Proyecto Siembra
krisab794 de Marzo de 2013
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO PARA EL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
INSTITUTO UNIVERSITARIO TECNOLÓGICO DE EJIDO
EXTENSIÓN BAILADORES
INCORPORAR ALTERNATIVAS AGRÍCOLAS SUSTENTABLES A TRAVÉS DE LA APLICACIÓN DE PRODUCTOS DE CONTROL BIOLÓGICO EN EL CULTIVO DE AJO PORRO, EN LA UNIDAD EDUCATIVA “LOMA DEL ÁRBOL”, ALDEA MARIÑO BAILADORES, ESTADO MÉRIDA.
Autores:
Carrero Leidy M.
Contreras Raúl
García Carlos
Moreno Luz Olaide
Oballos Dayana
BAILADORES, OCTUBRE DE 2011
DIAGNÓSTICO
IDENTIFICACIÓN DEL ÁREA DE ESTUDIO
OBJETIVOS DEL PROYECTO
General.
Incorporar alternativas agrícolas sustentables a través de la aplicación de productos de control biológico en el cultivo de ajo porro, en la Unidad Educativa “Loma del Árbol”, Aldea Mariño Bailadores, Estado Mérida.
Específicos.
Determinar a través de la aplicación de instrumentos el conocimiento de los niños y niñas de la Unidad Educativa “Loma del Árbol”, en relación a las alternativas agrícolas sustentables (control biológico).
Aplicar actividades educativas pedagógicas a los niños y niñas de la Unidad Educativa “Loma del Árbol”, sobre las alternativas agrícolas sustentables.
Determinar el aprendizaje en los niños y niñas de la Unidad Educativa “Loma del Árbol” en relación a los temas desarrollados.
Evaluar los resultados de las técnicas aplicadas en la Unidad Educativa “Loma del Árbol” a fin de lograr un cambio de actitud en los estudiantes del Sector Loma del Árbol.
Eje del Mocotíes
La región del valle del Mocotíes, se ubica al occidente del estado, formando un triángulo que colinda con el Estado Táchira hacia el sur-este, hacia el norte con la llanura del lago de Maracaibo, en el Municipio Alberto Adriani, por el sur y el oeste, la cordillera Sur Occidental de Mérida y el río Chama hacia el este. Es una zona de gran diversidad ecológica, debido a la topografía tan irregular de montañas y valles y a los distintos climas que allí encontramos.
Comprende las montañas de la Cordillera de Tovar, que se desprenden del Páramo Batallón y penetran en territorio de Mérida en dirección norte, en forma de cuña, perdiendo altura y ganando amplitud a medida que avanzan. También los valles y mesetas regadas por el río Mocotíes y sus vertientes, en donde se asientan las poblaciones más importantes como Bailadores, Tovar y Santa Cruz de Mora. Además, comprende la región del pie de monte que mira hacia la llanura del Lago de Maracaibo.
El río Mocotíes, que pasa por Bailadores nace a una altura de 3.512 m. en el Páramo las Tapias o La Negra. El río se desliza con timidez en sus inicios, hacia la parte alta del valle, bañando con sus aguas paisajes bucólicos de pastos de cultivo y campos feraces donde se le conoce como río Zarzales Al ganar la aldea Las Tapias, toma el nombre de Mocotíes. Atraviesa en su recorrido de 120 kilómetros, las poblaciones de Verihuaca, Las Tapias, Otra Banda, Bailadores, La Playa, Tovar, Santa Cruz de Mora y La Victoria, en donde, finalmente, ofrenda sus aguas caudalosas al río Chama.
Para hacer su recorrido completo desde La Grita, a través de la Carretera Transandina, la cual sigue el curso del Mocotíes muy de cerca. Al entrar al Estado Mérida, observamos las enormes montañas del Páramo de La Negra y el Páramo de la Verihuaca, alcanzando alturas de más de 3000 metros, que forman valles profundos de gran belleza y colorido por la lozanía de sus pastos eternamente húmedos y verdes. Entre las faldas de la montaña se esconden pequeñas aldeas, diseminadas entre los potreros y siembras del trigo y hortalizas.
El ganado de ordeño de buena raza muge entre los pesebres llenos de rocío al amanecer y en las cabañas de los campesinos se desprende el humo de la leña que alimenta los fogones. Estampas bucólicas de yuntas de bueyes conducidos por gañanes habilidosos, con la garrocha en la mano, que suben y bajan las cuestas, perdiéndose entre la neblina, nos retrotraen al pasado lleno de bonanza de una Venezuela de vocación agrícola, donde la tierra generosa daba sus frutos a los hombres que la trabajaban con amor.
