“CUERPOS SANOS, MENTES ENFERMAS”

“CUERPOS SANOS,  MENTES ENFERMAS”

Decidí escoger este tema porque en lo personal me gusta hacer ejercicio, y me pareció un tema bastante interesante de investigar, como, por qué la obsesión del cuerpo perfecto en las personas, y sus consecuencias que pueden llegar a presentar si no se atiende este trastorno alimenticio. Este problema no está denominado como una enfermedad en concreto, sino como síndrome.

¿Qué factores sociales contribuyen a que los hombres de entre 18 y 35 años de edad deseen un cuerpo perfecto?

Esta adicción por buscar el cuerpo perfecto esta gracias a la mercadotecnia actual, que nos muestra que el hombre debe ser de espalda ancha, abdomen marcado y brazos con mayor volumen en masa muscular. Al ser su prioridad van descuidando sus obligaciones, y el ejercicio es su prioridad. La mayor parte de los hombres que se afanan con el cuerpo perfecto, toman píldoras, anabólicos, esteroides etc. Para mejores resultados y en un menor lapso de tiempo posible. Al no ver los resultados deseados, caen en depresión, entonces la situación se vuelve aún más compleja.

Mi objetivo con este ensayo es presentar las causas, tratamiento posible y consecuencias que pueden presentarse si no se atienden a tiempo. Es difícil que la persona lo acepte porque el ejercicio nos ayuda para estar sanos y prevenir enfermedades. Pero no de la manera que se ejercitan estos fisicoculturistas. Por ende es difícil identificar a una persona que se encuentra dentro de este círculo vicioso.

DESARROLLO

Vigorexia: Trastorno mental en el que la persona se obsesiona por su estado físico hasta niveles patológicos. Estas personas tienen una visión distorsionada de ellos mismos y se ven débiles.

Este trastorno afecta directamente sobre su conducta alimentaria y sus hábitos de vida, se caracteriza por realizar una actividad extrema, aislándose de las relaciones sociales y descuidando otros aspectos de su vida, para dedicar todo su tiempo a entrenar. La adicción al ejercicio se acompaña de un consumo abusivo de sustancias como esteroides anabolizantes con el fin de aumentar la masa muscular y conseguir el cuerpo perfecto.  

Esta alteración de imagen sobre ellos mismos, que padecen principalmente los hombres de entre 18 y 35 años, ya que es en esa edad donde viene la importancia por verse bien, y estar presentables como la sociedad  lo presenta. El hombre tiene que tener ciertos requisitos para estar de alguna manera aceptable en la sociedad. Esto les impulsa a ser presos del gimnasio porque nunca se sienten lo suficientemente musculosos. También llega afectar algunas mujeres, pero es menos que a los hombres.

Para lograr sus objetivos hay quienes ingieren sustancias anabolizantes, que después son la consecuencia de los desórdenes emocionales, la mayoría de veces sus víctimas son personas inseguras y es donde se creen que con tener un cuerpo mejor estructurado van a sentir la seguridad de encajar en cualquier grupo social y sentirse adaptados.

Unos de los signos más frecuentes son:

• El mirarse constantemente en el espejo y aun así sentirse delgados.
• Invertir todas las horas que les sea posible en hacer deportes para aumentar su musculatura.
• Pasar muchas horas al día en el gimnasio y compararse con otras personas que hacen fisicoculturismo.

Esta enfermedad se deriva en cuadro obsesivo compulsivo que hace que el hombre se sienta fracasado, y abandone sus actividades y se encierre en un gimnasio día y noche.

También siguen dietas bajas en grasas y rica en hidratos de carbono y proteínas para aumentar la masa muscular, por lo que corren mayor riesgo de abusar de sustancias como hormonas y anabólicos esteroides. Estas personas tienen aparentemente un cuerpo sano pero una mente enferma, porque hacen ejercicio y tratan de comer lo más sano que les sea posible. Pero claramente se idea de estar en forma esta distorsionada ya que se miran de una manera, cuando la realidad es otra muy distinta.

Dentro de este rango podemos encontrar aquellos que solo buscan la figura perfecta, influenciados por los modelos actuales que la sociedad ha propuesto. Y aquellos deportistas que solo quieren llegar a ser mejores en su disciplina exigiéndose al máximo su organismo hasta lograr alcanzar su meta.

La mayoría de estos hombres no pueden dejar de ir a un gimnasio, en el que pasan muchas horas al día, llegando a convertirlo en su segundo hogar. Poseen una personalidad muy característica, muy parecida a los que padecen otras adicciones. Les cuesta aceptar su imagen corporal. Su obsesión con el cuerpo, tiene muchos rasgos similares con los de la anorexia.

Cuando no se atiende a tiempo este problema, las personas pueden presentar las siguientes consecuencias:

• Alteración del ritmo cardiaco.
• Incrementar la presión arterial.
• Puede provocar fatiga generalizada.
• Aumentar el dolor de músculos y articulaciones. Provoca fuertes dolores de cabeza.
• Mayor nerviosismo e irritabilidad.
• Disminuye el apetito.
• Trastornos del sueño.
• Se reduce el impulso sexual.
• Carencias nutricionales, peligrosas para la salud.
• Puede provocar osteoporosis, debido al exceso de proteínas que se ingieren, que al metabolizarse en el organismo se convierte en ácido úrico, que afecta a la absorción de calcio.

La Vigorexia si se puede curar, y el tratamiento requiere un médico y terapista especializado en trastornos de la alimentación. Alguien que no fuera especialista, podría interpretar ciertos signos como indicadores de salud cuando no lo son.

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