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Los ferreñafanos con su famosa dualidad, de creer en Dios y acudir al Brujo; reconocidos como el pueblo de la doble Fe y su tradicional festividad religiosa y a la vez festiva del Sr de la Justicia o Sr. del Arroz, casi en el ocaso por la crisis, no de fe si no de dinero, para hacerla grande y gozar como antaño. El Señor de Sican, despertado de su eterno sueño, muestra en su Museo un rostro perplejo ante el saqueo impune de su riqueza que nos legó y las mejores tierras de su inmensa comarca Batangrande y tierras comunales en manos de extraños y de muy pocos ferreñafanos. Un cura revolucionario, Casimiro Chuman, que dejo la sotana para defenderlos del abuso del poder y tan igual que al General Velasco, que con su Reforma Agraria las parcelas les adjudicó, no son conmemorados en su dimensión y en muchas oportunidades criticados.

Pero son las aguas lo que más nos tienen fregados, diría un buen ferreñafano. Pueblo agrícola, mayormente arrocero, pertenecen al sistema de riego regulado Taymi, que los abastece de agua para la campaña principal y los seis meses restantes del año, por falta de agua simplemente no las trabajan. Pero cuando riegan desperdician el agua con su tradicional método por inundación, pero a la vez salinizan sus tierras; pedirles la tecnificación del riego será de larga data, ya que ni siquiera se atreven aplicar la técnica de las secas intermitentes que reduce el consumo de agua e incrementa sus utilidades, prefieren seguir con su ancestral costumbre y como efecto soportan los zancudos que inundan la ciudad. Resulta paradójico que a nivel de valle ocupe el primer lugar en minifundio- que deviene en pobreza- y por falta de agua tenga más de 30,000 hectáreas de tierras comunales sin producción.

Con la presencia del Fenómeno “El Niño”, irrumpe siempre un viejo conocido como el “Rio Loco”, una corriente intermitente que se forma con las aguas de lluvias que caen en una amplia área conocida como “las canteras” y la planicie de la cordillera de cerros que corren paralelo al canal Taymi, sin cauce definido y con caudal impredecible que va creciendo con la persistente lluvia y la afluencia de corrientes internas de agua. La topografía del terreno induce su curso y su ruta hacia el norte. El año 1998, viejos lugareños y sectoristas de riego sostienen que discurrió más de 150 m3/seg., y con una corriente de agua arrasadora a la altura de Huanabal , atravesó y destruyó un tramo del canal Taymi, inundó una amplia franja de terrenos de cultivos y parte de su caudal ingreso al cauce de los drenes que sufrieron los efectos de su poder destructivo e impidieron que llegue a la ciudad de Ferreñafe; tal como lo hizo con el Fenómeno El Niño del año 1925. Esta amenaza natural y de curso impredecible pende sobre el destino de la ciudad de Ferreñafe. Cuidado con los efectos del Cambio Climático, se asegura que las lluvias y por ende los caudales de agua serán mayores, por lo que amerita estudiar su comportamiento hidráulico para plantear una solución técnica que anule la amenaza para convertirla en una fuente de agua.

El colmo! Los ferreñafanos no solo tienen un pésimo servicio de agua potable, por horas y poca presión, el agua que beben contiene en exceso cloro y flúor, que superan los límites máximos permisibles; en algunos sectores de la ciudad, la población para obtener un poco de agua recurre a prácticas ancestrales. La verdad que sorprende la capacidad de aguante del pueblo y al extremo que ni siquiera se han alarmado con el reporte del

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