El Padre Frank

Frank Shore (Ed Harris), es un sacerdote que ha trabajado para la Iglesia como postulador de causas para beatificar a posibles santos. En su estudio de los casos ha encontrado fraudes y demás en muchos de los sitios donde peregrinan los creyentes. El escepticismo con el que tiene que confrontar cada caso sumado a su propia historia, ha ido mellando su fe y poniéndole en una situación de prueba y de angustia interior. Es por ello que, entrando en esta crisis, se retira por varios meses y vive cerca de los mendigos y marginados.

A pesar de todo ello, su obispo le busca porque le necesita. En un convento de Chicago, una imagen de la Virgen ha empezado a llorar lágrimas de sangre justo después de morir una mujer, Helen O'Regan, que vivió, aun siendo laica, en un convento parroquial, prestando servicio a los pobres y a los que sufrían. Por ello, el Obispo ordena se inicie una investigación de las virtudes de esta mujer de la que no se sabe mucho de su pasado, en particular de su infancia.

El Padre Frank, con sus dudas y un trabajo que realizar, emprende la búsqueda, contando con el testimonio de la hija de esta mujer, cuya indiferencia por lo religioso no le hará fácil la tarea.

El valor de esta película radica en un doble aspecto. El primero es la realidad de la santidad y de los milagros y cómo Dios los permite para tocar el corazón de los sin fe y acrecentarla en aquellos que la tienen. El segundo, el Sacerdote atravesando la prueba, tentado en medio de ella y aun a pesar de su debilidad, lo que le salva es el deseo auténtico de descubrir a Dios en su vocación y dar un correcto sentido a su vida.

"Esta podría considerarse "La Mejor Película Espiritual Que No Viste." Lo que hace El Tercer Milagro es, además de proveernos de un estudio sin adornos del personaje de un servidor de Dios (Ed Harris) que ha caído pero que sigue luchando, es cuestionar la moralidad de lo milagroso.

¿Es correcto que Dios conceda milagros a algunos y no a otros en un mundo que universalmente sufre? Es en parte una película de detectives, en parte una película sobre la mafia y en parte una película sobre abogados, esta es una película espiritual noir. Finalmente

Frank Shore (Ed Harris), es un sacerdote que ha trabajado para la Iglesia como postulador de causas para beatificar a posibles santos. En su estudio de los casos ha encontrado fraudes y demás en muchos de los sitios donde peregrinan los creyentes. El escepticismo con el que tiene que confrontar cada caso sumado a su propia historia, ha ido mellando su fe y poniéndole en una situación de prueba y de angustia interior. Es por ello que, entrando en esta crisis, se retira por varios meses y vive cerca de los mendigos y marginados.

A pesar de todo ello, su obispo le busca porque le necesita. En un convento de Chicago, una imagen de la Virgen ha empezado a llorar lágrimas de sangre justo después de morir una mujer, Helen O'Regan, que vivió, aun siendo laica, en un convento parroquial, prestando servicio a los pobres y a los que sufrían. Por ello, el Obispo ordena se inicie una investigación de las virtudes de esta mujer de la que no se sabe mucho de su pasado, en particular de su infancia.

El Padre Frank, con sus dudas y un trabajo que realizar, emprende la búsqueda, contando con el testimonio

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