Mateo
Juan Ignacio FernandezDocumentos de Investigación23 de Agosto de 2015
2.651 Palabras (11 Páginas)400 Visitas
El desprestigio del rol docente:
¿Son los docentes los únicos responsables del empobrecimiento del a calidad educativa?
Una mirada sobre los cambios sociales, económicos y políticos que empobrecen la imagen docente en un mundo globalizado
Lucía Girolimini
Espacio curricular: Trabajo de Campo
Profesor/a: Del Regno/ Fernández
Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía E. Broquen de Spangenberg
Lucía Girolimini
Email: giroliminilu@gmail.com
Las primeras escuelas argentinas fueron establecidas hacia el año 1609 durante la gobernación de Hernando Arias de Saavedra., las cuales durante un siglo y medio la fueron manejadas por diferentes órdenes religiosas (El Historiador, 2014).
Hacia fines del siglo XIX, la Argentina recibió un importante número de inmigrantes provenientes del sur Europeo. La gran mayoría eran analfabetos, lo que los capacitaba únicamente para el trabajo manual básico y artesanal (Antilef, 2010). El período que va desde 1860 hasta 1930 se caracterizó por la vigencia del modelo Agroexportador, a través del cual la Argentina se inserta en el mercado mundial como exportador de productos agropecuarios, y como importador de productos industriales.
La falta de identidad nacional y educación llevaron a la conformación de un proyecto educativo oligárquico (1880-1910) que oriento sus acciones educativas para garantizar la nacionalidad y la unidad del amplio territorio argentino. La principal meta era disciplinar y homogeneizar a los sujetos, siendo la escuela la principal institución responsable de inculcar las normas y pautas de comportamiento. Es entonces que durante la presidencia de Sarmiento (1868-1874) se dió un verdadero impulso a la escuela estatal. Él fomentó las llamadas escuelas normales de formación de maestras, de las cuales la de Paraná fue una de las más importantes y trajo al país maestras norteamericanas para aplicar el sistema educativo vigente en los Estado Unidos. Además, mediante la Ley de Subvenciones de 1871 procuró garantizar los fondos para la creación de nuevas escuelas y la compra de materiales y libros. Es así como la figura del maestro adquirió un papel central en la constitución de un nuevo modelo de país (El Historiador, 2014).
Desde mediados del siglo XX, el maestro ha ido perdiendo protagonismo cultural y el prestigio social adquirido en la época de Sarmiento (El Historiador, 2014). Este proceso no sólo se ha desarrollado en la Argentina sino que también se replica en todo el mundo gracias a los vertiginosos cambios sociales, económicos y políticos impulsados por la globalización. Un paradigma de estos cambios es la conformación de la sociedad de los medios masivos de comunicación. Éstos afectan ineludiblemente los juicios sobre la naturaleza de los roles que cada individuo debe desempeñar, y el rol docente no es la excepción. Es entonces que los programas de opinión, los noticieros, los periódicos impresos y/o digitales y las redes sociales contribuyen a la idea de que los docentes son los únicos responsables de las falencias de los sistemas educativos. El propósito del trabajo de campo es desmentir esta mirada unilateral. Por consiguiente la hipótesis de dicha investigación es que las insolvencias de los sistemas educativos no son exclusivamente una consecuencia de la tarea docente, como lo plantean los medios de comunicación, sino que interactúan diversos factores entre ellos cambios sociales, económicos y políticos.
Para justificar esta postura se analizaron textos del especialista Emilio Tenti Fanfani que discuten distintos motivos por los cuales el rol docente se encuentra desprestigiado y se utilizarán cinco artículos periodísticos de los diarios, Página 12, La Nación, Crónica e Infobae, sus respectivas redes sociales y dos encuestas para ilustrar las ideas desarrolladas por el profesor, con la finalidad de refutar la idea de que los docentes son los únicos responsables de la calidad del sistema educativo actual no sólo a nivel local sino también a nivel global.
En la actualidad, uno de los principales factores que afectan al rol docente, y por consiguiente a la calidad educativa, se relaciona con los cambios sociales. En su escrito El Oficio Docente de 2005, Tenti Fanfani describe la enorme aceleración del cambio social actual, la cual modifica de manera vertiginosa todos los aspectos de la vida humana, introduciendo nuevas concepciones económicas, científicas, tecnológicas y nuevos valores sociales. Lo que a su vez trae aparejado problemas emergentes que plantean nuevos retos a los sistemas educativos. Es entonces que los cambios sociales ocurren tan rápidamente que llevan a la sociedad a criticar a los sistemas educativos por no responder a las nuevas demandas sociales, pero como la capacidad de cambio en estos sectores es más lenta, para cuando se comienza a responder a estas demandas, éstas ya han vuelto a cambiar lo que genera un círculo vicioso. Este contexto ha influido fuertemente sobre el rol a desempeñar por el docente en el proceso de enseñanza, sin que muchos de ellos hayan sabido adaptarse para responder a estas nuevas exigencias. A consecuencia de esto, los docentes se sienten desmoralizados, mal preparados y desconcertados, convirtiéndose en los primeros críticos de sus propios sistemas educativos y muchas veces llevándolos a hacer mal su trabajo.
