Estimulacion De Cerebro Infantil
virgineajesus_1128 de Agosto de 2011
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Cómo estimular
el cerebro
infantil
Una guía para
padres de familia
Diane Trister Dodge
Cate Heroman
Traducido del inglés por:
Claudia Caicedo Núñez
Washington, DC.
Este proyecto fue auspiciado por el Programa de Centros de
Investigación y Desarrollo Educativo (Educational Research
and Development Centers Program), mediante la asignación
R307A960004-98, administrada por el Centro para la
Investigación y el Avance Educativo del Instituto Nacional
de Desarrollo y Educación Preescolar del Departamento de
Educación de los Estados Unidos. Las opiniones, hallazgos,
o conclusiones en él expresadas son exclusivamente de los
autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista
de la Universidad de Carolina del Norte, del Departamento
de Educación de los Estados Unidos, ni de ninguna otra
agencia del gobierno estadounidense.
© Teaching Strategies, Inc., 1999.
Se reservan todos los derechos. Queda prohibida la
reproducción total o parcial, por cualquier medio mecánico
o electrónico, incluidos los sistemas de almacenamiento y
elicitación, sin el permiso escrito de Teaching Strategies, Inc.,
excepto en el caso de citas breves que hagan parte de
artículos críticos o revisiones.
Editado por: Emily Kohn
Ilustrado por: Catherine Stine
Diseño gráfico: Sheryl Kagen
Publicado por:
Teaching Strategies, Inc.
P.O. Box 42243
Washington, DC 20015
www. Teaching Strategies.com
800-637-3652
Impreso y encuadernado en los Estados Unidos de América
Primera impresión: septiembre de 1999
ISBN: 1-879537-42-7
Introducción
Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es afirmativa, este libro es para
ustedes. En él se explica lo que saben los científicos sobre el cerebro de sus
pequeños y por qué a ustedes debe importarles.
Es posible que les sorprenda lo que nos está enseñando la ciencia. Ustedes
descubrirán que algo que nunca se hubieran imaginado estimula el cerebro de
sus pequeños y, de hecho, hace una diferencia. Pero, además, que todo padre
o madre puede hacer una diferencia. No importa cuánto dinero se tenga, ni
donde se viva, ni cuánto tiempo se haya ido a la escuela. Tampoco se necesita
ser expertos ni leer montones de libros. Todos los padres del mundo pueden
contribuir a estimular el cerebro de sus pequeños. Y aquello que hagan durante
los primeros cinco años es de suma importancia.
Los científicos saben que los primeros años de vida son sumamente importantes
para estimular el cerebro infantil. Y eso es, precisamente, lo que ustedes
–padres, abuelos y demás personas a cargo del cuidado infantil– hacen
diariamente. De hecho, todo lo que ustedes hagan y digan contribuye a
“conectar” el cerebro de sus pequeños para pensar, sentir, moverse y aprender.
Estos son los años en los que ustedes pueden hacer una gran diferencia, no
sólo en el desarrollo de sus hijos sino en su futuro.
• ¿Esperan su primer hijo?
• ¿Ustedes son los padres o las madres de algún niño?
¿de un pequeño? ¿de un preescolar?
• ¿Han escuchado hablar del cerebro y de los importantes
descubrimientos del mundo de la ciencia?
• ¿Se preguntan si los científicos saben algo
que ustedes deberían saber?
1
Sin embargo, aunque todos los niños crecen y se desarrollan a diferentes ritmos
y algunos tienen necesidades especiales que requieren atención especial, todos
los niños necesitan del amor y el apoyo de unas cuantas personas en su vida,
especialmente de sus padres.
