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Modelo bPREVENCION, SALUD MENTAL Y CONDUCTA AGRESORA

rosacamcarEnsayo11 de Agosto de 2015

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PREVENCION, SALUD MENTAL Y CONDUCTA AGRESORA

En la actualidad nuestra sociedad se encuentra cada día más expuesta a la inseguridad pública y el tema de la delincuencia se ha convertido en uno de los principales problemas que más impacto social causa, y lo más alarmante de esta situación, es que la sociedad está siendo sujeta a conductas agresivas cometidas por adolecentes, y se les ha denominado Menores Infractores

El tema de los menores infractores es muy complejo ya que existen varias investigaciones que tratan de explicar las causas del comportamiento infractor en las cuales hacen hincapié que se pueden combinar una serie de factores biológicos, sociales y psicológicos. Estos factores influyen de una manera determinante en los comportamientos delictivos por lo que los países y regiones están preocupados y por consecuencia buscan desarrollar estrategias efectivas de prevención y promoción para reducir el comportamiento agresivo.

La conducta transgresora en menores infractores, se manifiesta como una protesta contra la familia, la sociedad y hacia mismo. De acuerdo con el DSM-IV-TR, los adolescentes que tienen trastornos de conducta también muestran una carencia de empatía y una despreocupación por las normas sociales. Una vez que el joven continúa teniendo los mismos patrones de comportamiento y llega a los dieciocho, entonces está en peligro de diagnóstico con un trastorno antisocial de la personalidad y es mucho más propenso a convertirse en un criminal serio. (Marcchiori 2000)

Uno de los elementos principales usado en el diagnóstico de un adulto con Trastorno antisocial de la personalidad consiste en presentar un historial documentado de trastorno de conducta antes de los 15 años. Estos trastornos de personalidad son análogos en su comportamiento errático y agresivo. Esta es la razón por la que delincuentes juveniles o pequeños infractores habituales diagnosticados con trastorno de conducta es probable que muestren signos de Trastorno antisocial de la personalidad en la madurez. Una vez que los adolescentes alcanzan la madurez, su comportamiento social inaceptable se ha convertido en un estilo de vida y se convierten en criminales de carrera.

Para Marcchiori (2000) citado en Sanabria, A. M & Uribe Rodríguez, A.F (2009), la conducta agresiva transformada en delito, es la expresión psicopatológica particular de cada individuo y su alteración psicológica y social igualmente problemática, por lo que un criminal no solo es un personaje problemático; sino que es el emergente de un núcleo familiar y social igualmente problemático, en el que el sujeto traduce a través de la agresión, sus ansiedades y conflictos.

Ahora bien con lo anterior podemos decir que las conductas de un criminal pueden ser consecuencias o conductas aprendidas de un núcleo familiar y social igualmente problemático que desde mi experiencia o comentarios que se realizan en la vida cotidiana hacen referencia que la mayoría de las conductas  son aprendidas mediante la observación, si un pequeño infractor vive o se relaciona con un padre, madre o familiar delincuente podemos concluir que este pequeño aprenderá o imitara conductas delictivas, esto tiene fundamento en la explicación de la teorías de aprendizaje social cuyo principal exponente es Bandura.

Para Bandura  (1965) citado en Vera, J. Á., Bautista, G., Ramírez, M. & Yáñez, A. I. (2012).  Explica que la conducta humana es la interacción reciproca de conductas que pueden ser adquiridas por medio del aprendizaje observacional.

A este tipo de Aprendizaje se le domino “Aprendizaje Vicario” refiriéndose a la situación en la que un individuo observador (menor) comparte las experiencias de otra persona (padre/madre/hermano agresor o delincuente), ocupando el lugar de este último pero en forma de representaciones cognitivas o imágenes.

Entonces este aprendizaje es aquel en que se pueden adquirir nuevas respuestas, ya que tiene una función de la observación de la conducta de otros pero al mismo tiempo tiene consecuencias reforzantes las cuales son las imágenes en las que se representa la conducta observable.

Bandura (1965) citado en  Vera, J. Á., Bautista, G., Ramírez, M. & Yáñez, A. I. (2012), Establece que para que se lleve a cabo el aprendizaje vicario es necesario cuatro procesos fundamentos que son: la observación/atención, retención, reproducción y consecuencias o motivación.

