Patología neurológica y proceso cognitivo: revisión sobre la esquizofrenia

Patología neurológica y proceso cognitivo: revisión sobre la esquizofrenia^[a]

Preciado-Sánchez  Marieliza^[b]

Centro Universitario de Sonora

Resumen^[c]

 El objetivo de este trabajo es exponer datos recopilados sobre la esquizofrenia; desde información básica como la definición, características y síntomas, hasta la relación que existe entre las alteraciones neurológicas y el deterioro de los procesos cognitivos. Esto con el fin de comprender de una manera amplia dicha enfermedad, ya que aun con el paso del tiempo no se ha terminado de identificar los daños que ocasiona en los diferentes ámbitos de la persona.  

Introducción^[d] 

        La esquizofrenia es una enfermedad que ha sido diagnosticada desde siglos pasados, es un trastorno ubicado dentro de las enfermedades psicóticas, por lo que comparte sintomatología con otros trastornos, además la esquizofrenia se divide en subtipos en consecuencia  provoca una difícil diferenciación. Por lo tanto es importante conocer las diferentes características con las que cuenta para así realizar un diagnóstico acertado. De igual manera, es importante conocer los daños que ocasiona en la persona ya sea a nivel conductual, cognitivo y neurológico, así como  conocer la funcionalidad que se puede llegar a tener. Es por eso que el objetivo del presente ensayo es el de definir los antecedentes, características principales, subtipos, síntomas, prevalencia, etiología, daños a nivel cerebral  así como la afectación de los procesos cognitivos.

Desarrollo^[e]

1.Histórico

        En siglos pasados la esquizofrenia no era conocida como tal, a finales del siglo XIX Kraepelin la llamó dementia praecox (demencia precoz), debido a que a que la enfermedad se presentaba en etapas temprana de la vida como lo era la adolescencia. (Álvarez, & Colina, 2011). Sin embargo no fue hasta 1908 que por primera vez Eugen Bleuler utilizó el término de esquizofrenia.

2.Definición, sintomatología  y características

        El término esquizofrenia denota un trastorno mental grave y prolongada que se manifiesta por una amplia variedad de alteraciones de pensamiento, lenguaje y conducta. (Goldman, 2001, p.285). Este término más que enfermedad se considera como un grupo de trastornos con cuadros sintomatológicos similares que afectan el pensamiento y por lo tanto la funcionalidad de la persona que lo padece, así como la disminución drástica del desempeño laboral, social y  relaciones interpersonales.

Para comprender la sintomatología del paciente esquizofrénico se estila la división entre síntomas positivos y negativos, los primeros reflejan comportamientos psicóticos, como lo son las alucinaciones, delirios, trastornos del pensamiento, trastorno del movimiento. Los síntomas negativos que son un déficit de la funcionalidad, son asociados con la interrupción de las emociones y los comportamientos anormales como lo son la pobreza de lenguaje, pérdida de energía, además de no tener motivaciones o sentimientos de placer.  (National Institute of Mental Health, 2011). Ambos afectan el pensamiento, la percepción y las emociones, mientras que la conciencia y la capacidad intelectual permanecen igual, sin embargo existen casos donde con el paso del tiempo se presentan deterioros en el área cognitiva.  La esquizofrenia forma parte de los trastornos psicóticos, estos afectan el pensamiento y la percepción.” Dentro de los trastornos psicóticos, la esquizofrenia es uno de los más severos por el efecto que tiene en la vida diaria de quien lo padece.” (Sarason y Sarason, 2006, p.374).

 El término psicótico se refiere a la presencia de alucinaciones e ideas alucinantes en un estado de ausencia de la conciencia. (DSM-V, 2013). Para definir a estos  trastornos psicóticos el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales volumen V (2013) en contraste con lo expuesto en sintomatología divide en cinco anomalías o dominios: delirios, alucinaciones, pensamiento desorganizado, comportamiento motor muy desorganizado o anómalo y síntomas negativos. A continuación serán descritas dichas anomalías.

Los delirios son creencias fijas que no están sujetas al cambio. Existen seis diferentes temas para este tipo de anomalía de los cuales el más común son los persecutorios donde el paciente cree que va a ser perjudicado o acosado; las referenciales son aquellas donde el paciente tiene la creencia de que todo lo que pasa a su alrededor lo apunta a él, es decir que comentarios y acciones del exterior son sobre él. A su vez las referenciales pueden tener diferentes tipos como el de grandeza donde el sujeto cree que posee habilidades, riqueza o fama excepcionales; los erotomaníacos son delirios donde los pacientes creen firmemente que otra persona está enamorado de él o ella; las nihilistas son sobre la convicción que sucederá una gran catástrofe; los somáticos se centran en preocupaciones referentes a la salud.

Las alucinaciones son otro tipo de anomalía donde se dan percepciones que tienen lugar sin la presencia de un estímulo externo. Son vívidas y claras, con toda la fuerza y el impacto de las percepciones normales, y no están sujetas al control voluntario.  Pueden darse en cualquier modalidad sensorial, pero las alucinaciones auditivas habitualmente se experimentan en forma de voces, conocidas o desconocidas que se perciben como diferentes del propio pensamiento. Se pueden dividir en dos: hipnagógicas que se dan al dormir o hipnopómpicas que son al despertar.

Al igual que las alucinaciones el pensamiento desorganizado forma parte de las anomalías. El pensamiento desorganizado  habitualmente se infiere a partir del discurso del individuo. El sujeto puede cambiar de un tema a otro, las respuestas a preguntas pueden no estar relacionadas, el discurso suele estar desordenado pero entendible.

Otra anomalía es el comportamiento motor muy desorganizado o anómalo que suele manifestarse de diferentes formas, pueden ser problemas para llevar a cabo cualquier tipo de comportamiento dirigido a un objetivo, suele tener dificultades para realizar actividades cotidianas.

 Al igual que otros autores el DSM-V también considera a los síntomas negativos como parte de las anomalías principales. Estos síntomas son la razón la cual la morbilidad existe en la esquizofrenia. Dentro del trastorno de esquizofrenia existen dos síntomas negativos más persistentes: expresión emotiva disminuida, la cual consiste en la disminución de la expresión de emociones ya sea de forma facial, movimiento ocular, prosodia así como el movimiento de manos. La abulia también es un síntoma negativo, el cual consiste en la disminución de las actividades que se hacían por iniciativa propia o motivadas por un propósito.

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