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Proyecto de siembra de maiz


Enviado por   •  8 de Agosto de 2020  •  Trabajos  •  2.871 Palabras (12 Páginas)  •  286 Visitas

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Discurso del 05 julio de 2020

Ducentésimo noveno (209°) Aniversario de la

 Independencia de la República Bolivariana de Venezuela

Comienza el vocativo…

Muy buenos días a todo el público presente en la plaza Bolívar del Edo. Trujillo, principalmente hoy damos gracias a Dios artífice de todas las creaciones del mundo por encontrarnos aquí en estos espacios. Me siento honrado por haberme designado el comando superior como orador de orden de esta significativa fecha donde se celebra 209 Años de la independencia de la patria, la independencia de nuestra República y con ella la libertad,  la soberanía como una nación libre, soberana, llena de paz. De igual manera celebrar el día de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Recordando a nuestro Libertador Simón Bolívar en ese célebre discurso de Angostura en Febrero de 1819. Cuando empezaba su discurso “parafraseándolo”  puedo decir con humildad: “Dichoso el ciudadano que tiene el honor de encontrarse reunido con los representantes del pueblo de la Venezuela Bolivariana del Estado Trujillo en este augusto lugar

La América la interrelación política que existía en esos tiempos habló antes la llegada de los españoles quienes realizaron los crímenes de lesa humanidad más grande de la historia con la exterminación según el investigador estadounidense H. F. Dobynsh quienes ha calculado que el 95 % de la población total de América murió en los primeros 130 años después de la llegada de Colón  hasta el punto de tener la necesidad de buscar potencial humano en el África para ser sometido a realizar trabajo forzado.   Mas de 70 millones de muertos a lo largo y ancho del sur de nuestra América aunado a ello las distintas epidemias que trajeron y contagiaron a nuestros nativos, hay cuando confluyen en estas tierras el aborigen, el negro y el blanco. Existe el proceso natural del mestizaje  y con ello las fisonomías que hoy día podemos apreciar en cada uno de nuestros rostros.

¿Cómo hablar de la independencia a partir del 5 de julio de 1811 y obviar todo el proceso de resistencia indígena, con Guaicaipuro a la cabeza, junto a pueblos enteros que dieron su vida por la defensa de estos territorios frente al imperio español?, ¿o la lucha de los negros esclavos por romper las cadenas para salir en búsqueda de la libertad?

Allí hay que recordar a José Leonardo Chirino y sus luchas en las serranías de Falcón, o la lucha de los criollos descendientes de europeos por la emancipación, como Pedro Gual, José María España o Francisco de Miranda, invadiendo las costas venezolanas por Coro, izando por primera vez la bandera Patria

Ya transcurrido 319 años de la llegada de los europeos a nuestra Suramérica cometiendo tantas aberraciones inhumanas.  

En julio de 1811 los habitantes de la Provincia de Caracas viven en la ambigüedad. El 19 de abril del año anterior habían depuesto y exiliado al gobernador español Emparan, pero con el pretexto de preservar los derechos del rey Fernando VII, que había abdicado. Dos asambleas intentaban fijar el rumbo del naciente cuerpo político: el Congreso Constituyente de Venezuela, integrado por representantes de las provincias de Caracas, Barcelona, Barinas, Cumaná, Margarita, Mérida, y Trujillo, que debatían la necesidad de constituir una Confederación antes de decidir, y la Sociedad Patriótica, club de exaltados independentistas sin representación política a quienes algunos acusaban de querer convertirse en Congreso de facto. En Venezuela coexisten una Colonia que no acaba de morir y una Patria que no acaba de nacer.

El 3 de julio en compañía de Sebastián Francisco de Miranda, José Félix Rivas, Juan Germán Roció, Vicente Salías el joven Simón Bolívar  zanja la cuestión en la Sociedad Patriótica con contundentes palabras:

No es que hay dos Congresos ¿Cómo fomentarán el cisma los que conocen más la necesidad de la Unión? Lo que queremos es que esa unión sea efectiva, para animarnos a la gloriosa empresa de nuestra libertad”

El Libertador Simón Bolívar exaltado de rabia sube el tono de su discurso en la Sociedad Patriótica:

“¿Y dicen? Que debemos comenzar por una confederación, como si todos no estuviéramos confederados contra la tiranía extranjera que debemos atender a los resultados de la política de España ¿Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres? Esas dudas son tristes efectos de las antiguas cadenas ¡Que los grandes proyectos deben prepararse en calma! 300 años de calma, ¿no bastan? La Junta Patriótica respeta como debe, al Congreso de la Nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad sudamericana, vacilar es perdernos”.

Hecho que nos costó sangre sacrificio esfuerzo y ofrendar la vida de mucho de nuestros compatriotas para preservar el ideal más sublime que tiene nuestra amada república que es la independencia,  la soberanía y la libertad.

Fueron muchas batallas, fueron muchas proezas de tras de cada batalla una proeza, liderado por el genio de la América el Libertador G/J Simón Bolívar, toda la historia republicana se ha basado en que los imperios del mundo han querido arrebatarnos la libertad, desde siempre este pueblo ha levantado las banderas, las antorchas, hemos sido rebeldes para no dejarnos arrebatar lo más preciado la independencia.

La Guerra de Independencia parecía sellada definitivamente con el triunfo de Carabobo en 1821. Después de perder la Primera y Segunda República, Bolívar se eleva en el pensamiento político en Angostura y alcanza la gloria como militar patriota en Carabobo. Continua el proceso de liberación e integración de nuestros pueblos, bajo el marco de la doctrina de la Patria grande, como la única manera de consolidar la independencia que se venía construyendo y conquistando

La lucha sigue: la Batalla Naval de Maracaibo, la Batalla de Ayacucho, el Congreso Anfictiónico de Panamá. En la medida en que avanzaban los procesos de emancipación de las viejas colonias americanas, se van sembrando en el continente nuevas repúblicas, se hace sentir con fuerza el naciente imperio norteamericano.

Como todo imperio, desde que nace se asume con derechos sobre los pueblos y naciones que tienen en su entorno, considerando las nacientes repúblicas americanas como su patio trasero.

Es así como en 1823, el Presidente James Monroe lanza una advertencia a las potencias europeas: “Toda potencia extracontinental que pise el territorio americano será considerada como una agresión a los Estados Unidos y, en consecuencia, le declararemos la guerra. América es de los americanos”. Conocida como la Doctrina Monroe, da origen al panamericanismo, una verdadera amenaza y agresión a la soberanía de las nacientes repúblicas, a lo cual el más grande los caraqueños, Simón Bolívar, contrapone la Doctrina de la Patria Grande y dice: “Desde el Río Grande hasta la Patagonia, la Patria es América.

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