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ANTECEDENTES: LA ILUSTRACIÓN


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2011  •  2.823 Palabras (12 Páginas)  •  754 Visitas

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ANTECEDENTES: LA ILUSTRACIÓN

A mediados del siglo XVIII y tras un rico bagaje sociocultural proporcionado por los descubrimientos y exploraciones de nuevas tierras, los pensadores del viejo continente comienzan a esbozar, bajo el prisma científico, diversas teorías que intentan explicar las, a priori, grandes diferencias culturales que existen entre los diferentes pueblos esparcidos por el globo. La línea básica seguida por estos pioneros es la tan manida idea de progreso, cuyo uso indiscriminado y gratuito ha provocado tantos problemas en nuestro siglo. Para los ilustrados las diferencias culturales estaban marcadas por un mayor grado o no de progreso intelectual y tecnológico que establecían ellos mismos: de la barbarie a la civilización

EVOLUCIONISMO Y DIFUSIONISMO

La evolución cultural o evolucionismo, como corriente de pensamiento, es el primer intento sistemático de explicación científica de estas diferencias culturales. Para los primeros evolucionistas de mediados del XIX las diferentes culturas pasaban por diferentes estadios o etapas de desarrollo, empezando por las mas primitivas y acabando por la moderna civilización europea. Esta sistematización o línea de trabajo fue cimentándose durante toda la primera mitad del siglo gracias a un considerable aumento del conocimiento de nuevas sociedades y pueblos, sobretodo los africanos y pacíficos. Harris señala que el siglo XIX es el siglo de la etnografía, por lo menos por la cantidad de los trabajos y estudios de diferentes culturas que se llevan a cabo en el período 1860-90.

Similar en importancia es la aportación de los conocimientos prehistóricos y de ramas asociadas como la arqueología, decisivos para la tasación definitiva del material cultural de la propia evolución de las sociedades. El clásico sistema de edades ( piedra, bronce y hierro ) fue refrendado a la luz de nuevos descubrimientos arqueológicos además de dar el empujón definitivo a las teorías evolucionistas.

Tres fueron los puntos clave en al teoría evolucionista de la cultura: el uso del método comparativo, los llamados survivals y el difusionismo. El famoso método comparativo, cuyos orígenes se remontan a su primitivo uso en el campo de la biología, consistía en la convicción de que los actuales sistemas sociales tenían un cierto punto de semejanza con anteriores culturas. La lógica lleva a pensar que aquellas tradiciones, instituciones o creencias mas simples serían las predecesoras cronológicamente de aquellas mas complicadas. Como hemos señalado, el éxito de este método entre los naturalistas al comprobar sistemáticamente que los entes biológicos mas sencillos son los predecesores de los mas complicados, anima a los antropólogos a adoptar este sistema. Sin embargo, también el método comparativo adolecía de muchas cosas: la mas grave la elaboración incorrecta de los datos a analizar. Para paliar estos fallos, los evolucionistas empleaban un gran número de muestras: Tylor usó una muestra de entre 300 y 400 sociedades distintas para fundar lo que mas adelante se llamaría método comparativo estadístico. Otra deficiencia, esta en el caso del antropólogo Lubbock, es mas comprensible: la aplicación de un determinismo racial, es decir, del etnocentrismo en las muestras estudiadas.

El segundo punto clave al que hacíamos referencia es el de los survivals. Un survival, según Tylor y parafraseando a Harris, es un fenómeno o conjunto de fenómenos que tuvieron su origen en una época anterior y bajo una serie de condiciones causales y que se perpetúan o "sobreviven" en un período donde esa serie de causas han dejado de existir. Tylor nos habla de una fuerza de hábito que perdura por tradición o costumbre y los clasifica en útiles ( por lo general los biológicos y algunos culturales ) e inútiles ( como algunas costumbres nobiliarias ). Como se aprecia, los survivals encajan perfectamente en las teorías evolucionistas e incluso casan con el método comparativo, motivo por el cual serán objeto de una crítica intensa por parte de los detractores del evolucionismo, como lo serán los funcionalistas británicos.

Para entrar a explicar el difusionismo, hay que hacer un repaso a lo que Steward ha llamado evolucionismo unilineal o versión clásica del evolucionismo, que consiste en creer que las fases de la evolución eran fijas y por lo tanto todas las culturas habían de pasar necesariamente por todas ellas y en el mismo orden. Esta teoría no tiene en cuenta el concepto de contacto o préstamos entre diferentes culturas, es decir de la difusión, ya que llevaría al traste todo el esqueleto teórico evolucionista. Autores como Tylor intentaron combinar de un modo satisfactorio ambos conceptos, el de la invención independiente y el del préstamo o difusión, por medio de unos postulados de unidad psíquica o de condiciones mentales, y otros como Morgan, al que luego analizaremos, apoyaba sin tapujos el uso de la difusión dentro de la línea evolutiva de las diferentes culturas, llegando a lo que él llamaría evolución divergente. Fue en los EE.UU donde el difusionismo cobró gran importancia con el concepto de área cultural, que Harris define como unidades geográficas relativamente pequeñas basadas en la distribución contigua de elementos culturales.

A primera vista es comprensible que así sea, pero suponer de una manera radical y definitiva que las condiciones geográficas expliquen las diferencias culturales no es tan obvio: se cae en un determinismo geográfico. Será el norteamericano Wissler quien dé forma a estas ideas mediante la noción de la ley de la difusión, que reza que los rasgos antropológicos tienden a difundirse desde sus centros de origen o culturales en todas direcciones ( la periferia ). Con ello se pretende datar cronológicamente la edad de dichos rasgos: cuando mas cerca estén del centro cultural mas antiguos serán. Aunque se admita que el principio de difusión puede ser de utilidad para relacionar rasgos culturales, es incapaz, sin embargo, de dar cuenta del origen de ellos, a no ser que se llegue a una regresión infinita y absurda. Una de las mayores aportaciones del difusionismo para fijar cronologías serán las ideas de Graebner y Schmidt sobre los criterios de forma y de cantidad. Según el primer criterio las semejanzas entre dos rasgos culturales que no sean producto de la naturaleza, el material o la función que cumplen deben tenerse por resultado de la difusión. Según el segundo la probabilidad de una relación histórica entre dos elementos semejantes aumenta con el número de elementos adicionales entre los que pueden advertirse semejanzas.

Dentro de las muchas teorías evolucionistas, destacamos la del norteamericano Lewis Henry Morgan, que fue el evolucionista que presentó el esquema de desarrollo

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