ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

CONFLICTOS AMBIENTALES EN CUEVAS TURÍSTICAS Y ESTRATEGIAS DE SOLUCIÓN

lesliemolerio15 de Agosto de 2013

29.043 Palabras (117 Páginas)650 Visitas

Página 1 de 117

CONFLICTOS AMBIENTALES EN CUEVAS TURÍSTICAS Y ESTRATEGIAS DE SOLUCIÓN

L.F. Molerio León

L.F. Molerio León

Consultor en Ingeniería Ambiental y Gestión de Recursos Hídricos

Apartado 6219, CP 10600, Habana 6, La Habana, Cuba

Apartado 0834-02235 Zona 9-A, Ciudad de Panamá, Panamá

E-mail: especialistaprincipal@gmail.com

PRESENTACIÓN

Esta contribución forma parte del conjunto de documentos que complementarán el Inventario Nacional de Prevención y Detección de Agresiones a los Sistemas Subterráneos que lleva a cabo la Comisión de Hidrogeología Cársica de la Sociedad Espeleológica de Cuba como parte de su Programa de Investigaciones. Parte de sus contenidos han sido publicados anteriormente como se indica en las referencias correspondientes, pero esta versión ha sido especialmente escrita en apoyo a los esfuerzos de promoción y educación ambiental que la Fundación “Antonio Núñez Jiménez” de la Naturaleza y el Hombre lleva a cabo en áreas particularmente sensibles de la economía y la sociedad cubanas.

Contenido

INTRODUCCIÓN 4

VALORES PATRIMONIALES DEL CARSO Y LAS CUEVAS 9

EXPLORACIÓN, TURISMO EN CUEVAS Y CUEVAS TURÍSTICAS 11

PARTICULARIDADES DEL MEDIO AMBIENTE SUBTERRÁNEO 13

Nivel Físico 13

El clima de las cavernas 13

Tipos de cuevas de acuerdo con la circulación del aire 17

Nivel biótico 19

EL SISTEMA SOPORTE 23

AMENAZAS A LOS SISTEMAS SUBTERRÁNEOS Y A SU SISTEMA SOPORTE 24

DEGRADACIÓN DEL MEDIO SUBTERRÁNEO 26

Efectos de la exploración espeleológica 27

Efectos de la habilitación de cuevas para el turismo y el espeleo-turismo masivo 28

ESTRATEGIAS DE SOLUCIÓN 33

Ética, protección y conservación en Espeleología 33

Aspectos éticos 33

Hacia una Espeleología Sostenible: El Código de Mínimo Impacto 34

La Evaluación de Calidad Ambiental de las Cuevas 36

Calidad del aire subterráneo 36

Flora y fauna subterránea 37

Estabilidad de la caverna 38

Régimen y Calidad de las Aguas 38

El aporte de los operadores de cuevas turísticas a la Espeleología Sostenible 38

NOTA FINAL 40

RECONOCIMIENTOS 41

REFERENCIAS 42

ANEXO 1. IUCN Protected Area Programme 45

ANEXO 2 71

ANEXO 3. CODIGO DE ETICA DE LA UNION INTERNACIONAL DE ESPELEOLOGIA 77

ANEXO 4. INVENTARIO DE ÁREAS CÁRSICAS AMENAZADAS 79

CONFLICTOS AMBIENTALES EN CUEVAS TURÍSTICAS Y ESTRATEGIAS DE SOLUCIÓN

L.F. Molerio León

Especialista Principal, CESIGMA, S.A.

Apartado 6219, CP 10600, Habana 6

leslie@cesigma.com.cu

Vicepresidente Primero de la Sociedad Espeleológica de Cuba

“La mayoría de los problemas ambientales que se observan en cuevas

surgen de la idea tan común, pero tan lejana de la realidad,

de que las cuevas son pedazos aislados de la Naturaleza y,

que debido al hecho de que están ocultas,

nuestros actos no tendrán ningún impacto sobre ellas.”

Francisco Pérez-Conca, 1977

INTRODUCCIÓN

El ecoturismo y el turismo de naturaleza constituyen un punto focal de creciente atención por parte de los turoperadores, entre los cuales sobresale, por su interés, la visita y exploración de cuevas. El número de cuevas que se ofrecen en opcionales turísticas crece a un ritmo mayor que el de la legislación que las proteja, de la cultura ambiental de quienes las disfrutan y de la percepción social de que es un recurso finito. Estas razones hacen que sea necesario adoptar medidas que conduzcan a la protección adecuada del ecosistema subterráneo (Fig. 1) y del individuo que las visita, las explora y las opera.

Fig. 1. Galería subterránea rica en formaciones secundarias (espeleotemas) uno de los principales atractivos turísticos del mundo subterráneo.

