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Psicologia Y Meditacion


Enviado por   •  23 de Julio de 2013  •  3.463 Palabras (14 Páginas)  •  385 Visitas

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La Psicología parece estar volviendo su mirada hacia técnicas como la meditación o el mindfulness, que recuperan la importancia de la atención y la conciencia, y se centran en el momento presente. Si bien es cierto que las técnicas meditativas no son desconocidas, al menos en la teoría, para una gran parte de la población, la realidad muestra que la imagen que se tiene de las mismas se distancia de la realidad científica que las sustenta.

Infocop, haciéndose eco de este movimiento, vinculado a las terapias psicológicas de tercera generación, ha querido conocer el punto de vista de diferentes psicólogos cuya trayectoria profesional se haya ligada, de una u otra manera, a las técnicas meditativas y las terapias de tercera generación.

Silvia Berdullas Saunders y Diego Albarracín Garrido

La trayectoria universitaria de José María Prieto, se ha desarrollado en la Universidad Complutense de Madrid, al margen de numerosas estancias académicas y profesionales en muy diversos países. Es catedrático de Psicología del Trabajo en la Facultad de Psicología de la Complutense desde el año 2000 y dirige el Departamento de Psicología Diferencial y del Trabajo de la misma Facultad. Además, tiene cuatro sexenios reconocidos como investigador universitario, algo de lo que muy pocos docentes se pueden vanagloriar. En los últimos años, ha venido desarrollando una fructífera línea de investigación sobre Meditación y los vínculos que ésta y la tradición oriental mantienen con la Psicología.

De vez en cuando conviene recordar que las señas de identidad de la Psicología se nutren de dos palabras griegas, psiqué y lógos. Para entender los nexos entre Psicología y Meditación ambas palabras son relevantes.

En griego clásico psiqué significaba respiración, soplo, aliento y la palabra afín en chino es qi, chi. Es algo más que mera coincidencia que ambas palabras se pronuncien de forma parecida en ambas lenguas: psi, chi. En su evolución "psiqué" y "chi" han venido a significar energía vital, flujo, espíritu, fuerza. Subyace un cambio de perspectiva. Al poner el énfasis en la energía se subraya que la realidad básica no es material frente a quienes en Psicología (en Medicina, en otras ciencias, en otras disciplinas) insisten en que la realidad básica es material. La palabra qi, chi, está abriéndose camino en la lengua española contemporánea a través de la denominación de actividades como tai-chi, chi-kung, qigong. El que se escriba qi o chi es una secuela de utilizar el sistema Pinyin o Wade-Giles en la trascripción de los logogramas chinos a los caracteres latinos. Prana es la palabra afín en sánscrito y su uso es central en la práctica del yoga a través de determinados ejercicios de respiración profunda denominados Pránáyáma.

El papel que se da a la noción de "psiqué" (en la Psicología occidental) "qi", "ki", "prana" (en la Psicología oriental) no es baladí. La consecuencia directa es dar entrada (o pasar por alto) la conciencia y los estados de conciencia en la actividad psicológica a través de la docencia, de la investigación, del ejercicio profesional. Hay épocas y enfoques en los que la conciencia ha estado presente o ha estado ausente. En el habla cotidiana mencionar la conciencia es aludir a la Psicología como disciplina especializada en el estudio científico de la condición humana. "La conciencia es nuestra visión del mundo en primera persona" señala Susan Blackmore, ex – profesora de Psicología, en su libro "Consciousness: an introduction", publicado en el año 2003.

Ésta es la tradición que recuperan quienes introducen la meditación como una práctica que los profesionales de la Psicología deben conocer para asumirla como pertinente o impertinente en su propia higiene mental y emocional, en las pautas de actuación que mantienen con sus clientes, con sus pacientes.

LA MEDITACIÓN OCCIDENTAL: PENSAR, DISCURRIR, IMAGINAR

En la cultura occidental la palabra "meditar" viene a significar "aplicar con profunda atención el pensamiento a la consideración de una cosa, o discurrir sobre los medios de conocerla o conseguirla", según se reseñaba en el tomo XXXIV de la Enciclopedia Universal Ilustrada (1923). Meditar tiene que ver con pensar, discurrir sobre algo, es decir, lógos a gusto del consumidor.

En la iconografía clásica solía representarse a la meditación como una mujer madura con la cabeza reclinada sobre una mano, con la mirada baja, sentada con gran recogimiento y compostura. Como trasfondo un ambiente de estudio: libros, una esfera, figuras geométricas, objetos curiosos. Se trataba, pues, de la meditación de índole filosófica que ha dado lugar a numerosas obras que llevan Meditación como título en la portada. August René Rodin (1840-1917) consolidó el prototipo estético de la persona que filosofa y medita en "El Pensador", estatua de la que existen varias copias todas ellas originales en distintos museos. Francisco de Goya (1746-1828) optó por retratar meditabundo a Gaspar de Jovellanos (1744-1811) en el retrato que puede disfrutarse en el Museo del Prado. Trató de realzar la figura del político y hombre de estado que meditaba antes o después de tomar decisiones. Por algo Jovellanos es considerado el máximo representante de la Ilustración española, es decir, afrancesado. Hasta el retrato de Jovellanos solía representarse a los Grandes de España de pie, de rodillas o a caballo, guerreando o cazando. Poco o nada de meditaciones librepensadoras. Ahora el Rey y el Príncipe tienen a gala ser retratados como deportistas.

Una segunda acepción de la palabra meditar en la ya citada Enciclopedia era "considerar y discurrir intelectualmente sobre un misterio de nuestra santa fe o sobre materia moral, para aprovechamiento y fruto espiritual" (p. 160). Aquí la meditación adquiere connotaciones arcanas, misteriosas, morales, virtuosas. En los entornos monoteístas la meditación suele integrarse en ceremonias y ritos donde se invita a los creyentes a imaginar contemplativamente a la Deidad, llámese Yahvé, Zeus, Deus, Dios, Alá, irrepresentable para musulmanes y judíos. Nada de esto ocurre en la tradición budista: nada que decir respecto a la divinidad.

"La meditación puede versar sobre todo, aun sobre un fin depravado, y así se medita también hacer una acción mala. Pero la palabra conserva toda su dignidad" sigue indicándose en

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