Peter Zumthor

Este casi desconocido personaje para muchos dentro de la arquitectura, de sus múltiples reconocimientos es merecedor de tres de los premios más importantes para un arquitecto contemporáneo. El premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea, mejor conocido como el Premio Mies Van Der Rohe lo gana en 1998, el premio Imperiale otorgado por la Japan Art Association se le otorga en el 2008 y posteriormente se hace acreedor del Pritzker en el año 2009. Este prolífico Arquitecto nace el 26 de abril de 1943 en Basilea, Suiza; y ya a temprana edad rechaza un puesto dentro de la empresa familiar dedicada a la elaboración de muebles y ebanistería, por estudiar diseño en su ciudad natal, de 1963 a 1966, para posteriormente en 1967 ampliar sus conocimientos en arquitectura y diseño en el Pratt Institute de Nueva York, de en Estados Unidos. En 1967 fue contratado por el Catón de los Grisones en Suiza en el departamento para la Preservación de los Monumentos como consultor de construcción, planificación y analista de arquitectura de los pueblos históricos, y realiza algunas remodelaciones. En 1979 abre su estudio en Süesswinggel n°20 en Haldenstein, Suiza; y a partir de entonces habrá de dedicarse a hacer un tipo de obra que para algunos críticos del arte y arquitectura va de lo maravilloso a lo sublime, que lo cataloga dentro de los arquitectos poéticos más importantes del presente.

Peter Zumthor en una entrevista realizada el 12 de mayo del 2009 por Heide Wessely para la revista Detail revela su visión y filosofía con respecto a la arquitectura al describirla como “La arquitectura tiene cuerpo, no es algo virtual sino que es concreta y se puede experimentar con los sentidos, eso fue siempre así y siempre hay gente que así supo y sabe transmitirlo como Siza, Lewerentz, Kahn, Corbusier, Alvar Aalto, Döllgast, Rudolf Schwarz o Barragán.”

“Soy un fenomenólogo, parto de la experiencia del mundo, ésta me interesa en el sentido más amplio. Yo vivo ahora. Como todo humano he vivido, visto, oído y leído mucho. Todo esto conforma mi experiencia y a partir de ésta trabajo. Yo trabajo desde la experiencia del mundo e intento elaborar mi propio punto de vista, ser fiel a mi mismo haciendo exactamente lo que me parece bien y gusta. Ahora sé que lo que a mí me gusta les complace también a muchos otros, entonces no soy tan egoísta sino bastante normal.”

Al preguntarle en la misma entrevista sobre su obra que si construye para cualquiera o solo acepta proyectos interesantes el Arquitecto menciona que la obra en sí debe de tener sentido humanista, si la obra sirve realmente a los hombres o a la ciudad, pero si todo acaba deslizándose al mundo del comercio, no le interesa, si tiene la impresión de que su nombre será usado con fines comerciales entonces no se enrola en el proyecto.

Esto habla de la calidad de arquitectura que ejerce el prestigiado maestro, pues su obra ha sido llamada poética no sin poca razón. El realiza, proyecta y construye con un sentido humanista, en el cual afloran los

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