La gente de estos lugares es muy conservadora. Son comunidades ancestrales que, históricamente, se han aferrado a las tradiciones heredadas de generación en generación, desde tiempos coloniales. Gentes sencillas de acendrada vocación para las faenas del campo y de decidido espíritu religioso. Son andinos de hablar muy pausado que se reúnen en convivencia tan sólo los fines de semana, en alguna celebración religiosa o cuando bajan a los pueblos a hacer sus compras y llevar sus productos.
La carretera baja desde el frío páramo de La Negra, siguiendo su curso sinuoso, de regresivas que se suceden unas de otras, cual cinta plateada ceñida a la montaña. Aparecen las primeras casas en el sitio de El Delgadito, desde donde se columbra a plenitud todo el anchuroso valle. Aparecen las siembras de hortalizas y los cultivos de flores, como claveles, rosas y pompones, formando parches de muy vivos colores en la campiña. Al llegar a Bailadores, se aprecian cultivos muy extendidos de ajo, papas y zanahorias, en las terrazas y valles. Muchos de ellos requieren de sistemas de riego artificial, fertilizante y plaguicida. La agricultura mecanizada, en esta zona, da un rendimiento bastante alto. Aquí se produce la mayor parte de las hortalizas para consumo del estado y exportación. La zona de Bailadores, con su clima privilegiado, también ha permitido el cultivo de la fresa y la fresa mora en gran cantidad.
Más allá de Tovar, el Mocotíes engrosa su caudal con el refuerzo considerable de algunas quebradas que bajan de los valles transversales. El río continúa su curso entre diminutas aldeas que se descuelgan de las faldas de los cerros y cuyos habitantes se dedican al cultivo del café. Como vestigios de un pasado de prosperidad han quedado las grandes haciendas del café, con sus casonas de amplio corredores y patios para el secado, marcando un estilo de vida propio de los cultivos familiares, en toda esta región. Al pasar por la hacienda La Victoria, una de las casonas mejores cuidadas, el Mocotíes tuerce su rumbo hacia el norte, para ir a buscar al Chama y desaparecer en sus aguas que corren perezosas en amplio cauce, hasta la llanura del Gran Lago.
Características Generales del Municipio Rivas Dávila. Bailadores
Reseña Histórica de Bailadores
A lo largo de toda su trayectoria histórica ha ido Bailadores sumando progresivamente en su calendario de efemérides, fechas memorables con día y año respectivo que conmemoran aniversarios como el de la fundación de este pueblo a celebrarse el 14 de septiembre. Tales fechas merecen darse a conocer aunque no sean con la precisión del día pero sí al menos con la citación del año que por un motivo u otro se hicieron célebres en la historia memorable de esta entidad cantonal del Estado Mérida.
Arrancando desde 500 años atrás estamos claros que fue a comienzos de Septiembre de 1558 cuando por primera vez los blancos venidos de España y procedentes de los valles de Pamplona/Colombia, origen de la expedición, como conquistadores en busca de nuevas tierras y minas de oro hollaron por vez primera estos parajes que según el de Juan Rodríguez Xuárez, jefe del contingente avanzante, no le significaron menos que la tierra prometida, cuando los Israelitas errantes durante 40 años en el desierto, toparon por fin la tierra que Dios les había reservado para ellos.
Tan rica y exuberante como esa del relato bíblico- éxodo Cap.33 y SS. Le pareció a los primeros españoles esta comarca que Rodríguez Xuárez divisó con sus catalejos un día sereno y esplendente desde las alturas del Páramo de la Negra, denominado así por sus mismos descubridores, porque la mayor parte de los días lo envuelve una nube negra cual cortina de opaco y tenebroso manto que impide divisar en lontananza las maravillas con que la Naturaleza pleno este inmenso valle, catalogado entre los 25 primeros de todo el mundo.
Mil quinientos setenta y ocho fue el siguiente año importante para todo este territorio de los “Indios Bailadores”, bautizado así con este alborozado nombre por el hecho singular desde un comienzo observado en esta tribu, de precipitarse en ruda acometida y luego huir en salvaje tropelía dando saltos y gritos y remolineando en grupos zigzagueantes que semejaban una danza ritual ante la consternación y el espanto causado por los invasores.
A principios de este año 1578 el famoso conquistador de plurales hazañas, Francisco Cáceres, fundador de la ciudad de Espíritu Santo de La Grita en 1576, repartió “tierras y solares” en lo largo y ancho de los valles entre sus allegados, respetando los linderos que ya circunscribían bastas extensiones de terrenos cedidas por Rodríguez Xuárez a quienes habían asumido para esos años la condición de encomenderos.
Lo que hoy constituye El Hato y a mil pasos La Mesa de Guerrero (Otra banda de Bailadores) consta en documento de ese año que le fue asignado por Cáceres a un tal Juan de Guerrero. En 1601 cristalizó la génesis de lo que constituye
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