Pedagogía

UN CAMBIO INESPERADO……

Luego de un largo camino en autobús atravesando la ciudad para iniciar mi diaria y consagrada labor de orientar a mis estudiantes en una emocionante aventura de aprendizaje de ciencias naturales, llegamos a un ritual tan sagrado en nuestro colegio como son la reuniones diarias desde las 10:30 a 11:30 para luego darnos un pequeño descanso durante el espacio del almuerzo y una pequeña sección de tertulia entre las 11:30 a 12:10, en donde inician a llegar aquellas personitas que llenan nuestros momentos de muchas emociones, risas, tristezas, mal genio, ternura, etc.

Este día iba a ser diferente, era un jueves 18 de noviembre, lleno de neblina originado por el intenso invierno que golpeaba desde hace varios días atrás; con un ambiente de fuertes olores que eran emanados del humedal cercano al colegio, que es muy hermoso en época seca y donde logras transportarte a un ambiente tan natural que conoces especies nuevas de aves, ardillas, ratas de agua, pequeñas serpientes, logrando desconectarme de la ciudad contaminante y llena de ruidos, es un lugar que está en la ciudad pero cerca a una reserva natural como es un humedal.

Durante el transcurso de la mañana durante la tradicional reunión de docentes donde estábamos contemplando el ritual magno de preparación de Comité de Evaluación del tercer trimestre mientras sufríamos intentando convencer a los estudiantes de la importancia de mejorar su rendimiento; las directivas revoleteaban en la sala de enseguida, era algo novedoso que rompía con lo tradicional de cada día, las coordinadoras entraban y salían de la oficina intocable del rector, quien poco sale de allí y se podría decir que tocaba empezar adivinar diariamente si se encontraba o simplemente asomarnos por el ventanal de la sala de profesores y detectar si uno de sus carros se encontraban; de esa oficina se comenzó a ver el desfile de la secretaria; esto inicio a inquietar a todos los que estábamos reunidos en la sala continua.

De un momento a otro pareció salir humo gris de ese recinto sagrado de rectoría, aprecio una coordinadora en la sala de nuestro tradicional ambiente de reuniones, tomo algunos minutos para que todos tomáramos una actitud de silencio; de momento a otro se escucho lo que a todos nos tenía inquietos ¿qué tanto ellos habían dialogado que había generado tanto revoleteo en esa mañana? Con palabras de forma acentuada dijo: “Profesores, tan pronto salgan los estudiantes de primaria e ingresen los de bachillerato invitamos a los padres de familia, luego haremos formación general para que el señor rector anuncie un comunicado general”. Esto hizo que todos comenzáramos a murmurar sobre ¿Qué estaba pasando?

Nuevamente la coordinadora solicito un orden sepulcral y se diviso la cercanía desde el pasillo de una imagen, era la del rector y los otros tres coordinadores, formaron una media luna como si fueran a presidir una magna reunión. Esperaron que se lograra el tan anhelado silencio y orden; todos miramos de forma fija al rector y esperamos con ansiedad su comunicado.

Sus palabras iniciaron con un “buenos días” y un pequeño recuento de una visita solicitada por parte de bomberos y Defensa Civil; posteriormente dijo “Profesores, por decisión de las entidades de salud debemos cancelar toda actividad académica a partir de hoy”, después de varios murmullos por parte de algunos de nosotros, aclaró: “Debemos devolver a nuestros estudiantes a casa y lograr que el lunes dejen los trabajos pendientes en la portería….más tarde daremos la decisión de cómo lograr los procesos de recuperación final”.

Hasta este momento nuestro colegio lleno de zonas verdes, con un hermoso horizonte lleno de riquezas naturales, se había vuelto contra nosotros; sus niveles de aguas ya contaminadas por el represamiento de los desbordes de alcantarillados y lluvias del resto de la ciudad

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