De tal manera que, les invitamos a emprender con nosotros esta travesía en la
que les contaremos lo que saben los científicos sobre estos importantes temas:
Temas Página
El cerebro infantil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Antes del nacimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Cómo comprobar que los pequeños ven . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
El contacto físico con sus hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Cómo enseñarle a los pequeños a expresar las emociones y a controlarse . . . 11
Las relaciones con los demás . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
El hablar y escuchar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
El placer de compartir libros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
La música y las matemáticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
El moverse y hacer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
El juego: la manera en que los niños aprenden y progresan . . . . . . . . . . . . 37
El arte: otro lenguaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
Cómo elegir el mejor cuidado infantil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
El cuidarse a sí mismos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
Para recordar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47
Fuentes bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
2
El cerebro infantil
Al nacer, todos los órganos de sus bebés –el corazón, los pulmones, los
riñones– están completamente desarrollados. Sólo son de menor tamaño que
los órganos de los adultos. Con una sola excepción: el cerebro.
El cerebro se fortalece a sí mismo
¿Podrían imaginarse vivir en un país en que cada casa tiene teléfono, pero sólo
algunos de ellos cuentan con cables para conectarlos? El sistema telefónico no
funcionaría. Esta situación es similar al cerebro de sus hijos al nacer. ¡Entre
la sexta semana y el quinto mes de embarazo, en el cerebro de un bebé se
desarrollan aproximadamente 100 mil millones de células cerebrales! Algunas
de estas células cerebrales se encuentran conectadas al nacer, pero la mayoría
no lo está. Precisamente, durante los primeros cinco años de vida, el cerebro
infantil hace un gran esfuerzo para establecer dichas conexiones cerebrales.
¿Ustedes han visto
alguna vez lo que
sucede al caminar
una y otra vez y en la
misma dirección en
la nieve profunda o en
hierba alta? Se forma
un sendero. Algo
parecido ocurre a
medida que el cerebro
se desarrolla. Cada vez
que sus bebés usan uno
de sus sentidos –la vista,
el gusto, el tacto, el oído
y el olfato– se crea una
nueva conexión o
sendero. Si un niño
tiene diversas clases de experiencias y dichas experiencias se repiten una y otra
vez, más se fortalecen las conexiones cerebrales. De estas conexiones depende
la manera en que sus hijos piensan, sienten, se comportan y aprenden.
3
El cerebro de
su bebé al nacer
A los
6 años
En los primeros tres años el cerebro habrá hecho muchas más conexiones de
las que necesitará en toda la vida. Tal como cuando ustedes le cortan las ramas
a un árbol para que se fortalezcan las raíces, el cerebro elimina las conexiones
que no se usan con regularidad. Esta eliminación de las conexiones inutilizadas
continúa de tal forma que sólo se mantienen las conexiones importantes.
Las oportunidades existentes
Los científicos han concluido que hay períodos en los que ciertas partes del
cerebro pueden incorporar información nueva con mayor facilidad que en otros.
Estos períodos son llamados las oportunidades existentes y se conciben como
“puertas” que se abren durante los primeros años de vida y luego se cierran
completamente. Por ejemplo, las conexiones cerebrales para poder ver deben
tener lugar durante los primeros tres o cuatro meses de vida de todo niño. Si no
tienen lugar durante este tiempo, se pierden para siempre. Lo que significa
que, en dicho caso, el niño nunca podrá ver. (Sobre esto volveremos
a hablar en la página 7 y ustedes sabrán cómo verificar que su bebé puede ver).
Otras de estas puertas podrán permanecer abiertas por más tiempo, pero sin
lugar a dudas, el aprendizaje es más fácil en ciertos períodos. Los científicos
se refieren a esto como períodos críticos. Por ejemplo, los primeros cinco años
constituyen el “tiempo óptimo” para adquirir el lenguaje. Sin embargo, esto, no
quiere decir que los niños aprendan todo lo que se requiere sobre el
lenguaje en dichos cinco años, ya que el aprendizaje continúa teniendo lugar
durante toda la vida. Aunque el completo crecimiento y desarrollo del cerebro
infantil requiere de unos 15-20 años, es más fácil aprender en ciertos
momentos que en otros.
La nutrición cerebral
Lo más importante para ustedes es saber que ¡realmente se puede hacer una
...