Además de la falta de preparación adecuada a los tiempos que corren, hay un proceso de aumento de exigencias que se hacen al docente, pidiéndole cada vez un mayor número de responsabilidades. Ya no sólo debe conocer sobre su materia sino que además debe ser un facilitador del aprendizaje y un organizador de trabajo de grupo que atiende el equilibrio psicológico y afectivo del alumno, su integración social, su formación sexual, entre otros. A todo esto muchas veces se le debe añadir la atención específica de alumnos especiales que deben ser integrados en el aula. Además de las tareas circunscriptas al aula, la actividad del docente se ha diversificado de tal manera que en muchos casos debe desempeñar labores administrativos, reservar tiempo para programar, evaluar, reciclar, investigar en el aula, asistir a claustros, variadas reuniones de coordinación, vigilar materiales, recreos y comedores. Esta fragmentación de la tarea docente los lleva en muchas ocasiones a hacer mal su trabajo, no por falta de voluntad o conocimiento, sino porque no tienen tiempo para atender la diversas tareas encomendadas. (Tenti Fanfani, 2005). Por lo tanto en la actualidad un docente no puede afirmar que su tarea se reduce simplemente al ámbito cognoscitivo. Para ilustrar esto se ha realizado una encuesta a un pequeño (a definir cantidad) grupo de docentes de escuelas de niveles inicial, primario y secundario públicas de gestión estatal (Escuela N°26 Adolfo Van Gelderen y ENSLV Sofía E. Broquen de Spangenberg) y públicas de gestión privadas (Santa Cruz, Colegio Marista Champagnat y Colegio del Salvador) de la ciudad autónoma de buenos aires. (A REALIZAR)
1) ¿Cuál de las siguientes tareas son requeridas en su lugar de trabajo y no son remuneradas?
- Reunión con padres de alumnos, autoridades y/u otros docentes.
- Corrección de tareas, carpetas y/o exámenes.
- Confección de informes, boletines, etc.
- Integración social de alumnos con capacidades diferentes.
- Alimentación de los alumnos.
- Organización de actos, convivencias, etc.
- Elaboración de clases especiales de educación vial, sexual o prevención antidrogas.
Analizar resultados
Luciana crees valioso que se realice procesos de triangulación de la información recolectada desde las encuestas y los análisis de artículos periodísticos? Juan Ignacio no comprendo la pregunta.
Otro factor que contribuye al desprestigio del rol docente es la valorización negativa por parte del resto de los actores sociales, exacerbada al mismo tiempo por los medios de comunicación masiva. Max Weber, uno de los padres fundadores de las ciencias sociales modernas, define al prestigio y reconocimiento social como uno de los pilares que conforman a una profesión. A partir de esta idea, se puede deducir el porqué de la desmoralización de los docentes. Frente a los cambios descriptos con anterioridad, la sociedad responde retirando su apoyo unánime y abandonando la idea de la educación como promesa de un futuro mejor. En el caso de aquellas naciones en vías de desarrollo, más específicamente en Latinoamérica, la desvalorización relativa del conocimiento además se debe a las condiciones de muchos alumnos que no tienen satisfechas sus necesidades básicas de alimentación, contención afectiva, salud, etc., y obligan a la escuela a limitar sus objetivos educativos (Tenti Fanfani, 2002). En todo el mundo y sin un análisis consciente de las nuevas circunstancias, se considera a los docentes los responsables universales de todos los fallos del sistema de enseñanza. Patrice Ranjard (1984) en Francia y Martin Cole (1985,1989) en Inglaterra indicaron que la valoración negativa del docente como chivo expiatorio es uno de los signos de nuestro tiempo. Hace treinta años los padres apoyaban al sistema de enseñanza por sobre los alumnos, mientras que en la actualidad hay una defensa incondicional del alumno sea cual fuere el conflicto. Desde la perspectiva del sistema educativo inglés Martin Cole cita un ejemplo de la intervención de los medios de comunicación en la magnificación de esta visión que ya se viene produciendo desde 1984. Este tiene como protagonista a la entonces primer ministro, Margaret Thatcher en la televisión británica, inculpando a los profesores y al sistema de enseñanza al considerar que el abandono de los valores tradicionales de la educación británica estaba detrás de los actos vandálicos de los hinchas ingleses en el estadio Heysel de Bruselas[1] (Tenti Fanfani, 2005). Un ejemplo local de cómo se presenta a los docentes como responsables de la baja calidad educativa se encuentra en un artículo del diario La Nación del 12 de abril de 2014 con motivo del paro docente por el reclamo por una mejora salarial. El titular “A Menos Días de Clase, Menor Calidad Educativa” nos indica claramente que el foco no se encuentra en el reclamo justo de un salario digno que en consecuencia mejorará la calidad educativa, sino que se resalta la irresponsabilidad de los docentes frente a los alumnos que pierden días de clase. (Ver apéndice nota completa). En respuesta a esta nota, la comunidad realizó comentarios en la web del diario que reflejan el pensamiento de una porción de la población argentina.
...