Perspectivas De La Ciencia En El Peru

ANEXO 1

PERSPECTIVAS DE LA CIENCIA EN EL PERÚ

M.Sc. Jorge Oliva Nuñez

Jefe Oficina Central de Investigación

Innumerables veces se ha dicho que, en el Perú, la ciencia y la tecnología van mal y que, si las cosas siguen así, el país no saldrá del estado de pobreza en la que se encuentra; sin embargo, pocos han sido los estudios formales sobre el tema. En tal sentido, el reciente estudio que, sobre indicadores de ciencia, tecnología e innovación, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC) ha realizado, y publicado con el título "Perú ante la Sociedad del Conocimiento", es un importante elemento de análisis del tema.

En el Perú, el porcentaje del PBI invertido en investigación y desarrollo ha disminuido desde 0,36%, en 1977, hasta sólo 0,11% en 2001, mientras que actualmente en Chile y Estados Unidos, esos indicadores son de 0,56 % y 2,76%, respectivamente.

Las empresas invierten el 0,06% de sus ventas en actividades de ciencia y tecnología -lo que involucra generalmente adquisición de productos tecnológicos, estudios de factibilidad, adopción de programas informáticos o el planeamiento estratégico-, mientras que en investigación y desarrollo invierten sólo el 0,02% de sus ventas.

Debemos añadir que, para agravar las cosas, los recursos no son usados en forma óptima. Uno de los aspectos preocupantes es la desarticulación entre los institutos de investigación y desarrollo, las universidades y las empresas.

Además, en la sociedad, como elementos de cultura, los conocimientos científicos y tecnológicos son mucho menos reconocidos que los conocimientos literarios y humanísticos. Para culminar todo, en los debates políticos, los temas sobre ciencia y tecnología brillan por su ausencia.

Lo peor es que, salvo meritorias excepciones, en las universidades y los institutos, se ha dado escaso valor a las publicaciones en revistas científicas indexadas. Por si fuera poco, el requisito de tesis -como fruto de un trabajo de investigación- para obtener tanto el bachillerato como el título profesional, ha sido eliminado.

Como consecuencia natural de todo ello, se ha deteriorado el coeficiente de inventiva e invención (número de solicitudes de patentes cada 10 000 habitantes) que paso de 0,05 en 1977 y 0,07 en 1978 a sólo 0,01 en el 2002. Asimismo, la tasa de autosuficiencia (coeficiente entre el número de patentes solicitadas por nacionales y el número total de patentes solicitadas) pasa de 0,17 en 1977 a 0,04 en 2002. Lo que se incrementa es la tasa de dependencia (número de patentes hecha por extranjeros entre el número de solicitudes nacionales), la que pasa de 4,78 en 1977 a 26,58 en el 2002.

El número publicaciones científicas en SCI (Science Citation Index), entre 1990 y 2000, pasa de 0,7 a 0,9 por 100 000 habitantes, lo que es muy bajo respecto a las 15 por 100 000 habitantes de Chile.

Como corolario de los bajos indicadores en investigación y desarrollo, el Perú se encuentra en el puesto 54 en la tabla de crecimiento de la competitividad de los países.

Afortunadamente, hay signos de que las cosas pueden cambiar. Los institutos de investigación están mucho más activos, convirtiéndose, poco a poco, en reductos de la ciencia y la tecnología. A los institutos van los profesores universitarios que se dedican a la investigación para, junto con sus alumnos, realizar trabajos en laboratorios que no existen en la universidad. Este esfuerzo empieza a dar resultados: en el IPEN, por ejemplo, el número de publicaciones ha tenido la progresión de 0, 2, 6 y 8 en los años 2000, 2001, 2002 y 2003, respectivamente.

En el esfuerzo por la investigación en el Perú empiezan a participar científicos peruanos residentes en el extranjero, los que recientemente han creado Instituto Internacional de Investigaciones para el Perú (III Perú), presidido

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