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BUENAS PRACTICAS AGRICOLAS


Enviado por   •  14 de Septiembre de 2012  •  1.810 Palabras (8 Páginas)  •  871 Visitas

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EL CULTIVO DE VERDURAS Y HORTALIZAS

Para comenzar es importante tener usos requerimientos locativos y técnicos para emprender un cultivo: Se puede comenzar por reconocer la disposición de la parcela o jardín en casa propia; este será un buen motivo para plantar unos árboles frutales y para cultivar una buena cantidad de verduras y hortalizas. Este patio o parcela debe poseer una ubicación para que reciba directamente el sol por la mañana; adicionalmente sería importante que las casas aledañas y posteriores estén dispuestas de tal manera que puedan proteger al terreno de los vientos fríos.

En cuanto a las dimensiones o extensión del terrero, se considera que una superficie de unos 100 m2 o lo que es lo mismo una parcela de unos 20 m x 5 m es suficiente para cubrir las necesidades diarias de alimentos de una familia de 5 miembros y que una parcela de unos 30 o 40 m2 es suficiente para proporcionar verduras y hortalizas, siempre y cuando se utilicen técnicas de cultivo adecuadas para aprovechar al máximo el suelo y se consiga al mismo tiempo que este se mantenga fértil. Para ello, como veremos más tarde, se deben aplicar correctamente las técnicas de asociación y rotación de cultivos.

Las verduras y hortalizas necesitan un riego abundante de manera que disponer de un pozo o un punto de agua será imprescindible para mantener la humedad constante que necesitan estas plantas, especialmente en verano y sobre todo las plantas con raíces superficiales para que no espiguen y se mantengan frescas.

La mejor agua de riego es el agua de lluvia, por lo que, si es posible, se recomienda disponer de contenedores grandes para poder recogerla. Dado que resulta muy difícil disponer de las posibilidades de recoger este tipo de agua, deberemos disponer de una toma de agua corriente.

Para mantener un terreno bien fértil y trabajable

Las verduras y hortalizas prefieren suelos sueltos y ricos en materia orgánica, con un PH, ligeramente ácido situado entre un 6 o 6,5.

Es importante aportar los fertilizantes adecuados de manera que el huerto conserve su fertilidad. Disponemos de una gama elevada de abonos que pueden ser utilizados a este fin, tanto abonos de tipo orgánico como estiércol, abono verde, humus de lombriz como fertilizantes químicos. Estos, a su vez, pueden ser sólidos o líquidos. En general, para un huerto familiar y ecológico, es preferible la utilización de abonos orgánicos tanto por su capacidad para mantener las propiedades del suelo como porque las verduras y hortalizas cultivadas en este tipo de suelos es más sana y de superior calidad.

Parcelas: Consiste en dividir nuestro jardín en fragmentos grandes donde pueden cultivarse un tipo de verduras u hortalizas o combinarse adecuadamente diferentes tipos.

Como preparar las semillas

Para que el procesamiento sea eficiente en la preparación de una semilla; es necesario someterlas a diversas operaciones en cadena y con variantes de acuerdo a la especie, el grado y el tipo de impurezas que posea y los requisitos comerciales que se deben satisfacer.

Dichas operaciones deben ser agrupadas en los siguientes procesos: Recepción, acondicionamiento, limpieza y acabado.

A continuación se observa las etapas esenciales en el procesamiento de la semilla:

Lo primero que debe verificarse es la viabilidad de las semillas que deseamos sembrar. El método más común para hacerlo es el de remojo, y se realiza colocando agua tibia a unos 30°C en un recipiente, y colocando las semillas en él. Al cabo de unas cuantas horas, las semillas muertas flotarán y las viables se sumergirán. Este procedimiento no es válido para semillas demasiado livianas, ni para semillas que tienden naturalmente a flotar.

Limpieza o clasificación de las semillas

La limpieza o clasificación constituye una etapa muy importante en la explotación de los semilleros y tiene por finalidad eliminar en su totalidad las impurezas que acompañan a los lotes de semillas provenientes de los campos, uniformizando y elevando su calidad independientemente de sus características genéticas.

En este proceso, se entiende por impurezas no solamente las semillas de malezas o de cultivos contaminantes sino también las semillas anormales del propio cultivo (pequeñas, chuzas, quebradas, enfermas) así como granza, pajas, restos vegetales en general, insectos, tierra, arena, etc.

Entre los pasos que deben realizarse antes de la plantación o el sembrado tenemos los siguientes:

Desinfección de las semillas: Las semillas se desinfectan antes de sembrarlas para que no les ataquen los insectos del suelo antes de germinar o para que no desarrollen enfermedades una vez la plántula haya germinado. La desinfección de las semillas se lleva a cabo mediante productos fitosanitarios específicos (fungicidas o insecticidas), en la mayoría de los casos de naturaleza química. Si se prefiere realizar un cultivo ecológico es preferible utilizar insecticidas naturales. Si compramos las semillas en un vivero o centro de jardinería de confianza las semillas ya se venden desinfectadas.

Remojado de las semillas: El objetivo de remojar las semillas es conseguir una mayor hidratación para que se produzca antes de la germinación. Con el remojo se consigue que se ablande la capa externa de la semilla y, al mismo tiempo, se disuelvan y se eliminen una serie de substancias que inhibían el proceso de germinación.

Estratificación de las semillas: Muchas semillas en su ambiente natural solamente

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