DIAGNÓSTICO DE LA AGROINDUSTRIA RURAL DEL MUNICIPIO JUNÍN PARA LA CONSOLIDACIÓN DE SU DESARROLLO

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

INSTITUTO PEDAGÓGICO RURAL “GERVASIO RUBIO”

DIAGNÓSTICO DE LA AGROINDUSTRIA RURAL DEL MUNICIPIO JUNÍN PARA LA CONSOLIDACIÓN DE SU DESARROLLO

Autores: Ing. Anna M. Moncada C.

Ing. N. Nereya Morocoima C.

Fecha: Septiembre de 2009

RESUMEN

La presente investigación se enmarcó dentro del paradigma cuantitativo bajo la modalidad de proyecto especial, debido a que su intención fue diagnosticar el perfil competitivo y las ventajas comparativas del sector agroindustrial del municipio Junín, con el fin de generar un sistema de información que le permita a los empresarios y a los futuros, conocer el sector en sus diversos factores entre los cuales se tienen: amenazas de nuevos competidores, rivalidad interna, poder de compradores, poder de proveedores, sustitutos, fuerza laboral, tecnología, infraestructura y recursos ambientales, a bien de fortalecer el proceso en la toma de decisiones. La muestra que se utilizó en el presente estudio comprendió a 11 empresas agroindustriales con diversos procesos tanto agrícolas como pecuarios y cuya técnica de recolección de información fue la aplicación de un cuestionario de preguntas mixtas contentivas de ítems.

Obteniéndose como principales resultados: El crecimiento en este sector es lento y con tendencia a la baja, debido a los factores sociopolíticos y económicos, no se ha presentado cambios de inversiones o aumentos de producción significativos; las empresas agroindustriales del sector se encuentran en la categoría micro, pequeña y mediana empresa, destinan sus productos a satisfacer la demanda local y distribuida a panaderías y un 60% a otros mercados. Los precios en general son establecidos por el proveedor y en algunos casos por el gobierno, a pesar que éste último no se respeta debido a la ausencia de controles por parte del estado; en un 55% aproximadamente el oficio u operaciones realizadas lo aprenden a través de la práctica, teniendo como resultado bajos niveles de rendimiento económico; en general las empresas utilizan maquinarias, equipos y herramientas en sus procesos productivos de fabricación nacional; se evidenció la subutilización de la capacidad instalada.

DESCRIPTORES: Desarrollo, Desarrollo Rural, Agroindustria, competitividad y

ventajas comparativas.

INTRODUCCIÓN

En el mundo actual es necesario buscar una aproximación coherente a los problemas ambientales globales, que intente armonizar las necesidades del planeta con las necesidades de los millones de personas que merecen un mejor nivel de vida. Frente a la globalización (inclusive, enfrentadas a la globalización, ya en el campo ideológico), han surgido, como esperanza para los países pobres, ideas de desarrollo endógeno.

Se trata de impulsar cambios económicos y sociales desde adentro, partiendo del territorio y las capacidades locales, valorando los recursos existentes y dinamizando a los actores y factores productivos, según estrategias consensuadas y de integración en proyectos concretos, que favorezcan la creación de riqueza y su distribución, el crecimiento económico y la mejora de la calidad de vida de la población, sin perder de vista el horizonte nacional y mundial de desarrollo.

Una de estas estrategias de desarrollo lo constituye la creación de la agroindustria, la cual según afirmaciones de Chateauneuf (citado por Machado 2002), pueden contribuir eficazmente a solucionar los problemas de subalimentación. Ella mejora los ingresos y disminuye la relación entre pobreza y hambre, dando una contribución indudable a la solución del problema alimentario. Igualmente, produce un mejor aprovechamiento de los alimentos, elevando su calidad y disminuyendo su costo.

Aref (citado por Machado 2002) indica que la agroindustria puede ser la génesis del desarrollo de una región, en el aspecto tecnológico y mejoramiento económico en general. Reconoce que el desarrollo agroindustrial produce una reacción en cadena que incluye la construcción de caminos, el mejoramiento del suministro de agua, vivienda, educación, e incluso actividades culturales y recreativas.

Como puede apreciarse, a través de lo planteado por estos autores, la agroindustria constituye el origen de una estrategia de desarrollo que, podría significar un sector productor de extraordinaria importancia, en este caso para el Municipio Junín; considerando, como señala (Contreras 1.995) que el Municipio Junín ofrece una amplia variedad de posibilidades agropecuarias, destacando el aprovechamiento agrícola donde tiene lugar importantes cultivos como el café, hortalizas, caña de azúcar y la producción de leche entre otros; que permitirán realizar el diagnóstico de la Agroindustria Rural del municipio Junín con fines de consolidar su desarrollo beneficiando sus aportes a la población de agroproductores en general.

