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Libertad Humana


Enviado por   •  1 de Marzo de 2014  •  1.342 Palabras (6 Páginas)  •  405 Visitas

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Definiciones y distinciones de la libertad humana.

Recuerda que la libertad es uno de los regalos más grandes que se nos ha dado, saber hasta dónde y hasta cuándo somos libres es lo más importante. Un ser humano puede considerarse pleno cuando sabe utilizar su libertad y sabe los límites que esta tiene.

La vida espiritual alcanza su madurez cuando tiene la percepción de que existen normas morales no impuestas desde fuera, sino escritas en su corazón; exigencias de su mismo ser, de él mismo como individuo. El libro en el que están escritas las normas morales es la persona misma. Aprender a leer en uno mismo es el producto de una reflexión, de una profunda meditación sobre el hombre. Cuando se reflexiona sobre las actividades que constituyen la trama de nuestra historia cotidiana, de inmediato se observa que son muy diversas y van desde las más elementales como comer, jugar, leer el periódico, hasta las más elaboradas, como leer una página de Platón, entre otras muchas. Si se profundiza un poco más, se ve que todas las actividades humanas pueden reducirse a tres tipos: actividades físicas, actividades espirituales y actividades psíquicas.

Las primeras tienen lugar sólo en el ser humano; las segundas son por completo del ser humano (por ejemplo, hay en el ser humano una actividad cardiaca de la que no se es consciente; por el contrario, el acto de tomar una decisión es completamente humano). Las actividades psíquicas se sitúan en el punto en el cual las otras dos se cruzan: son las pasiones. El hombre tiene miedo, desea, etc. Estas manifestaciones no son ni puramente espirituales ni puramente físicas. Por lo tanto, la experiencia cotidiana nos indica que en el hombre existe una pluralidad en la unidad, es decir, una pluralidad de actividades en la unidad de un mismo sujeto.

Si se compara el cuerpo humano con el cuerpo animal, se observa que en el fundamento son idénticos debido a su estructura bioquímica. Sin embargo, son también profundamente diferentes. El cuerpo humano se eleva en el interior ha- cia la dignidad de la persona y se convierte en parte constitutiva de ella; es decir, el espíritu lo hace ser.

Todo esto nos lleva a considerar la percepción clarísima de la dignidad singular de la persona.

Una de las vías más simples para llegar a la intuición del ser personal es la reflexión sobre el acto libre. Lo que se siente espiritualmente cuando se realiza un acto libre, es que la persona es causa de ese acto. Esto es tan cierto que sólo la persona puede asumir la responsabilidad de ello. La experiencia nos dice además que “ser causa de...” significa “ser el origen de...” en el sentido de que aquello de lo que se es causa, depende de la persona en cuanto al ser. El acto realizado tiene lugar, porque es actualizado por la persona.

Se debe recordar que la experiencia interior nos dice que hay una diferencia entre el acto de la inteligencia y el acto de la voluntad, entre entender y que- rer. La voluntad pone a la persona en una actitud de movimiento hacia lo que quiere, de tensión dinámica hacia la realidad. La raíz de este movimiento de la voluntad es la bondad y el valor del ser, que previamente ha sido entendido por la inteligencia. Su bondad y su valor constituyen una fuerza de atracción que mueve nuestra voluntad.

Ahora bien, ante esta fuerza de atracción que desencadena un movimiento en nuestra voluntad, ésta puede activarse según tres disposiciones o modalidades: la hedonista, la utilitarista y la opción ética.

Se llamará modalidad hedonista a aquella actitud de la voluntad por la cual ésta se mueve hacia una realidad que se presenta placentera para la persona. Esta actitud puede describirse con la siguiente expresión: ¡Qué placer me proporciona que existas y que pueda ser para mí motivo de goce!

La modalidad utilitarista, en cambio, es aquella actitud de la voluntad por la cual ésta se mueve hacia una realidad que se presenta útil para la persona. Esta actitud de la voluntad se puede describir con la siguiente expresión: ¡Qué útil resulta que existas para mí!

La modalidad ética es aquella actitud de la voluntad por la cual ésta se mueve hacia una realidad que se presenta como buena para la persona y con independencia de todo placer o utilidad. La actitud de la voluntad ética frente a la reali- dad puede describirse a través de una expresión

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