Proyecto Educativo
juanjo19909 de Octubre de 2011
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERISDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITECNICA DE LAS FUERZAS ARMADAS
DIPLOMADO CAPACITACIÓN DOCENTE
INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
APLICACIÓN DE LAS ETAPAS DE LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA DE LA GERENCIA INSTITUCIONAL DE LA GESTIÓN COMUNITARIA EN EL ENTORNO ESCOLAR
Facilitadora: Participantes:
Mgs. López Sonia. Herrera Juan
Rivas Karen
Salabarria Diosyelys
Uzcategui Dioselyn
Ciudad Bolívar, OCTUBRE 2.011
ETAPA I.
ESTUDIO EXPLORATAIVO.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Actualmente en el mundo se están presentando profundos cambios, que también se aprecian en América Latina, y específicamente en Venezuela, se está modificando el eje de articulación entre estado - Sociedad Civil, a través de un rol más prominente de los mercados que, en caso de la educación son especialmente limitados y complejos.
En este escenario, el Sistema Educativo adquiere a la vez un valor crítico y estratégico de la calidad de su acción, actualización y desarrollo de las capacidades humanas, dependen de gran medida del acceso definitivo a la modernidad y el afianzamiento de la democracia como medio de vida.
Para que el Sistema Educativo, pueda jugar un papel estratégico, debe superar restricciones actuales, parte de las cuales radican en el ámbito de lo institucional y en sus deficiencias en materia de organización y gestión.
En este orden de idea la escuela, en los momentos actuales, amplía su función social, ya que no sólo trabaja por educar a los estudiantes, sino también por incidir en el desarrollo de la familia, la comunidad en que se encuentra enclavada, lucha por convertirse en un lugar de encuentro afectivo y solidario, de confianza, seguridad y establecimiento de relaciones sociales, que propicie medios interesantes, atractivos en el que se enfatice el trabajo colectivo, donde sea grato vivir los valores compartidos.
En las directrices aprobadas, trazadas en las Cumbres de los países iberoamericanos, en las Declaraciones de la UNESCO, a través de la Oficina Regional para la Educación de los países de América Latina y el Caribe, se enfatiza en destacar los nuevos roles de los sistemas educativos, cómo la escuela debe ampliar sus vínculos con la comunidad, la necesidad de que los estudiantes se formen como ciudadanos más plenos, que estén preparados para desarrollar el diálogo, de igual manera en ellos valores propios de una comunidad democrática, equitativa , justa.
Estos cambios sólo se logran si se transforman los estilos, las formas de dirección en los diferentes niveles, en especial, en la escuela, dándole una nueva orientación a las formas tácticas y operativas, es decir, en el mediano y corto plazos, por aquéllas que se basan en el largo plazo, con un enfoque estratégico.
Por otra parte la comunidad juega papel preponderante, es decir, debe establecerse una estrecha interrelación entre la escuela y la comunidad. En el sistema educativo nacional existe una larga tradición en las escuelas de entablar proyectos con la comunidad desde diferentes perspectivas. Es así que se establecieron diferentes modalidades de vinculación que han sido importantes y han contribuido a generar formas creativas que colaboraron tanto en el quehacer educativo de la escuela como en mejoras en la vida de la comunidad.
Una de las modalidades que se puede reconocer es aquella que piensa a la escuela y a su cultura como un elemento externo a la comunidad. La función de la escuela es socializar según los valores de la sociedad. Desde esta perspectiva, la escuela es la transmisora de una única cultura legítima. La escuela se ubica por encima de los problemas sociales de la comunidad que la rodea y a la vez la integra, creyendo que esta negación le permite seguir formando a los niños.
En otros casos la comunidad priva sobre la escuela; en esta perspectiva, la escuela pierde su especificidad y su sentido político y social en función de incluir la problemática de la comunidad en la que está inserta. La escuela se ve invadida permanentemente por las dificultades de la comunidad perdiendo espacios la tarea de enseñar y de aprender. Es necesario rescatar el esfuerzo de directores, docentes, no docentes y padres que luchan por revertir situaciones sociales sumamente dolorosas por las que atraviesan sus alumnos aunque resignando el espacio educativo.
