ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

OVNI, Incógnita O Realidad

Crushero7716 de Noviembre de 2014

3.581 Palabras (15 Páginas)223 Visitas

Página 1 de 15

INTRODUCCIÓN

Siempre he pensado que la mejor manera de aprender y profundizar sobre un tema no es leer un libro sino tratar de escribirlo. Enfrentarse ante la hoja en blanco –aunque sea en la pantalla de un ordenador– y tratar de plasmar algo de una manera respetuosa y digna con el lector, obliga a hacer un esfuerzo intelectual de recopilación de fuentes, estructuración de ideas y de desarrollo de planteamientos e hipótesis propias.

De esta manera, el acto de escribir se transforma así en un proceso, quizás no de investigación, pero sí de especulación en la que se pueden llegar a plantear nuevas perspectivas y, por qué no, alcanzar conclusiones insospechadas.

Contribuir aunque sea modestamente al estudio del Fenómeno OVNI es así uno de los objetivos de este ensayo. Y ya me dirán ustedes si lo consigo.

Adelanto, no obstante, que nadie espere a estas alturas un trabajo revolucionario.

Grandes autores e investigadores han demostrado con sus trabajos que este es un fenómeno con un significado mucho más complejo del que la cultura popular puede sugerir. Al final del libro podrán disfrutar de una bibliografía de aquellos autores en los que me he apoyado para profundizar en los muy distintos temas, así como de aquellos locutores (La radio es un medio que ha jugado un papel

fundamental en esto que hemos venido en llamar “misterio”) que a través de su voz han sido capaces de plantear perspectivas enriquecedoras sobre lo insólito.

También me gustaría remarcar que el planteamiento inicial de este ensayo dista mucho de lo que finalmente tienen ustedes en sus manos. Me explico.

Cuando me plantee escribir un ensayo sobre los OVNIs, consideraba fundamental tratar de entrevistarme con personas que hubieran tenido algún tipo de experiencia que se pudiera catalogar como una aparición o encuentro OVNI de algún tipo. Cualquier disciplina exige ser apoyada por una investigación empírica que permita contrastar cualquier hipótesis que sea planteada. No se ve con simpatía que investigadores de salón se dediquen a la producción de conocimiento sin verse acompañado de un riguroso trabajo de campo y/o experimental. Contradictoriamente esta propuesta no va a discurrir por ese camino. Y asumo el criticismo que mi postura puede despertar. Intentar investigar desde el confort de la mesa camilla no sea la mejor manera de enfrentarse con un fenómeno tan esquivo y elusivo como éste. Pero algo me ocurrió en el camino y decidí aplicar un enfoque alternativo.

Cuando uno repasa la abundante literatura sobre la casuística OVNI, uno se topa de manera sistemática con cientos de relatos preñados de extrañeza y en la mayoría de los casos sin ningún tipo de sentido. Sin embargo, esta abundancia de testimonios contrasta con una extrema aridez en el campo de las pruebas materiales. De hecho, sorprende que ante un fenómeno que partimos que es real y existe, no se encuentran pruebas fehaciente que demuestre la naturaleza objetiva del fenómeno. Insisto: ninguna. Hay testimonios apasionantes, anomalías en ciertos registros y sí existen fenómenos inexplicables, los cuales tienen el valor que tienen: no pueden ser explicados.

Hace ya muchos años cuando aun cursaba la carrera de Sociología, unos compañeros nos planteamos un curioso experimento. Queríamos reproducir la dinámica social y mediática de un avistamiento OVNI. Nuestro objetivo era acordar un testimonio tipo, darlo conocer a los medios de comunicación y analizar cual era su evolución partiendo de que nosotros éramos la propia fuente. Cualquier distorsión, en un sentido u otro, sólo nosotros seríamos capaces de calibrarla. Al final nos pudo cierta sensación de decoro y no realizamos el experimento pero no hizo falta ponerlo en práctica para demostrarnos a nosotros mismos que nuestro calculado testimonio sería irrefutable. Nadie podría demostrar que lo que afirmábamos no era cierto. No se puede no demostrar que algo no ha pasado. Esta ausencia de falsabilidad de los avistamientos OVNI o los llamados encuentros cercanos es una constante en la mayoría

de los casos estudiados donde efectivamente sólo nos queda jugarlo todo a la credibilidad del testigo que afirma haber experimentado un encuentro con lo inaudito. Este factor constante en las apariciones OVNI lastra y frustra cualquier investigación científica y positivista que se quiera hacer del fenómeno.