En la observación y atención, se refiere cuando un menor observa un modelo de conducta, en el cual debe atender a las claves, rasgos, gestos y significados que el modelo le a esa conducta. En la retención, el  niño debe ser capaz de memorizar la imagen, gestos, significados de la conducta observada. En la reproducción, es la parte más importante que con lleva al éxito o fracaso en el aprendizaje de modelos, se refiere en reproducir exactamente las actividades motoras que el modelo utilizo al efectuar una conducta delictiva, no es suficiente observar las acciones para poder ejecutarlas, también se necesita aprender la conducta motora y sentirla como propia y en la motivación, se refiere a que si el niño o el observador pueda obtener un cierto tipo de satisfacción es más probable que vuelva a repetir la conducta.

Ahora bien, Bandura abordo con su Teoría a la conducta Agresiva, esta conducta se adquiere y se mantiene a través de los mismos procesos que cualquier conducta social pero la diferencia radica que al momento de constituirse en hábitos es porque que proporciona algún tipo de beneficio a quienes las llevan a cabo. En este caso cuando un menor infractor obtiene algún tipo de beneficio estas conductas agresivas aprendidas resultan en determinado tiempo instrumentales para el logro de un beneficio a pesar de que puedan dañar a ciertas personas.

Entonces podemos decir que la Teoría del aprendizaje social señala que determinados comportamientos criminales se aprenden por la observación de modelos sociales, ya que el niño al ser expuesto a la violencia, robo, maltrato, agresiones físicas y verbales durante su infancia  modeladas por sus padres, pares o medios masivos de comunicación, en relación con otras condiciones  y en calidad de ser un observador tiene una mayor probabilidad de desarrollar o adoptar comportamientos agresivos.

Dado lo anterior desde la perspectiva del Aprendizaje social en cuanto la relación  que existe entre la conducta agresiva infantil y el desarrollo de trastornos de conducta y delincuencia posterior, las naciones buscan desarrollar estrategias de prevención primaria y secundaria  en el comportamiento violento.

La historia en prevención de salud mental empezó hace más de 100 años. Desde los primeros días del surgimiento del  movimiento de la higiene mental a principios del siglo XX, en donde se generó muchas ideas sobre las posibles estrategias para prevenir problemas de conducta y trastornos mentales en niños y adultos. Durante en estos últimos 25 años, en el campo multidisciplinario de la ciencia de prevención y salud mental se ha dado a conocer los factores maleables de riesgo y protección.

 

Al hablar sobre la prevención de los trastornos mentales y  de conducta debemos saber que no son exclusivos de un grupo especial, más bien se encuentran en personas de todas las regiones, todos los países y todas las sociedades. De acuerdo con los estimados proporcionados en el informe de Salud Mundial 2001 de la OMS, alrededor de 450 millones de personas padecen trastornos mentales y de conducta, se refiere a que una de cuatro personas desarrollara uno o más trastornos mentales o de conducta a lo largo de su vida (OMS, 2001).

La salud mental se relaciona con el raciocinio, la emoción y el comportamiento frente a diferentes situaciones de la vida cotidiana. El tema de salud mental no solo considera los aspectos posteriores al surgimiento de desórdenes mentales, también se considera la prevención como la promoción de un ambiente sociocultural determinado por aspectos como la autoestima, relaciones interpersonales, maltrato infantil, pobreza, desnutrición y otros elementos que deben venir desde la educación básica de la infancia. Por lo tanto es necesario profundizar un poco más sobre los que es que prevención, promoción e intervención de la salud mental en general.

Para Mrazek & Haggerty (1994) citado en Jané-Llopis, E. (2004). La prevención de los trastornos mentales tiene el objeto de "reducir la incidencia, prevalencia, recurrencia de los trastornos mentales, el tiempo en que las personas permanecen con los síntomas o la condición de riesgo para desarrollar una enfermedad mental, previniendo o retardando las recurrencias y disminuyendo también el impacto que ejerce la enfermedad en la persona afectada, sus familias y la sociedad”

Para Caplan (1964) citado en Barrio, V. d., Carrasco, M. Á., Rodríguez, M. A. & Gordillo, R. (2009), La prevención se refiere a las metas adoptadas para prevenir e impedir los estados psíquicos o físicos no deseados, ha distinguido entre prevención primaria, secundaria y terciaria, es decir, intervenir antes de, durante o después de la aparición del trastorno.

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