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PROCESO DE COMUNICACIÓN ENTRE LOS USUARIOS CON DISCAPACIDAD AUDITIVA Y LOS PROFESIONALES DE LA SALUD QUE LABORAN EN EL SERVICIO DE MEDICINA FÍSICA Y REHABILITACIÓN DEL HOSPITAL CENTRAL DE MARACAY, ESTADO ARAGUA.


Enviado por   •  17 de Diciembre de 2017  •  Trabajos  •  7.115 Palabras (29 Páginas)  •  326 Visitas

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPUAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES

“RÓMULO GALLEGOS” (UNERG)

MARACAY EDO. ARAGUA

AREA DE CIENCIA DE LA SALUD

PROCESO DE COMUNICACIÓN ENTRE LOS USUARIOS CON DISCAPACIDAD AUDITIVA Y LOS PROFESIONALES DE LA SALUD QUE LABORAN EN EL SERVICIO DE MEDICINA FÍSICA Y REHABILITACIÓN DEL HOSPITAL CENTRAL DE MARACAY, ESTADO ARAGUA.

(Trabajo Especial de Grado Presentado como requisito para optar al Título de Licenciadas en Enfermería)

Julio, 2016

CAPITULO I

Planteamiento del Problema

El ser humano pasa por varias etapas a lo largo de su desarrollo, desde la etapa pre-natal hasta el nacimiento pueden ocurrir anomalías que atrofian el desarrollo o la maduración completa en cualquier órgano de la persona genera discapacidad de algún tipo. Sin embargo, se destaca que la discapacidad de los seres humanos no solo se produce en la etapa pre- natal, ya que algunas veces ocurren accidentes o alteraciones en las etapas de niñez e incluso adulta que producen discapacidades permanentes o de tiempo determinado en el individuo.

Se señala pues que según la Ley para Personas con Discapacidad (2007) (p.01), en su Art. 5 la discapacidad es la condición compleja del ser humano constituida por factores biosicosociales, que evidencia una disminución o supresión temporal o permanente, de alguna de sus capacidades sensoriales, motrices o intelectuales que puede manifestarse en ausencias, anomalías, pérdidas o dificultades para percibir, desplazarse sin apoyo, ver u oír, comunicarse con otros, o integrarse a las actividades de la vida familiar y social, sin que ello implique necesariamente incapacidad o inhabilidad para insertarse socialmente.

En referencia a lo antes expuesto existen diversos tipos de discapacidad, estas pueden ser visuales, orales, mentales, auditivas, entre otras. Al definir la discapacidad auditiva, se menciona pues que es aquel trastorno sensorial caracterizado por la pérdida de la capacidad de percepción de las formas acústicas, producidas ya sea por una alteración del órgano de la audición o bien de la vía auditiva. (Ríos, 2001) (p.02).

Reforzando lo mencionado anteriormente, que la disminución de las capacidades o funcionamiento de un órgano del cuerpo humano pueden ser congénitos o adquiridos, algunos autores señalan que además son frecuentes las dificultades en el equilibrio y coordinación general, aduciendo entre otras como posibles explicaciones para ello: defectos vestibulares, neurológicos, la privación del sonido como incentivo y guía del movimiento, la ausencia de relación verbal con el movimiento y sobreprotección de los padres (Toro y Zarco, 1995) (p.03).

Destacando que el órgano acústico se encuentra estrechamente relacionado con otras funciones anexas de la motricidad y equilibrio del individuo, es por ello que se ve afectada el habla de la persona que presenta dicha discapacidad.

Si bien es cierto que tradicionalmente se ha entendido que una persona con deficiencia auditiva es aquella que, a causa de una determinada pérdida auditiva, tiene problemas para la comunicación, necesitando una intervención especializada, del mismo modo hay que hacer énfasis en la deficiencia, se hace más hincapié en las características culturales que conlleva la discapacidad auditiva y que, básicamente, son el empleo de un lenguaje de señas y de una cultura visual enlazada con este tipo especial de lenguaje (Valmaseada, 1995) (p.04) debido a que la cantidad de funciones que se ven afectadas en la mayoría de los casos, (oído, habla), queda el campo visual en condiciones óptimas para comunicarse así como el uso de las señas, permitiendo que el individuo afectado pueda desarrollarse socialmente de manera completa.

Por otra parte, la World Federation of Deaf (WFD), citado por Xunta de Galicia (2003) (p.05), señala que 278 millones de personas en todo el mundo presentaban una pérdida de audición severa en ambos oídos, y se estima que la prevalencia de hipoacusia severa o profunda en el neonato del 1 por mil, que se eleva al 5 por mil cuando se incluyen todos los grados de hipoacusia. Además, Jokien (2010) (p.06) expresa que en España, existen alrededor de 2.000 personas hospitalizadas con problemas auditivos, de los cuales mitad presentaban una sordera neurosensorial bilateral profunda. Por otro lado y según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2010) (p.07) en México existen 400 mil personas padecen de discapacidad auditiva total, pues, cada año nacen entre dos mil y seis mil individuos con discapacidad auditiva congénita.

En Venezuela, de acuerdo al censo 2001 desarrollo por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE, 2007) (p.08), existía un total de 907.698 personas con discapacidad auditiva, es decir, un 3.67% de la población. Sin embargo, existen otras cifras, como las emitidas por el Programa de Atención en Salud para las personas con discapacidad del Ministerio del Poder Popular para la Salud (PASDI¬/MMPPS, 2006) (p.09), señalan que en el año 2006 existían tres millones quinientas (3.000.500) personas con discapacidad, es decir, que según los datos aportados se considera que el 15% de la población venezolana posee alguna discapacidad de tal forma que la discapacidad auditiva constituye parte de la misma aunque en una minoría, pero que no escapan de presentar desequilibrio en su estado de salud, aumentando así la necesidad de implementar estrategias especiales para atender a este tipo de pacientes.

Por otro lado, según las estadísticas emitidas por el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS, 2011) (p.10) de una población conformada por 28 millones de habitantes, aproximadamente 50.000 son sordos, a pesar de estas estadísticas constituyen la tercera minoría lingüística autóctona del país y existe un promedio de 10% de personas que son hospitalizados que padecen problemas auditivos.

De igual manera, es importante mencionar que la comunicación es un factor clave para la atención de los pacientes, entonces, la comunicación efectiva con los pacientes sordos es importante en el cuidado de la salud, debido a que una comunicación inadecuada puede llevar a diagnósticos erróneos y tratamientos equivocados (Meador & Zazove, 2005) (p.11) se considera necesario, mantener una comunicación apropiada, con los pacientes que presentan

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