La escuela tiene sentido en tanto la comunidad necesita para su producción los saberes adquiridos en ella. Es necesario que la escuela se abra a la comunidad a través de las organizaciones comunitarias incorporándolas en su proyecto educativo a través de comisiones, colaboraciones o formulando especialmente iniciativas educativas.
Para que produzca los efectos deseados, el vínculo debe tener como punto de partida el convencimiento de la escuela y de su personal de la necesidad de mejorar las condiciones sociales, culturales, políticas y educativas de la comunidad en la que está inserta y de la propia escuela. Es necesario que la escuela pueda registrar que en la comunidad hay demandas y necesidades que en parte están organizadas y visualizan a la escuela como una de las instituciones sociales con las que trabajando mancomunadamente se puede vehiculizar una respuesta que mejore el problema.
La participación de la comunidad en la planificación constituye un tema de gran interés y complejidad y se refiere al conjunto de teorías, métodos y prácticas que introducen de forma interactiva la comunidad en los procesos de toma de decisión. La comunidad desempeña un papel importante en relación con el Estado. Además, su participación activa y directa en los procesos de decisión puede interferir en la supuesta autonomía técnico-científica de los planificadores, poniendo en discusión el papel del experto en el proceso de planificación y gestión de un territorio; por lo tanto su participación en la toma de decisión puede considerarse, dependiendo del contexto, como un elemento dinamizador o amenazador de las normales prácticas urbanísticas o de ordenamiento territorial.
La gestión educativa significa acción y actuación, tiene una dimensión dinámica, un movimiento que tiene como principal eje las condiciones que imperan en la escuela, observadas y analizadas por el conjunto se personas que laboran en el centro. De igual manera implica planear, distribuir tareas y responsabilidades, coordinar y evaluar los procesos y los resultados. En este ejercicio de planeación, es importante establecer lineamientos para el diseño la ejecución y la evaluación, el papel que desempeña la dinámica de una organización y el análisis comparativo de aquello que se propone contra lo que se logra.
La nueva gestión exige desarrollar entre el personal de los planteles educativos habilidades técnicas y pedagógicas para elaborar proyectos educativos escolares que contemplen diagnósticos propuestas y decisiones de acciones pertinentes, pero también capacidad de asignar responsables, tiempos y medios para ello, así como políticas para obtener recursos institucionales y alternativos por parte de los planteles.
Como es lógico suponer, el docente representa el elemento clave en el proceso de integración escuela-comunidad, con el fin de lograr la participación efectiva de las organizaciones públicas y privadas, las escuelas requieren de un docente investigador, que diagnostique las actitudes de la población frente al proceso de la participación e informe a los miembros de la comunidad local las formas o canales de participación disponible en ella.
Así planteando el problema, se puede asegurar que la integración escuela-comunidad es la organización social de nuestra población capaz de lograr la participación integral de los alumnos, padres de familia, educadores, exalumnos y otros elementos de la comunidad local en la vida de las escuelas, así como en la colaboración de ésta en la vida de la comunidad.
En base a esta situación Belmonte (2004) señala que:
El desarrollo de la comunidad es un proceso por el cual el propio pueblo participa en la panificación y en la realización de programas que se destinan a elevar el nivel de vida. Eso implica la colaboración indispensable entre los gobiernos y el pueblo, para hacer eficaces esquemas de desarrollo viables y equilibrados”. (p.56)
Por ello, el desarrollo comunitario, tiene como objetivo fundamental lograr la participación de la comunidad, de ahí que el primer problema que se plantea en la ejecución de programas, es de poner en movimiento a la gente. La acción, de ordinario, no es espontánea, en tal sentido el estímulo exterior se hace necesario para lograr la indispensable y necesaria participación ciudadana.
El proceso de motivar a la comunidad debe orientarse en dos direcciones: vencer los factores de resistencia, y estimular los factores psico-social. El desarrollo de la comunidad, se le concibe más por una actitud que por la sustancia de un programa; a tal efecto, existen algunos planes
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