En los últimos años un fuerte movimiento mundial de protección del carso y las cuevas ha llevado a la implementación y desarrollo de programas de educación ambiental exitosos en numerosos países de los cuales, hasta ahora lamentablemente, Cuba es una excepción. Estos programas incluyen, afortunadamente, las dos vertientes básicas de la educación ambiental: la infraestructura jurídica y la participación ciudadana. Esto ha llevado que en países tan disímiles como Japón y Eslovaquia exista una legislación que declara a absolutamente todas las cuevas “monumentos naturales”, una de las Categorías (la III) de Áreas Protegidas recomendadas por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés).

Peor que ello es que prácticamente ninguna de las cuevas que se ofrecen en Cuba al turismo, dispone de una evaluación de la calidad ambiental, mucho menos de Evaluaciones de Impacto Ambiental del uso de las cuevas y, por ello, se carece de un adecuado estudio que permita ofrecer la garantía de que los turistas y el personal que visita o labora en los ambientes subterráneos no están sometido a ningún riesgo de accidente por derrumbes o desprendimientos, inundaciones, adquisición de enfermedades de transmisión aérea o hídrica o que reciba radiaciones nocivas para su salud. Muchísimo menos pensar que existan en poder de los operadores Planes de Manejo Ambiental específicamente concebidos para una cueva en particular. El modo en que los eventuales trabajos de habilitación o adaptación ingeniera, el tipo de visita o el número de visitantes afectan el entorno subterráneo y cómo tales efectos se han propagado al medio ambiente vinculado a la caverna por lo general son absolutamente desconocidos. Los estudios de carga y de la capacidad de resiliencia del sistema son sumamente escasos y no rebasan el ámbito espeleológico especializado. La falta de profesionalidad y preparación de los guías es notable en la mayor parte de los casos.

Es básico tener en cuenta que, para muchísimas personas, la visita a una cueva es una experiencia única. Su apreciación del mundo subterráneo, en ese momento y en el futuro, estará influenciada en gran medida por la buena impresión que causen el cuidado de las áreas exteriores, la profesionalidad de los guías, las facilidades y servicios complementarios del establecimiento, la calidad de la información que recibe o esté disponible, la seguridad en el recorrido y por el cuidado y conservación de las galerías subterráneas.

Con independencia de la importancia que tiene preservar el carso y las cuevas como parte de la salvaguarda de la geodiversidad global, en las áreas cársicas (Fig. 2) que cubren aproximadamente el 20% de las tierras emergidas del planeta y, en las cavernas en particular, se presentan un número considerable de valores económicos, culturales y científicos que es necesario conservar adecuadamente. No pocas organizaciones –gubernamentales o no-, a diferente nivel, aúnan los esfuerzos locales, nacionales y regionales para conservar adecuadamente el patrimonio espeleológico e incrementar, tanto como sea posible, el valor de uso de las cuevas y áreas cársicas. Entre ellas pueden citarse, por ejemplo, la Asociación Internacional de Cuevas Turísticas, la Comisión de Cuevas Turísticas de la Unión Internacional de Espeleología, la Comisión de Protección del Carso de la Unión Geográfica Internacional, la Asociación Nacional de Explotadores de Cavernas Habilitadas al Turismo, además de la UICN, ya mencionada.

En Cuba (Fig. 3), las áreas cársicas cubren el 65% del territorio, donde se encuentra el 80% de los recursos de agua subterránea del país. La importancia económica, política, social y cultural del carso y sus formas asociadas, como los manantiales y las cuevas, es excepcional. En el tema que nos ocupa, sorprende que apenas una docena de cuevas, de las miles que se encuentran en el archipiélago cubano, que hizo exclamar a Don Miguel Rodríguez Ferrer a mediados del siglo XIX “la isla entera parece ser un laberinto y que reposa su suelo sobre una enorme bóveda”, estén utilizadas para el turismo. Otro tema es que si las que se ofrecen están bien utilizadas y protegidas.

Fig. 2. Distribución mundial de las rocas carbonatadas

Fig. 3. Áreas cársicas de Cuba (sombreadas)

El carso, término genérico que se emplea para designar un peculiar y no menos espectacular tipo de relieve, toma su nombre de una región oriental de la Mar Adriático, conocida indistintamente como “Karst” cuando pertenecía al imperio Austro-húngaro; “Carso”, a Italia, hasta 1945, o “Krâs”, a la antigua Yugoslavia, presenta un conjunto de características morfológicas e hidrológicas que la convierten en un entorno singular.

Pueden resumirse del modo siguiente:

1. Ausencia de valles verdaderos (Fig. 4), los que están sustituidos por otras formas negativas del relieve, que reciben nombres particulares: dolinas, poljes, uvalas, entre otros;

2. Una red de drenaje superficial que, aunque de variables dimensiones, generalmente está mal desarrollada, distorsionada a trechos y donde la mayor parte de los ríos tienen cursos parcial o totalmente subterráneos (Fig. 5);

3. Una red de drenaje subterránea de compleja configuración, regida por leyes hidrodinámicas particulares, o con acuíferos

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (197 Kb)
Leer 116 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com