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MAQUIAVELO (Florencia 1469-1527)


Enviado por   •  1 de Julio de 2017  •  Resúmenes  •  6.855 Palabras (28 Páginas)  •  354 Visitas

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MAQUIAVELO (Florencia 1469-1527)

A mediados del siglo XV hubo un tremendo desarrollo del poder monárquico en casi toda Europa occidental. En todos los reinos creció el poder regio a expensas de las instituciones rivales –nobleza, parlamentos, ciudades libres o clero– y en casi todos los países el eclipse del sistema representativo medieval fue permanente. Sólo en Inglaterra la duración relativamente breve del absolutismo de la dinastía Tudor permitió que se conservase la continuidad de la historia parlamentaria. El cambio, tanto por lo que hace al gobierno como a las ideas relativas a él, fue enorme. El poder político que había estado en gran parte disperso entre feudatarios y corporaciones, se condensó rápidamente en manos del monarca, que por el momento, fue el principal beneficiario de la creciente unidad nacional. La concepción de un soberano que es la fuente de todo poder político –concepción que habían sostenido un puñado de juristas influidos por el derecho romano imperial y los partidarios extremistas del papado, que la habían transformado en teoría del derecho divino de los papas– pasó a ser en el siglo XVI una forma común de pensamiento político.

En los años iniciales del siglo XVI la monarquía absoluta había llegado –o estaba llegando rápidamente– a ser el tipo predominante del gobierno de Europa occidental. Derrocó el constitucionalismo feudal y las ciudades-estados libres, en los que se había basado gran parte de la civilización medieval (a principios del siglo XVI había en Europa unas quinientas unidades políticas independientes). La Iglesia  pasó a ser –lo que no había sido nunca hasta entonces para el pensamiento cristiano– una asociación voluntaria o un socio del gobierno nacional.

Sin embargo, en la época en que escribía Maquiavelo, Italia estaba dividida en cinco estados independientes: el reino de Nápoles, el ducado de Milán, la república aristocrática de Venecia, la república de Florencia y los estados pontificios. Como la mayor parte de los italianos de su época, Maquiavelo consideraba que la Iglesia era especialmente responsable de la desunión de Italia. Demasiado débil para unir Italia, el papa era, sin embargo, suficientemente fuerte para impedir que ningún otro gobernante la uniera, en tanto que sus relaciones internacionales le hacían ser el iniciador de la viciosa política de invitar a la intervención extranjera. Ésa es la razón de la amarga ironía que emplea Maquiavelo al atacar con frecuencia a la Iglesia.

Nicolás Maquiavelo fue un diplomático, funcionario público, filósofo político y escritor florentino. Fue asimismo una figura relevante del Renacimiento italiano. Sus obras políticas más importantes fueron: El príncipe y los Discursos sobre la primera década de Tito Livio.

El príncipe es un tratado de doctrina política escrito por Maquiavelo en 1513 mientras se encontraba confinado por la acusación de haber conspirado en contra de los Médici. Trata de las monarquías o gobiernos absolutos, mientras que los Discursos, escritos prácticamente al mismo tiempo que El príncipe, se ocupan principalmente de la expansión de la república romana. Estos libros pertenecen más bien a la literatura diplomática, que es propensa a exagerar la importancia del juego por el juego, y a reducir al mínimo la que corresponde a las finalidades por las que es de presumir se juega. Da por supuesto que la política es un fin en sí, y no un medio para alcanzar beneficios sociales. Maquiavelo escribe únicamente acerca de la mecánica del gobierno, de los medios con lo que se puede fortalecer al estado, de las políticas susceptibles de aumentar su poder y de los errores que llevan a su decadencia o ruina. La finalidad de la política es conservar y aumentar el poder político, y el patrón para juzgarla es su éxito en la consecución de ese propósito. Se limitaba a abstraer la política de toda consideración y escribe de ella como si fuera un fin en sí misma. El éxito justifica los medios.

Maquiavelo separa la conveniencia política de la moralidad. Marsilio defendía la autonomía de la razón haciendo ultramundana la moral cristiana; Maquiavelo la condenaba precisamente por ser ultramundana, y creía que las virtudes cristianas producían un servilismo de carácter, contrastando el cristianismo desfavorablemente a este respecto con las religiones más viriles de la antigüedad:

“Nuestra religión coloca el supremo bien en la humildad, la abnegación y el desprecio de las cosas mundanas, en tanto que la pagana, por el contrario la ponía en la grandeza de ánimo, la robustez corporal y todas las demás cualidades que hacen fortísimos a los hombres. A mi juicio, esa manera de vivir ha hecho a los pueblos más débiles y les convierte en fácil presa de los hombres malvados, que pueden manejarles con seguridad, ya que ven a la mayoría de los hombres más dispuestos con objeto de ganar el Paraíso y a sufrir injurias que a vengarlas”.

Discursos II, 2.

Maquiavelo nunca duda en pronunciar juicios severos respecto de los estadistas que permiten que sus estados se debiliten. Sus juicios se formaban empíricamente por la observación de los gobernantes que había conocido o por el estudio de ejemplos históricos. Pero su empirismo era de sentido común o de astuta previsión práctica y no un empirismo inductivo dominado por el deseo de comprobar teorías o principios generales.

Tras casi todo lo que dijo Maquiavelo acerca de la política práctica estaba el supuesto de que la naturaleza humana es esencialmente egoísta, agresiva y ambiciosa, y de que los motivos reales en los que tiene que apoyarse un estadista, tales como el deseo de seguridad de las masas y el deseo de poder de los gobernantes, son de ese carácter. Maquiavelo no llega a hacer una teoría psicológica general de la conducta, sin embargo, hace observar a menudo, que los hombres son por lo general, malos y que el gobernante prudente debe basar su política en ese supuesto. Insiste en que el gobierno que quiera tener éxito debe aspirar ante todo a la seguridad, a la propiedad y a la vida, ya que estos son los deseos más universales que hay en la naturaleza humana. Este aspecto del pensamiento de Maquiavelo, completado por una psicología sistemática que lo explica y justifica, se convierte en la filosofía política de Hobbes.

Así, pues, en Italia el problema consiste en fundar un estado en una sociedad corrompida y Maquiavelo estaba convencido de que en tales circunstancias no era posible que ningún gobierno eficaz, salvo la monarquía absoluta. Esto explica por qué era la vez un admirador entusiasta de la república romana y un defensor del despotismo. Maquiavelo entiende por corrupción en general, aquella decadencia de la virtud privada y la probidad cívica y la devoción que hace imposible el gobierno popular. Creía en una posible forma republicana de gobierno en Suiza y algunas partes de Alemania, donde se había mantenido una vida cívica vigorosa, pero no ocurría lo mismo en Italia.

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