La contaminacion auditiva. Regulación de la contaminación en Bogotá

Contaminación auditiva en Bogotá

Autor (es):

Carlos David Lombana Carreño

Mary Alejandra Ramírez

Presentado a:

Profesora Carolina Lozano

Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Facultad de Ciencias y Educación

Programa de Gestión Ambiental y Servicios Públicos

Materia de producción y comprensión de textos

Bogotá D.C

2015

Introducción

La contaminación auditiva es una problemática que experimentamos especialmente las personas que vivimos en grandes ciudades, en mi caso la ciudad de Bogotá D.C, esta problemática implica la generación de ruidos o sonidos a niveles extremadamente altos, los cuales afectan a la población de manera directa, causando de esta manera problemas auditivos y extra auditivos.

En la ciudad de Bogotá D.C. la contaminación auditiva se da debido a fuentes móviles (tráfico rodado, aéreo y perifoneos) y fuentes fijas (establecimientos comerciales, industrias, construcciones, etc.). La continua exposición a estos ruidos hace que las personas pierdan su tranquilidad y bienestar, generando condiciones de estrés, insomnio, ansiedad, depresión, cambios de comportamiento y bajos desempeños en las actividades que ejercen.

En base a lo anterior, se puede asegurar que esta es una problemática que afecta significativamente los comportamientos de los individuos además de su salud, ya que los acondiciona a una vida supremamente estresante y con muy bajos estándares de bienestar.  A lo que muy pocos reaccionan con la intención de contrarrestar la problemática, debido al mismo acondicionamiento en el que se encuentran; por ejemplo, si se impusiera una ley en la que se prohibiera las fiestas hasta cierta hora de la noche, perifoneos comerciales en las calles y tener vehículos chatarra en circulación, se encontraría una fuerte oposición de las personas, las cuales tienen el roll de emisor y receptor a la vez, su oposición se daría especialmente porque perderían algo que según ellos los beneficia más que la calidad de un ambiente tranquilo.

En la ciudad de Bogotá D.C. se cuenta con una serie de legislaciones que se encargan de limitar las emisiones de ruido por parte de fuentes móviles y fuentes fijas, pero en el campo de la aplicación su regulación más notoria se da en las fuentes móviles, principalmente en el tráfico aéreo, sector al cual se le hace una regulación un poco más extensa; pero en cuanto a trafico terrestre se pueden notar muchas irregularidades y ni que se diga a fuentes fijas.

Bajo este contexto se busca contextualizar a las personas en la problemática, a su vez generando conciencia y brindando una opción de vida mucho más favorable para su salud y bienestar; Desde la filosofía “el cambio empieza por uno mismo” (Gandhi,).

Primer capitulo

La Contaminación Auditiva

Es la presencia en el ambiente de ruidos o vibraciones, independientemente del emisor que las origina, los cuales implican molestias, riesgo o daño para las personas, para el desarrollo de sus actividades o para los bienes de cualquier naturaleza, o que causen efectos significativamente dañinos sobre el medio ambiente.

La contaminación auditiva se encuentra directamente relacionada con la expansión de las ciudades, donde las grandes concentraciones poblacionales, el transporte, las industrias y el comercio son las principales fuentes del ruido. Las personas que están sometidas a la contaminación auditiva pueden sufrir daños auditivos en diferentes grados, dependiendo de su exposición al ruido, así como también las diversas reacciones que puede experimentar cada individuo como: dolores de cabeza, irritabilidad, aumento de la presión sanguínea, trastornos del sueño, fatiga, entre otros.

El sentido que se ve afectado directamente es el oído, el cual por naturaleza es un sentido que nos mantiene prevenidos y alertas para detectar un peligro, por lo cual su sensibilidad hace que nuestro cerebro asimile que nos encontramos en un estado de constante tensión y peligro, lo cual hace que tengamos episodios de estrés, incluso si la persona se acostumbra y no lo nota.

Las fuentes móviles (tráfico rodado, tráfico aéreo, perifoneo) aportan el 60% de la contaminación auditiva, mientras que el 40% restante corresponde a las fuentes fijas (establecimientos de comercio abiertos al público, pymes, grandes industrias, construcciones, etc.).

La contaminación auditiva en la ciudad de Bogotá se debe en gran parte al crecimiento poblacional exponencial que se está dando en las últimas décadas, crecimiento que se da en concordancia con el del parque automotor de la ciudad. Torrez Gonzales (2011) según estudios basados en las estadísticas del ministerio del transporte aseguro “El crecimiento de los vehículos particulares (automóviles, camperos, camionetas) es supremamente veloz, aumentando en número superior a las 100.000 unidades anuales durante los tres últimos años”. En la actualidad la cifra de 100.000 carros anuales ha incrementado en un 40% según los registros del RUN, entidad encargada del registro de las matriculas de todo vehículo que transita por las calles de la ciudad.

En cuanto a las fuentes fijas (establecimientos de comercio abiertos al público, pymes, grandes industrias, construcciones, etc.) se puede decir que los daños provocados por los emisores se siguen manteniendo y que varían según la temporada del año (MAVDT, 2006). La variación de la que se habla radica en el comercio ya que en temporadas como mitad de año y final de año el comercio está en su momento más activo del año y por tal razón se genera competitividad entre los ofertantes por fidelizar el clientelismo y lo hacen mediante parlantes, perifoneos, anuncios y música estruendosa en las calles; Además también por estas temporadas la gente acostumbra a llevar a cabo un mayor número de celebraciones donde se vincula directamente la música a elevados volúmenes hasta muy altas horas de la noche.

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