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TEORÍA CROMOSÓMICA DE LA HERENCIA


Enviado por   •  2 de Abril de 2015  •  Informes  •  1.167 Palabras (5 Páginas)  •  326 Visitas

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TEORÍA CROMOSÓMICA DE LA HERENCIA

Durante los años siguientes a los que Mendel anunció sus leyes no se conocía lo suficiente del comportamiento de

los cromosomas como para establecer una relación entre éstos y las leyes de Mendel e interpretarlas en términos

de las divisiones celulares que tienen lugar en el desarrollo de las células que forman los gametos (meiosis).

Hacia finales del siglo XIX se había logrado estudiar los cambios que ocurren en la meiosis y su posible relación

con la herencia; en particular se destacan los trabajos de Augusto Weismann, pues aunque resultaron equivocados

a este respecto, señalaron la importancia de relacionar a los cromosomas con la herencia de los caracteres. Fue

después de la revalorización de las leyes de Mendel, que en 1903 Sutton logra aplicar la primera y la segunda

leyes de Mendel al comportamiento de los cromosomas durante la meiosis.

Si los cromosomas son los portadores de los elementos hereditarios o genes, entonces podemos suponer que

cuando los cromosomas se separan, llevando a los genes consigo, cada elemento del par pasa a células diferentes,

y que, por lo tanto, cada célula lleve sólo un elemento del par; el de la madre o el del padre. Este comportamiento

satisface la primera ley de Mendel.

Ahora, si tenemos dos factores o genes y uno se encuentra en un par de cromosomas (digamos, el gene que

determina si la semilla es lisa o rugosa), mientras que otro factor (digamos, el gene que determina si el tallo es

largo o Corto) se halla en otro par de cromosomas, y durante la división celular meiótica éstos se separan

azarosamente, es decir; independientemente uno del otro, entonces la distribución de estos cromosomas y sus

posteriores combinaciones debidas a la casualidad de la fertilización nos explican la segunda ley de Mendel, y así,

el hecho de que una planta tenga la semilla lisa o rugosa será independiente del hecho de si su tallo es largo o

corto.

Gracias al redescubrimiento de estas leyes y su aplicabilidad para tratar los problemas de la herencia se comienza

a desarrollar la genética moderna. Del establecimiento de líneas de investigación que utilizaban las leyes de

Mendel y partían de la concepción de la herencia de partes es que se pudo demostrar que este tipo de herencia, la

mendeliana, era universal. Nos referiremos brevemente a las tres líneas de investigación más importantes por las

consecuencias de sus descubrimientos.

La primera la propuso Johannsen, botánico danés. Según él, al tomar una semilla de Phaseolus vulgaris (el frijol),

ya fuera gorda o flaca, y hacerla germinar; entre sus descendientes encontraríamos semillas de todos los tipos, no

sólo del tipo de la semilla original. (Por cierto, fué Johannsen quien en 1909 acuñaría los términos de gene,

genotipo y fenotipo. Este último se refiere a las características que nosotros vemos, como pueden ser formas,

texturas, colores, etc., mientras que el genotipo se refiere a lo que no podemos ver directamente sino sólo a través

de técnicas más complejas que es la suma o el conjunto de todos los genes, o sea el genotipo.)

El segundo descubrimiento notable lo realizaron los botánicos E. M. East, inglés y H. Nilsson-Ehle, sueco.

Admiten que ciertos rasgos hereditarios no discretos, sino cuantitativos, seguían estrictamente las leyes de

Mendel; por ejemplo, el color rojizo del pericarpio (la envoltura) de la semilla del maíz se debía a la colaboración

de más de un factor o gene. Fue así como se estableció la posibilidad de que más de un gene interviniera en la

formación de un carácter determinado.

Sin lugar a dudas, la tercera línea de investigación fue la que más dividendos dejó a la naciente ciencia de la

genética, tanto por sus descubrimientos como por la introducción de técnicas novedosas. Estas no sólo

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