CONFORMACIÓN DEL CONCEPTO ESTADO – NACIÓN

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 FACULTAD DE SOCIOLOGÍA

ESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD MODERNA

CONFORMACIÓN DEL CONCEPTO ESTADO – NACIÓN

ARLEY ARIAS PACHECO

DAVID FELIPE GIRALDO

JAN CARLO BAUTISTA

JUAN CAMILO RUBIO

DOCENTE

JUAN CARLOS CELIS

BOGOTA D.C

Introducción

El propósito de este ensayo es comprender cuáles han sido los aspectos que posibilitaron la emergencia del modelo de Estado-Nación su evolución y su impacto en la sociedad contemporánea. La importancia de estudiar el modelo Estado nación como proceso socio histórico radica en que su estrecha relación con otros procesos: el surgimiento de la burguesía y la aparición del capitalismo.

Objetivo General

• Analizar el proceso del modelo Estado-Nación vinculados con otros procesos dados en la misma época (“capitalismo”, surgimiento de la  burguesía e ilustración).

Objetivos específicos

• Identificar las principales características del modelo Estado-Nación.
• Caracterizar el concepto de Nación y Estado analizándolos de manera separada.
• Observar cuáles han sido los impactos que ha ocasionado el modelo de Estado- Nación sobre la organización social contemporánea.

Estado y capitalismo

Estado se define como el conjunto de órganos e instituciones con soberanía plena sobre un territorio concreto, que garantizan las relaciones pacíficas entre los diversos individuos y grupos socioeconómicos que lo habitan.^[1]

El papel del capitalismo en la conformación del modelo Estado-Nación, mirado históricamente, está relacionado en la búsqueda de una solución para la crisis que tuvo que afrontar el modo de producción feudal a partir del siglo XVIII. Ahora bien, la forma en que este moderno sistema mundial^[2] propuso y logró la solución de esta crisis, fue a través de un nuevo mecanismo de mercado mundial, una nueva manera de apropiación del excedente. Sin embargo no hay que perder de vista que, esta solución, tenía un tinte de élite, era la solución que las clases superiores necesitaban para dar remedio a estos sucesos y conservar sus privilegios como clase alta. Es por esto que el modelo Estado-nación adquiere una necesidad recíproca con el capitalismo, pues es aquí donde se hacen fuertes conjuntamente asentando una relación utilitaria, de ello hablaremos más adelante.

Para que este moderno sistema mundial tuviera un medio que se ajustara a sus necesidades de existencia era necesario ampliar las relaciones con el mundo, necesitaba la expansión geográfica, y esto solo fue posible gracias a la proliferación de las ciencias y la tecnología. Como segundo elemento, los métodos de control del trabajo también eran indispensables. Y, además, para nuestro interés, se necesitaba la creación de aparatos de Estado relativamente fuertes en los que serían los Estados centrales del sistema^[3].

Pues bien, como en todas las épocas ha existido siempre una jerarquización del espacio en los sistemas sociales, en este moderno sistema mundial también existe dicha diferenciación jerárquica. De esta manera aparece la dicotomía: tipo central y tipo periférico. Creemos preciso advertir que las siguientes definiciones son tomadas del autor anteriormente citado, Wallerstein presenta dos modelos de Estado; el primero de ellos es el Estado de centro y se caracterizan por ser las áreas más favorecidas de la economía-mundo, poseen un aparato fuerte de Estado (elemento indispensable para el desarrollo del capitalismo). De otro lado, se encuentran las Áreas periféricas  se caracterizan por tener un organización política débil que oscila entre la no existencia y la existencia, su producción de bienes es de baja categoría. También existen unas áreas intermedias, tienen el nombre de Áreas semiperiféricas; son las que se encuentran entre el centro y la periferia.

De acuerdo a lo anterior Wallerstein sostiene que:

“Ese Estado del centro es el principal beneficiario de un mercado mundial enteramente libre. (…) Para sacar partido de esta superioridad productiva, dicho Estado debe ser lo bastante fuerte como para impedir o reducir al mínimo las barreras políticas internas y externas que se oponen al libre flujo de los factores de producción.”^[4]  

Según estas definiciones es posible darse cuenta cómo un Estado adquiere mayor control de acuerdo a sus ventajas económicas y competitivas. Empero no es del todo claro cómo es que se logra posicionar hegemónicamente dicho Estado, Wallerstein nos da unas luces sobre esto. Existe un movimiento que se puede evidenciar históricamente, consiste en el apogeo y la caída de las grandes potencias como centros de la economía-mundo, el sociólogo aquí tratado denomina a este movimiento un “ciclo hegemónico”, este principio cíclico dice que un Estado se posiciona porque adquiere una ventaja competitiva productiva, sus productores pueden vender más barato que otros productores que se encuentran ubicados en otros Estados centrales, es por ello que existen desplazamientos geográficos de dicho Estado central. Este ciclo es posible compararlo (análogamente) con las familias del antiguo régimen, las cuales adquirían el poder de la monarquía por medio del movimiento que se daba (apogeo y caída) de las familias que no lograban permanecer en tal estatus, que era en la mayoría de veces por cuestiones monetarias, aunque al hacer esta comparación se hace evidente la percepción de prestigio que se tenía en el antiguo régimen, algo que no tiene mayor interés en el sistema moderno.

Los ciclos también obedecen a un patrón económico, los cuales dependen de dos fases; la fase de expansión, en el que empresarios y productores tenían la posibilidad de maximizar sus beneficios en la acumulación de capital. Y la fase de estancamiento, en la que la superproducción y la oferta global de bienes se expanden de tal forma que desemboca en constantes obstáculos en el proceso de acumulación.

Las hegemonías también tienen un aparato que es de carácter cultural, de ahí que, por medio de la cultura, se legitiman como Estado y además entablan una relación donde adquieren el papel dominador. La cultura del Estado central es el modelo impuesto, las áreas periféricas se ven obligadas a seguirlo porque se impone coercitivamente, dejando en la percepción de la masa una sensación de inferioridad. Esta culturización responde a todas las formas en que pueda presentarse; en la religión, en las costumbres, en el pensamiento, en los paradigmas (incluidas las ciencias). En consecuencia, cuando un Estado adquiere una fortaleza considerable, definida como Estado-nación, se enaltece sepultando a otros pueblos.   

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