Conductas Promotoras De Salud

UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA

CONOCIMIENTOS, ACTITUDES y CONDUCTAS

PROMOTORAS DE SALUD EN ESTUDIANTES

DE ENFERMERIA UPAO, 2012

Proyecto de Investigación

Para optar el título de licenciadas en Enfermería

AUTORES: Bach. Mayra Elizabeth, Chávez Requelme

Bach. Deysi Marilú Manchay Zavaleta

ASESORA: Msc Enf. Flor Emperatriz Cueva Loyola

TRUJILLO - PERU

2012

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

1. TÍTULO:

Conocimientos, Actitudes y Conductas Promotoras de Salud en Estudiantes de Enfermería UPAO, 2012.

2. AUTORAS:

• Bach. Mayra Elizabeth Chávez Requelme.

• Bach. Deysi Marilú Manchay Zavaleta.

3. ASESORA:

Msc. Enf. Flor Emperatriz Cueva Loyola.

4. TIPO DE INVESTIGACIÓN:

• Por su propósito : Aplicada

• Por su profundidad : Correlacional

5. LUGAR DONDE SE DESARROLLARÁ EL PROYECTO:

Escuela Profesional de Enfermería - Universidad Antenor Orrego, con dirección en Av. América Sur 3145 Urb. Monserrate

6. DURACIÓN DEL PROYECTO:

- Fecha de inicio : 04 /03/12

- Fecha de término : 06 /07/12

7. PLAN DE INVESTIGACIÓN

7.1. Planteamiento del Problema y Justificación del Proyecto de Investigación

La Promoción de la Salud ha sido tradicionalmente poco atendida por las políticas de salud, a pesar de su primordial importancia, pues no se ha entendido que el concepto de salud va más allá de la noción de ausencia de enfermedad y debe ser considerada como un derecho humano universal y como un proceso social político, indisoluble de los otros procesos económicos y culturales que se producen en una sociedad. Producto de ello lo vemos reflejado en la humanidad, la cual ha experimentado cambios en su comportamiento, con la consecuencia del surgimiento de enfermedades crónicas, mala alimentación y un incremento considerable en el consumo de sustancias psicoactivas; situación que ha originado grandes costos en la atención en salud, y un número significativo de muertes (49,4).

En los países en desarrollo, entre ellos el Perú, la realidad en salud es compleja, pues las inequidades típicas del modelo de desarrollo social mantienen presentes un perfil epidemiológico de enfermedades asociadas a la pobreza (como enfermedades infecto-contagiosas, desnutrición, tuberculosis, entre otras). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se registran más de 1,8 millones de defunciones en la población de 15 a 24 años (edad promedio de la vida universitaria), siendo casi los dos tercios de las muertes prematuras y un tercio de la carga total de morbilidad en adultos asociadas a enfermedades o comportamientos que comenzaron en su juventud, entre ellas el consumo de tabaco, la falta de actividad física, las relaciones sexuales sin protección y la exposición a la violencia y otros comportamientos no saludables que de alguna manera llegan a perjudicar la calidad de vida de los jóvenes(48,64).

Frente a esta realidad, el discurso y la práctica sanitaria hegemónica, basados en el modelo biomédico, se encuentran en crisis, mostrándose ineficaces para el enfrentamiento de la complejidad de los cuadros sanitarios presentes en el siglo XXI (3). Por lo que podemos considerar que se puede mejorar el contexto de la realidad sanitaria solo si se aborda desde una perspectiva de promoción de la salud. En ese sentido el profesional de enfermería no puede ser ajeno a las circunstancias sociales y económicas de la sociedad actual, puesto que influye en la concepción y transformación de la cultura de salud (4).

En la actualidad, enfermería está inmersa en una época de cambios importantes tanto en sus bases teóricas como en el replanteamiento de su práctica profesional. Vive en un momento de desafíos y oportunidades únicos, donde el profesional de enfermería se tiene que involucrar y comprometer para así tener una visión integral de salud y demostrar que tiene un rol único con conceptos fundamentales básicos y una práctica profesional específica y contextualizada (27).

El profesional de enfermería debe ubicarse en el contexto de las políticas sanitarias nacionales y locales, ya que esta ejerce una importante influencia en los conocimientos, actitudes y comportamientos de una determinada población, en relación a la promoción de la salud; de una manera formal (mediante contactos terapéuticos del profesional con el individuo/grupo) o informal, siendo esta última la que realizan los profesionales sanitarios inconscientemente mediante su comportamiento, el cual la mayoría de miembros de la sociedad considera un ejemplo a seguir, ya que las conductas de salud de los profesionales son importantes experiencias educativas en la población. Por ello el rol ejemplar del profesional de enfermería se considera cada vez más importante en la educación de la población (61).

