LA REALIDAD PROYECTADA

Las controversias generadas a partir de la concepción del sujeto proyectado y el habitar, nos anima a conformar una nueva mirada del usuario que habita la arquitectura moderna. Una nueva mirada del usuario moderno, generada a partir de las problematicas. ¿Es posible concebir arquitectura abstrayendose totalmente del usuario y su forma de vida.

A lo largo del siglo XX, se pudo observar como las características de la arquitectura de la época y su desarrollo se imponen sobre la sociedad respondiendo a la misma como usuario.

Se han desarrollado multiplicidad de concepciones e ideales sobre el usuario de la arquitectura moderna, generando visibles contraposiciones entre ellas. Siendo que cada arquitecto tenía sus propios principios y teorías muy marcadas al proyectar, con la intención de plasmar su arquitectura para trascender a lo largo de la historia.

A partir de estas nuevas vanguardias, el usuario pasa de ser observador a protagonista. Este nuevo usuario exigido a cumplir un papel de hombre ideal, comienza a conflictuar y a poner en crisis las cualidades de esta nueva arquitectura.

El Hombre ideal.

Para poner en debate los diferentes conceptos de usuario ideal nos atrevemos a tomar como análisis particular la postura de Ludwig Mies Van der Rohe frente al habitante de la arquitectura moderna y su mirada al momento de proyectar.

La Casa Farnsworth; diseñada a mediados de la década del 40, encomendada para la Doctora Edith Farnsworth como segunda vivienda, con el fin de crear un espacio de recreo para disfrutar de la naturaleza en un ambiente de relajación y privacidad; expresa el puro pensamiento de su creador en pleno desarrollo de la modernidad. Sus espacios, simplificados al mayor detalle prescindiendo completamente de sus límites exteriores, así como los interiores, se despoja de toda privacidad mostrándose permeable a su entorno natural, haciéndose casi invisible y negando íntegramente el concepto de lo "construido". Trata de maximizar la idea de conexión entre el Individuo (usuario), y la Naturaleza(Exterior), utilizando a la Arquitectura como vinculación, únicamente interrumpida como refugio solitario, dos baños y un armario, los cuales son los generadores de dos nuevos espacios interiores.

El arquitecto propone la creación de un sistema arquitectónico totalmente individualista, contraponiéndose a la sistematización de la arquitectura, fiel reflejo de la construcción en serie. Debido a la industrialización, la arquitectura se vio afectada respondiendo a las necesidades sociales de la época sistematizando, masificando producciones de bajo costo, y creando así, el concepto de arquitectura como objeto. Su búsqueda se aleja totalmente de las propuestas generadas por el común de los arquitectos modernos.

Mies se abstrae totalmente de la vivienda y su programa renunciando a la memoria para entender la naturaleza de lo proyectado e intentando concebir una cualidad completa y universal del habitar. Un método de proyecto, donde a partir de la idea de un nuevo sujeto, se construye un único sistema generador de la arquitectura moderna.

El espacio generado a partir de este sistema, se concibe como una obra de arte admirado para aquellos pocos que entienden su existencia.

El arquitecto utiliza su persona como usuario de sus propias obras, renunciando a todo principio social. Se plantea una arquitectura íntegramente permeable, despojándose de las barreras visuales generando la integración del espacio exterior con las vivencias de su interior, transformándose en la representación artificial de la naturaleza. La existencia de algún muro indica únicamente que el usuario desea aislarse de toda práctica social.

A partir de aquí, podemos ahondar en la individualización del sujeto, proyectando la obra aislada de todo usuario concreto y abstrayéndose de todo concepto de familia y hombre.

El protagonista de lo Moderno.

Al momento de la concreción de la obra arquitectónica, el sujeto comienza a cumplir un papel fundamental en el habitar de la misma.

A partir de las vivencias, la idea de usuario comienza a conflictuar frente a las necesidades domésticas reales.

Las cualidades de la arquitectura creada condicionan al usuario y al desarrollo de su habitar. Esto lo obliga a comportarse de manera "correcta", ya que al estar expuesto a todas las miradas no actuará de manera inadecuada. Esta situación pone en duda los conceptos de una arquitectura que se integra y forma parte de la naturaleza misma. La vivienda no está pensada solo para abrirse hacia el mundo, sino que la misma obliga al sujeto a exponerse frente a la sociedad circundante

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