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LA GESTION DE RESIDUOS DE LA INDUSTRIA PETROLERA


Enviado por   •  19 de Marzo de 2014  •  Síntesis  •  1.636 Palabras (7 Páginas)  •  280 Visitas

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LA GESTION DE RESIDUOS DE LA INDUSTRIA PETROLERA, LA INTERVENCION ENTRE LO POSIBLE Y LO DESEABLE, ENTRE LA NECESIDAD Y LA ETICA

"Art. 4. Prohibimos vaciar o arrojar a las calles y plazas de la citada villa

Y sus alrededores, basura, agua de colada, agua infectada o de

Cualquier otro tipo, así como retener en las casas durante

tiempo orines y aguas corrompidas o infectas; así, les

instamos a acarrearlas y vaciarlas de inmediato al arroyo

y echar luego un cubo de agua limpia para darles curso"

Edicto de noviembre de 1539, Francisco Rey De Francia

La actividad extractiva de petróleo ha sido y es fuente de conflicto permanente entre los diversos actores: los gobiernos, las comunidades y las empresas. Conflictividad que tiene tres ejes, la conflictividad entre la empresa y el estado por la participación económica de las utilidades económicas, la conflictividad con las comunidades locales y la conflictividad con los actores sociales sobre la conveniencia de la implantación de proyectos por la presión que ejercen éstos en el ecosistema, los impactos negativos en los recursos suelo, aire y agua y por el beneficio de los actores locales como partícipes de las utilidades, bien sea en trabajo, inversión o proyectos productivos.

América latina, presenta serias dificultades en la armonización de los tres actores, el estado como generador de política pública y ambiental está en contradicción permanente ya que necesita los recursos de la actividad petrolera y a su vez debe brindar respuesta a los actores locales, las empresas devienen actores perversos en tanto los fines de la mayor rentabilidad han ido en detrimento de los ecosistemas intervenidos y los actores sociales (comunidades, gobiernos locales, ONGS) no han logrado compromisos políticos de largo plazo sobre los recursos minerales. La pobreza como causante de la degradación ambiental por el aumento poblacional y la contaminación es un signo de la actividad extractiva.

En nuestra sociedad regida por el modo discursivo del capitalismo los ejes de la actividad son: la acumulación del capital, la producción de desechos y el crecimiento demográfico, en estos tres elementos discursivos difícilmente pueden armonizarse y vivirán en tensión permanente. El momento de Ecuador es diciente de dicho fenómeno, con un gobierno que plantea como objetivo fundamental de desarrollo cambiar la matriz productiva, de una economía extractivista hacia una economía industrial, paradójicamente acentuando el modelo que se quiere superar. El conflicto por la explotación del bloque ITT(Itshpingo-Tambococha-Tiputini, en el parque nacional Yasuní) es parte de dicha ambivalencia.

Los principios del desarrollo sostenible, se establecieron en 1980 y se perfeccionaron en la cumbre de Rio de 1992, en donde se difundió el objetivo de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras en satisfacer las suyas. A partir de allí se empezó a desarrollar acentuadamente en América Latina una política pública de gestión ambiental, basta rastrear en internet las fechas de promulgación de dichas políticas para dar cuenta de ello. Pero creo que no basta con hacer una lista taxonómica de deberes y recomendaciones, pienso que es necesario escudriñar en una teleología de lo que en occidente es el residuo, elaborar una teoría de la causa que permita estudiar en contexto los efectos y que redunde en una apuesta por al menos comprender el contexto histórico actual y haya una ganancia de saber, no solo en función del hacer, sino del repensar.

La historia de Occidente se podría rastrear por la historia del tratamiento de los desechos que produce. El siglo XVIII marcó el inicio del proceso de higienización, que contrario a lo que cabría suponer no es el derivado de los efectos de corregir las malas costumbres en materia de salubridad, sino que más bien deviene del proceso de la instauración de una nueva discursiva donde lo excrementicio deviene privado. Podemos hablar de la privatización del residuo, privatización que deviene en su consecuente valorización.

El renacimiento marca el abandono de la regla medieval de la ganancia moderada e implica el surgimiento de una nueva forma discursiva (la imprenta hace desperdicio de la lengua) en donde el residuo debe conseguir sublimarse con una nueva forma de placer, que es el enriquecimiento, la ideología de lo limpio no se separará de la ideología de la propiedad, es así que del humanismo del renacimiento nace la tendencia al desperdicio. En el siglo XVI empiezan a desaparecer los múltiples usos de los residuos humanos que eran usados para el bataneo, para desengrasar los vestidos, para la forja de sombreros, como abonos y de igual forma como productos cosméticos o medicinales. Después en el Siglo XVIII reaparecerán los usos medicinales de la orina, como retorno de lo reprimido durante dos siglos . En la privatización del residuo nace el perfume y el maquillaje como un subrogado de éste, como intento de neutralizar lo abyecto. En el discurso imperante de la época heces y dinero son metonímicos, así el imperativo de rentabilización va a recaer sobre las necesidades intimas del hombre.

La modernidad se funda así sobre un imperativo categórico : limpieza, orden y belleza. Si

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