Las Escuelas y Facultades de Enfermería brindan la formación académica de los futuros profesionales de enfermería en el marco del cumplimiento del currículo por competencias y necesidades sanitarias nacionales y regionales. Así La Escuela Profesional de Enfermería de la Universidad Privada Antenor Orrego propone que el futuro profesional de enfermería será capaz de: Brindar un cuidado planificado a la persona, familia y comunidad en las diferentes etapas del ciclo vital en situación de salud, riesgo y/o enfermedad; diseñar, ejecutar y evaluar programas de educación para la salud; gerenciar servicios de salud y realizar investigaciones, para fomentar estilos de vida saludables que propicien la formación de conductas de conductas promotoras de salud y/o modificación de conductas de riesgo; tanto del futuro profesional de enfermería, así como del ser humano sano o enfermo, la familia y la comunidad sujetos del cuidado de enfermería (21).

El ingreso a la universidad genera una serie de cambios en la vida de los jóvenes; si además consideramos que en su mayoría los estudiantes de la Universidad Privada Antenor Orrego proceden de la Sierra Liberteña, y de otros departamentos norteños y del Oriente; vemos que tendrán que afrontar la separación de la familia, afrontar mayores retos con su desempeño y adaptarse a las exigencias de la vida universitaria , en cuanto a los horarios, planes de estudio, normas institucionales, compañeros de clase, docentes; y otras actividades afines a su formación académica, dando como resultado, la mayoría de veces que el estudiante en el intento de adaptarse a estos cambios y sin el soporte familiar, adopte comportamientos que le conlleven a perjudicar su salud al adquirir hábitos poco saludables y niveles de estrés elevados (31,14).

Durante nuestra formación académica hemos observado que una gran parte de los estudiantes de enfermería no se alimentan correctamente, no realizan ejercicio físico, consumen comida chatarra, se encuentran emocionalmente preocupados por sus familiares y otros tienen que trabajar y estudiar para poder apoyarse. Esta situación se manifiesta por comentarios como: “no he tomado desayuno, “almorcé una gaseosa con una hamburguesa”, “me siento cansada para estudiar”, “no tengo tiempo de practicar ningún deporte, la universidad me absorbe, “tengo poco tiempo para salir a pasear con mi familia y amigos”. Frente a esta realidad de amenaza para la salud de los estudiantes de enfermería, nos preguntamos si un propósito de la formación del futuro profesional de enfermería es llegar a ser agentes activos en la promoción de conductas saludables y por ende buscar comportamientos que estén comprometidos con ellos, teniendo en cuenta que para cumplir dicho propósito son importante las actitudes que se encuentran relacionadas a las conductas y a los aspectos cognoscitivos, motivando al estudiante de enfermería a reaccionar de una forma característica hacia su salud; si son favorables se espera que el estudiante adopte conductas saludables, por el contrario si la actitud hacia el mismo es negativa, se prevé todo lo contrario. Ante la situación se pretende dilucidar el siguiente problema de investigación: ¿Cuál es la relación entre el nivel de conocimiento, la actitud y las conductas promotoras de salud en los estudiantes de enfermería, UPAO 2012-I?

Justificación del proyecto de investigación

En las últimas décadas muchos autores han coincidido en sus declaraciones que los profesionales de Enfermería están jugando un fuerte rol de liderazgo en el desarrollo de la Promoción de la Salud; y por lo tanto es consciente de que para lograr dicho desarrollo, surge la necesidad de practicar conductas saludables; como el ejercicio físico, una dieta balanceada, evitar la obesidad; no consumir sustancias toxicas como el tabaco, drogas y evitar entre otras conductas de riesgo ; siendo deseable que dichas conductas lo internalice el profesional de enfermería desde el comienzo de su formación académica; para mantenerse físico, social y mentalmente sana (20,58).

Sin embargo, observamos que la realidad es muy diferente, los estudiantes de enfermería en su mayoría no practican conductas saludables, por el contrario invierte menos tiempo en su salud , descanso, recreación, y familia, lo cual nos conlleva a cuestionar el rol del futuro profesional de enfermería; pues serán parte del equipo profesional de salud, lo que demanda

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