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Factores De La Desnutricion


Enviado por   •  1 de Abril de 2013  •  2.302 Palabras (10 Páginas)  •  502 Visitas

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION.

COLEGIO UNIVERSITARIO DE LOS TEQUES CECILIO ACOSTA.

PROGRAMA NACIONAL DE ENFERMERIA INTEGRAL COMUNITARIA.

MISION SUCRE.

FACTORES CASUALES DE LA DESNUTRICION EN NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES.

CASO DE ESTUDIO: LA COMUNIDAD DE LA PRIMICIA, PARROQUIA PRESIDENTE JOSE ANTONIO PAEZ, MUNICIPIO ALBERTO ADRIANI, EL VIGIA ESTADO MERIDA.

EL VIGIA FEBRERO DE 2.013.

CAPITULO I.

EL PROBLEMA.

PLANTAMIENTO DEL PROBLEMA.

La desnutrición es un término cuyo significado es más amplio que la simple sensación de tener hambre o no disponer de alimentos suficientes para comer. La ingestión insuficiente de proteínas (necesarias para el mantenimiento de la salud corporal y para el desarrollo de los músculos), de calorías (una medida de la energía que necesita el cuerpo), de hierro (indispensable para el funcionamiento de los glóbulos rojos o hematíes) y de otros nutrientes provoca diferentes tipos de desnutrición o estados carenciales. Asimismo la desnutrición es la falta del porte adecuado de alimentos nutritivos o de la carencia de los mismos, que se requieren para el buen funcionamiento de la salud, el cuerpo, al igual que la energía que se necesita para desempeñar actividades vitales o funcionales. Si no hay una buena nutrición o una alimentación balanceada podemos crear problemas a nivel funcional óptimos para la supervivencia.

De esta manera una situación prolongada de aporte deficitario de nutrientes y energía origina un estado de desnutrición que lleva consigo, entre otras, la alteración del metabolismo de las proteínas, los lípidos y los hidratos de carbón. La desnutrición en sus diversas formas es la más común de las enfermedades. Durante la primera mitad del siglo XX, la desnutrición infantil constituyó un problema grave de salud pública en América Latina. Esto se traducía en una mortalidad infantil elevada por su asociación con variadas enfermedades transmisibles, especialmente diarrea aguda y sarampión. La mortalidad infantil se mantenía en niveles cercanos a 120 por mil nacidos vivos a principios de siglo. Países latinoamericanos han mantenido cifras de desnutrición elevadas (38% de preescolares en Guatemala en 1987), aunque no cuentan con sistemas de suficiente cobertura que permitan medir la magnitud real del problema.

Esto llevó a las autoridades de salud de la época a crear el Servicio de Salud, el que, a través de programas de amplia cobertura en control de salud, vacunación, y distribución de alimentación complementaria, especialmente leche en polvo, más el fomento y recuperación de las cifras de lactancia materna, fue capaz de reducir las cifras de desnutrición a los niveles actuales, permitiendo que para el siglo XXI ya no se considere a la desnutrición infantil un problema de salud pública (con cifras inferiores al 1% en el menor de 6 años), sino más bien un problema que afecta principalmente a grupos de extrema marginalidad, y a pacientes que sufren patologías que interfieren con el desarrollo del niño. Durante las últimas dos décadas ha tomado mayor importancia la desnutrición de ciertos grupos de pacientes hospitalizados, que requieren de apoyo nutricional, especialmente de algunos grupos de patología de mayor riesgo.

En los últimos años, los trastornos nutricionales han presentado una incidencia elevada a nivel mundial, siendo los países subdesarrollados los más afectados; por lo tanto América Latina no escapa de esta situación y en particular Venezuela , por el deterioro socioeconómico que ha hecho que se incrementen las carencias nutricionales, resultando un problema evidente entre la población pobre y desfavorecida y su consecuencia repercute en millones de niños con malnutrición grave en todo el mundo. Se calcula que la malnutrición afecta a 50,6millones de niños de menos de cinco años en los países en desarrollo. Cada año mueren aproximadamente 10,6 millones de niños, siete de cada diez de estas muertes se deben a diarrea, desnutrición, sarampión, neumonía o paludismo (Asworth, 2004). El impacto de la desnutrición es tal, que se considera un problema de salud pública (Barón et al, 2007).

Por tal motivo la desnutrición es un estado patológico, inespecífico, sistémico y potencialmente reversible, originado como resultado de la deficiente presentación o utilización por las células del organismo de los nutrientes esenciales, y que se acompaña de diversas manifestaciones clínicas, cuyas características dependerán de los factores etiológicos, edad y estado general del paciente. Este estado morboso adquiere vital importancia en la infancia, ya que el 40% del desarrollo físico y cerebral del hombre ocurre durante los primeros años de vida, un déficit nutricional en esta etapa puede traer secuelas irreversibles que interfieran con su crecimiento, desarrollo y estilo de vida (Rojas, 1999). Los niños desnutridos son vulnerables a enfermarse porque su sistema inmunológico se encuentra deficiente, además presentan menor capacidad de aprendizaje y rendimiento escolar (Rivero et al, 2001). La Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en octubre del 2006, manifiesta sobre Venezuela: Luego de severas crisis sociopolíticas, la República Bolivariana de Venezuela entró en una fase de mayor estabilidad.

Se han realizado cambios en el marco legal e institucional, incluyendo la creación de un sistema para la protección de la niñez y adolescencia. Un 40% de la población tiene menos de 17 años de edad y 2,2% pertenecen a pueblos indígenas. Sin embargo con los avances significativos en la economía, dado a los altos precios del petróleo y al aumento de las exportaciones no tradicionales, el 60,1% de la población aún vive en condición de pobreza y 28,1% en pobreza extrema, presentando 21% de los niños y niñas menores de 5 años algún grado de desnutrición (Unicef, 2006). Existen diversos factores socioeconómicos que favorecen a la desnutrición infantil como: los hábitos y conductas alimentarías (la falta de la lactancia materna, el destete precoz, la transgresión alimentaria), la escasez en la disponibilidad de alimentos con nutrientes esenciales, los hogares

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