preinfarto que lo condujo a la clínica. Al cabo de unos días Ignacio se recuperó, pero el médico le recomendó que se relaje! Que medite! Al cabo de un mes Ignacio se sentía muy bien pero ese día recibió la noticia que habían perdido una cuenta importante y empezó a gritar e insultarlo a su jefe de ventas. Inmediatamente se dirigió a la casa del gurú hindú. El gurú le preguntó varias veces a Ignacio porque había ido a buscarlo y éste dio varias veces la respuesta que quería aprender a relajarse. Pero el maestro le preguntó si era feliz, pues esta pregunta lo enfureció a Ignacio respondiendo que él era un empresario exitoso y enumeró sus posesiones a lo que el maestro le respondió que él solo quería saber si se sentía feliz, esto ocasionó que le saliesen las lágrimas a Ignacio. Ignacio le pidió instrucciones al maestro para ser feliz y éste sacó un cofre, donde guardaba 7 semillas, las semillas de la felicidad. El maestro le entregó la primera semilla para que la siembre y que regrese cuando haya germinado para descifrar la enseñanza.

Capitulo 2

Después de un mes, Ignacio frustrado removió la tierra y sacó la semilla: no había sufrido ninguna variación. A Ignacio le entraron interrogantes, dudas y se puso furioso. El maestro le dijo que le dio una semilla golpeada que jamás crecería para demostrarle que los humanos somos así, que si nos golpean, maltratan, humillan de pequeños jamás creceremos y si crecemos seremos débiles. Pero los seres humanos golpeados de pequeños si pueden crecer y ser felices, pero necesitan conocerse a sí mismos, tomar conciencia de su pasado y de cómo los afecta en el presente. La primera semilla de la felicidad es el autoconocimiento. El maestro le explicó que cuando uno tiene traumas de niño, las emociones de estos episodios afloran a la superficie. Ignacio le contó que ese día en su oficina lo humilló y gritó al jefe de despacho frente a todos por un error que cometió porque así le enseño su padre. Entonces el gurú llegó a la conclusión que para Ignacio era normal la violencia porque había crecido en ella. El maestro le recomendó que tome conciencia poco a poco de sus emociones subconscientes, revisando cómo se manifiestan en su vida actual y que reflexione sobre su comportamiento. A medida que entienda irán bajando su intensidad y su influencia en él. Que esté consciente de sus conductas agresivas, de sus pensamientos y emociones destructivas.

Capitulo 3

Luego de un mes brotó la plantita. Ignacio estaba de buen ánimo pero al recibir la noticia de negación de un préstamo se enfureció. En la tarde Ignacio fue a buscar al maestro y éste le reveló el mensaje de la segunda semilla que es ponerse en contacto con su energía vital, le dijo que la planta es la mimosa púdica y esta se retrae cuando siente ruidos a su alrededor y busca su paz interior, y de la misma manera los seres humanos deberíamos hacer lo mismo. Para esto deberíamos dejar de pensar aunque sea algunos minutos al día para acceder a nuestra energía interior, nuestra energía vital y así podemos sentir paz, felicidad.

El maestro le enseño una técnica de meditación ya que dejar de pensar no es fácil. La técnica era sentarse cómodamente y repetir mentalmente por 15 minutos una palabra, así poco a poco tendría una mejor concentración. Ignacio al practicarlo sintió una sensación de felicidad por poco tiempo, pues esta sensación lo animó a practicar diariamente en la mañana y en la noche. El maestro le enseñó una técnica nueva de respiración. Ignacio tenía que presentar su empresa a un cliente potencial así que esto le preocupó mucho a Ignacio y empezó a gritar pero se concentró en su respiración y pudo calmarse. Se dirigió a la presentación con el técnico para que instale los equipos y así él pudo tener una magnífica presentación que le permitió captar al cliente. Cuando uno está en paz y tranquilo atrae lo bueno. El maestro le hizo entender que el verdadero objetivo de la empresa es ofrecer un entorno que le permita tanto a él como a su personal realizarse, crecer, aprender, desarrollarse. La rentabilidad y el dinero son un medio y no el fin en sí mismo. Le dijo que aproveche cada dificultad , cada crisis para hacerse una mejor persona..

Enseguida el maestro le entregó la tercera semilla para que lo siembre y cuando esta florezca, regresé. Capítulo 4

Después de cuatro meses la semilla había germinado en un rosal. Ignacio había avanzado mucho en la meditación, su carisma había aumentado pues esto transmitía confianza a sus clientes y se constituyó en el mejor vendedor de su empresa. El maestro le dijo que la tercera semilla representada por la rosa es el control del ego. El ego en el afán de ocultar una realidad interna, desarrolla una conducta a espaldas a nuestra conciencia. Si te acercas a personas con ego grande, verás una realidad espinosa , de miedo, de dolor interno. Así como la rosa que quiere ser admirada pero en realidad si te acercas te topas con sus espinas.

El maestro le recalcó que es mejor enseñar con humildad estrategias de venta que decir que uno es mejor que diez vendedores, o hablar de sus logros.

En realidad Ignacio buscaba el amor que no tuvo de niño , quería mostrar y contar sus capacidades a todos, para así sentirse aceptado y solicitado.

Ignacio tenía que aprender a no hablar mal de nadie y juzgar sin inflarse. No tenía que permitir que su ego se infle y no buscar culpables para sacárselos en cara sino para que mejoren. Nosotros venimos para ser felices en el camino hacia la meta. El maestro le dijo que es difícil librarse del ego, pero se podía poner bajo control. Meditando lograrás consumir tú ego y le entregó la cuarta semilla para que lo siembre.

Capítulo 5

Después de mes y medio creció la planta, era una planta de mango

Ignacio no se iba a trabajar ni a dormir sin antes meditar media hora, esto lo hacía sentir muy feliz, y estar en un estado de paz. El quería vencer a su ego.

Un día, Ignacio tuvo una reunión mensual en su empresa con sus ejecutivos para esto él iba a ser el moderador. Los gerentes estaban exponiendo sus metas y logros, cuando le tocó el turno al gerente de ventas y este dijo que tuvieron problemas por la crisis económica del país y también problemas de despacho cuando todos empezaron a culparse y a ofenderse. Ignacio interrumpió y les pidió calma,

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