Asimismo, con el diagnóstico permitirá abrir escenarios para la participación comunitaria en el proceso de gestar su propio desarrollo con miras al mejoramiento de la calidad de vida de las zonas mas deprimidas del país; dentro de un marco socioeconómico basado en principios de equidad, justicia y organización que permitan la sostenibilidad.

Bajo este contexto se inserta el estudio que aquí se reporta, el cual se estructura en cinco capítulos los cuales están conformados así: el primer capítulo contiene el problema, su planteamiento, objetivos y la justificación. El segundo capítulo contiene el marco teórico producto de la revisión bibliográfica conformado por los antecedentes y las bases teóricas, un tercer capítulo donde se señala la metodología que se empleó en el estudio, el cuarto capítulo se dan a conocer los resultados y se hace un análisis de los mismos, un quinto capítulo en el cual se presentan las conclusiones y recomendaciones derivadas del estudio.

La agroindustria rural fue prácticamente invisible en América Latina y el Caribe hasta la década de los años 70 del siglo XX, pero hoy se acepta la importancia económica y social de los cientos de miles de queserías artesanales, trapiches, molinos, cereales autóctonos, colmenas para la producción de miel, beneficios de café y cacao, unidades en las que se obtienen fibras a partir de los camélidos sudamericanos, o las que procesan vinagres, mermeladas, dulces e infinidad de artesanías.

Los productores agrícolas representan un sector muy especial en la historia y la cultura de un País o de una región. No solo ocupan el espacio territorial menos atendido con servicios sociales, de seguridad, transporte y comunicaciones, también representan el origen de casi todas las culturas, punto de partida del fenómeno inexorable de migración hacia las ciudades que acompañando a casi todas las sociedades.

Los productos alimenticios constituyen, además, la fuente de energía y supervivencia de la población, la base física sobre la cual podrán trabajar y progresar; el dolor de la migración hacia la ciudad y la importancia de la nutrición como base del progreso social y económico, son asuntos estratégicos que han estado en el centro de las preocupaciones de los constructores de naciones, de los fundadores del estado moderno. Han sido problemas de alto contenido político, que los gobernantes, con frecuencia, no han dejado en manos de las fuerzas invisibles del mercado. Las políticas de apoyo al desarrollo de la Agroindustria Rural (AIR) en América Latina, fomentadas durante la década de 1980, por ejemplo por la red PRODAR, buscaban aumentar los ingresos de los pequeños agricultores. Para ello, se proponía una mayor generación de valor agregado, a través de la transformación y la comercialización de la producción agrícola local y con ello, la creación de empleos en las zonas rurales. Estas políticas de lucha contra la pobreza en las zonas rurales marginadas de América Latina se definían con una perspectiva de desarrollo humano sostenible, como lo señala Mettrick (1999).

La agroindustria venezolana ha transitado un camino difícil con lapsos de bonanza y crisis, frecuentemente asociadas a la expansión y contracción del ingreso petrolero y gasto público. Ante este poder del estado la agroindustria nace teniendo como norte no la eficiencia sino la competitividad, o el tener amigos en el gobierno. Asimismo, muchas industrias sentaron sus bases en modelos copiados de otros países, tanto en lo referente a la tecnología como a la materia prima utilizada. En este sentido, la agroindustria requiere de una estrategia flexible pero con rumbo general definido, es decir, el sector agroindustrial debe dejar de confiar en factores dados y construir su competitividad con recursos propios, con una actitud mas crítica y constructiva con sentido participación activa y bajo la premisa de inventar más que copiar.

Todo lo anterior no puede ser suplido por la acción de las agroindustrias rurales por sí mismas, las que como cualquier otra actividad económica requieren de un marco de políticas y de instrumentos e incentivos que faciliten su desarrollo. Un impacto mayor se lograría si las iniciativas se enmarcaran en propuestas de desarrollo rural con enfoque territorial; eso permitiría, entre otras cosas, considerar de manera integral el manejo de los recursos naturales como suelo y agua, el efecto de desechos y efluentes sobre el medio ambiente, así como las dimensiones histórico culturales del entorno y la institucionalidad local a desarrollar.

Machado (2002), señala que en Venezuela a partir de 1989, se dan cambios en las políticas macroeconómicas que tuvieron efectos inmediatos en el sector

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