Planeaciones

Pensamiento reflexivo

El pensamiento reflexivo lleva al niño a partir de una duda o curiosidad, dando lugar a una suposición temporal, que deberá analizarse e investigarse poniendo a prueba una verdad, mediante una experiencia propia, la cual pueda acercarlo a la realidad, logrando así que pueda ordenar sus ideas o concepciones principales, haciendo su pensamiento más concreto, al llegar a una conclusión definitiva.

Es importante resaltar que existen tres fases por las que atraviesa el pensamiento reflexivo, pues parte de un estado de duda o de dificultad mental, de conflicto inicial, que suscita la actividad del pensamiento, para dar paso a un proceso de búsqueda, de investigación racional, con el fin de encontrar alguna información que esclarezca la duda de la que se partió. (John Dewey 1986).

Es por ello que el niño deberá presenciar situaciones en las que se motive su curiosidad, al cuestionar estas mismas, buscando una respuesta u objetivo, preguntando para saber más, interesándose por la investigación y la experimentación, bajo un proceso en el cual deba observar y analizar lo observado, registre sus explicaciones y resultados obtenidos, comparándolos, para encontrar el objetivo perseguido al inicio, logrando modificar sus ideas iníciales con la realidad y el verdadero sentido de su entorno.

Sin embargo para lograr un análisis de los logros que el niño pueda obtener al buscar favorecer el pensamiento reflexivo en ellos, es importante comprender de manera prioritaria el desarrollo del pensamiento que el niño en la edad preescolar presenta, y el proceso intelectual que debe enfrentar para llegar a el por ello se tomó como base la siguiente referencia:

Vygotsky (1962) menciona que: "El desarrollo intelectual del niño se basa en el dominio del medio social del pensamiento, es decir, el lenguaje”, además distingue tres etapas en el uso del mismo, las cuales son la etapa social, la egocéntrica y la del habla interna, en la primera etapa, la del habla social, el niño se sirve del lenguaje fundamentalmente para comunicarse, en ella el pensamiento y el lenguaje cumplen funciones independientes, el niño inicia la siguiente etapa, la del habla egocéntrica cuando comienza a usar el habla para regular su conducta y su pensamiento, en ella habla en voz alta consigo mismo cuando realiza algunas tareas y comienza a desempeñar una función intelectual y comunicativa.

Cuando los niños internalizan el habla egocéntrica en la última etapa del desarrollo del habla, la del habla interna, la cual emplean para dirigir su pensamiento y su conducta, pueden reflexionar sobre la solución de problemas y la secuencia de las acciones manipulando el lenguaje en su cabeza, liberando en el niño la actividad impulsiva, una de las funciones que presenta el pensamiento reflexivo, en la cual es capaz de dirigir su pensamiento hacia un

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