A la hora, pues, de plantear este ensayo, apoyándose en el abundante trabajo de investigadores y ufólogos solventes, uno decide que quizás no vale la pena transitar por esa senda de nuevo. Creo que se debe acordar que existe una dimensión inasible del fenómeno que no permite su estudio material. De hecho, esto quizás pueda ser un punto de partida para desarrollar una perspectiva desde la filosofía en general y la metafísica en particular que permita ahondar más en la reflexión que en la recopilación a granel de unos casos que creo que no se puede dudar de su existencia en un plano perceptivo y psicosocial pero que tenemos muchos problemas al abordarlo de una manera objetiva. Además no voy a esconder que también me he visto ante un dilema literario o de estilo. (Insisto este texto es un ensayo, no una investigación científica.) La reconstrucción sistemática de casos OVNI para ilustrar uno u otro punto,

puede trasladar al lector una sensación de absurdo permanente. Recopilar casos OVNI no dista mucho a veces de recopilar sueños. A uno le invade enseguida una sensación de arbitrariedad e inconsistencia que acaba por jugar muy en contra de la atención del lector. Es algo que en este ensayo he intentado conscientemente evitar. Y sin más preámbulos, les dejo con este trabajo, que quizás no ofrezca las respuestas definitivas que todos buscamos sobre el Fenómeno OVNI pero sí que sirva para plantearnos preguntas más acertadas. Gracias por acompañarme.

BREVE ETIMOLOGÍA DE LO OVNI

OVNI: 1. m. Objeto al que en ocasiones se considera, según la ufología,

como una nave espacial de procedencia extraterrestre.

DRAE

Uno de los lugares comunes en cualquier debate ufológico es reivindicar la literalidad del término OVNI. Es decir, pensar que cuando hablamos de OVNI nos referimos exactamente a un Objeto Volante No Identificado. Es decir, cualquier cosa que observemos en los cielos que no seamos capaces de identificar de una manera convencional. Pero si nos atenemos estrictamente a esa definición de la OVNI ni yo estaría escribiendo este libro ni usted lo estaría leyendo ni la ufología no existiría como tal. Esta acepción de OVNI aunque socorrida no recoge los poderosos significados que giran alrededor del concepto de OVNI y que van mucho más allá de la idea un objeto no identificado en el cielo.

Cuando alguien habla de OVNIs, lee un libro, escucha un programa de radio o se menciona en una novela entendemos que detrás de esas siglas se esconde a grandes trazos la idea de que unas entidades no humanas dotadas de una tecnología ultra-avanzada nos visitan e interactúan con nosotros. Y esta es la definición amplia en la que nos vamos a centrar en los próximos capítulos al hablar de OVNIs. De hecho, muchos de los razonamientos que voy a intentar desarrollar en las siguientes páginas van a centrarse más en

los llamados “encuentros de tercer tipo” donde existe un reconocimiento o una interacción directa con naves o tripulantes, y no tanto en la percepción de cosas no identificadas en el cielo que suele tener un carácter más ambiguo y fugaz. Aunque no podemos olvidar que el génesis oficial de lo OVNI surge ni más ni menos del testimonio de un piloto que presencia desde su avioneta precisamente eso: objetos volantes no identificados. Pero enseguida veremos cómo en cuestión de semanas esa literalidad de significado se vería completamente superada por una reinterpretación mucho más compleja. Y ya adelantamos que incluso cuando a lo largo del ensayo planteemos hipótesis que superan nuestros esquemas cognitivos y nuestras dimensiones espacio-temporales seguiremos recurriendo al término OVNI que aunque podría parecer limitativo, es un término evocador y que de una manera dinámica podemos asociar a todo aquello que supone una ruptura de nuestra realidad. Dejamos abierto el debate si quizás sería necesario acuñar un nuevo término que nos ayude a superar ciertas preconcepciones sobre lo OVNI, facilitar el estudio del mismo y redefinir el concepto en relación con una cultura popular que sigue anclada en 1947. (Existe también cierta polémica etimológica si procede, o no, usar el anglicismo “ufología” — derivado del acrónimo inglés “Unknown Flying Object” — o si bien deberíamos hablar de Ovnilogía (O incluso el novedoso agnoptenología, neologismo acuñado por Felix Ares y Juan Carlos Imar) que se entiende como el término legítimo a usar en lengua castellana para denominar el estudio y a los estudiosos de lo OVNI, pero a lo largo de este trabajo hemos optado por recurrir al término más popular de “ufología”. Esperamos que tanto la RAE, como algunos ovnílogos no nos lo tengan en cuenta.

1947: AÑO CERO

Volaban erráticamente, como un plato lanzado al agua

Kenneth Arnold

Se puede discutir como afirman algunos autores que los OVNIs se están manifestando desde el albor de los tiempos. Hay constancia de observaciones inexplicables en los cielos en periódicos estadounidenses del siglo pasado, en relatos medievales de Centro Europa o incluso en textos sagrados de culturas tan alejadas como la india o la judeocristiana. Sin embargo, la ufología y el concepto de OVNI como tal, nacen en 1947 con el célebre avistamiento de Kenneth Arnold, que se

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (23 Kb)
Leer 14 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com