Sistema Financiero Mexicano

BREVE HISTORIA DEL SISTEMA FINANCIERO EN MÉXICO

Al hablar del sistema financiero de una sociedad a través del tiempo, es menester reconocer los diferentes contextos sociales, políticos y económicos que enfrenta una nación; cada contexto histórico constará de instituciones que se adecuen a la situación de dicho momento.

Aunque existe un debate en torno a la existencia de un sistema financiero en la época prehispánica, ya que “si la creación del sistema financiero se asocia con el uso de algún sistema de pagos, entonces, aunque no existían dinero o instituciones financieras como las conocemos, podríamos afirmar que durante las culturas azteca, maya y olmeca, de cierta forma ya se manejaban estos elementos, dado el uso de mercancías como medios de pago”. Por el contrario “si consideramos que un sistema financiero existe a partir del uso generalizado de dinero fiduciario (billetes y monedas), instituciones financieras y autoridades regulatorias, entonces en la cultura prehispánica no existía”.

La cuestión de si existe, o no, un sistema financiero en la época prehispánica pierde relevancia al hecho histórico que marco la sumisión de las culturas indígenas con respecto a los españoles. Es en la época colonial donde tiene el origen más inmediato el sistema financiero mexicano.

Durante este nuevo ambiente, se desarrollaron instituciones que pudieran regir las nuevas condiciones en diferentes ámbitos, en especial el económico; es así como el 11 de mayo de 1935 se crea por cédula real la primera Casa de Moneda en México. Ante la migración de españoles al nuevo continente, se fueron creando instituciones de crédito a particulares y a las empresas coloniales, en especial, a las que se dedicaban a la minería, al comercio en general, incluso al crédito hipotecario. La institución más importante en este sentido fue la iglesia.

En 1864 aparece una sucursal de un banco británico: The Bank of London, Mexico and South America. Este banco tenía la facultad de emitir billetes debido a una autorización somos sucursal de un banco extranjero.

Con el paso del tiempo, y, ante la necesidad de instituciones que se encargaran de emitir dinero fiduciario, el 23 de agosto de 1881 se crea en Banco Nacional Mexicano, en 1882 se crea el Banco Mercantil, el 15 de junio de 1883 se crea un tercer banco llamado Banco de empleados.

El origen del Banco Nacional de México (Banamex), fundado en 1984, resulta de la fusión entre el Banco Nacional Mexicano y el Banco Mercantil.

Debido a la dificultad que existía para el comercio, el hecho de que existieran tres emisores de billetes, los cuales no eran de carácter homogéneo, es decir, que cada banco creaba billetes con diferentes denominaciones, se decretó, el 20 de abril de 1884, un código de comercio cuyo contenido tenía dos puntos esenciales por destacar:

• Autorización gubernamental obligatoria: Ningún banco podría existir si no estaba sujeto a una concesión gubernamental.

• Emisiones garantizadas: el monto de la cantidad de dinero por emitir debería tener una garantía de 33% en títulos de la deuda pública o efectivo depositados en la tesorería federal y otros 33% en las áreas del propio banco.

La situación del banco extranjero no cumplía con el primer punto y decidió asociarse con el Banco de Empleados, el cual a su vez se había convertido en el Banco Comercial, constituyéndose así el Banco de Londres y México.

Los bancos, aunque son muy importantes, no constituyen todo el sistema financiero, el cual estaba viviendo un periodo de expansión en diferentes ámbitos, también se crearon instituciones aseguradoras, depósitos fiscales, diferentes casas de bolsa, que con el paso del tiempo se fusionaron para crear lo que hoy conocemos como la Bolsa Mexicana de Valores.

La revolución fue un acontecimiento negativo para el sistema financiero puesto que se tuvo un retroceso en la evolución del sistema, ya que una vez derrotado Díaz y después victoriano Huerta, Carrancistas, Villistas y Zapatistas, dieron la facultad, en sus respectivas zonas, a bancos de emitir billetes para llevar a cabo la revolución. Por esta situación del 26 de noviembre de 1924 Venustiano Carranza, como primer jefe constitucional, decretó que todos los billetes emitidos por bancos que financiaban a sus contrincantes no tendrían

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