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Módulo 1. Experiencias educativas e identidades


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2023  •  Biografías  •  5.403 Palabras (22 Páginas)  •  17 Visitas

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UNIVERSIDAD PEDAGOGICA NACIONAL

Licenciatura en educación e innovación pedagógica

Módulo 1. Experiencias educativas e identidades.

Actividad 1. Autobiografía: trabajo final

Maestro Tutor: Jorge Nava Valle

Nombre del estudiante: María del Carmen Márquez Arteaga

Gpo: A

Fecha: domingo 23 de octubre de 2022

El realizar este trabajo final del módulo 1 de la LEIP me conlleva a reflexionar y recordar en cada una de las etapas que he vivido a lo largo de mi vida, de cómo he ido cambiando en cada una de ellas, en las cuales me han hecho madurar y ser la persona que soy hoy en día, pero sobre todo me conlleva a hacer una introspección en mi vida, en cada uno de los cambios que han surgido en las distintas etapas que he vivido y como he logrado salir adelante, tanto las personales, en el área académica como laboral, el comenzar nuevamente desde cero en la Universidad, después de 22 años de haber dejado trunca la carrera de ciencias de la educación, me hace sentir una persona con mayor fortaleza capaz de superar cualquier reto que se me presenta en la vida. De lo que quiero lograr unos años más adelante, de que nunca es demasiado tarde para volver a comenzar y de que debo confiar en sí misma, que puedo llegar a la meta si trabajo en mis objetivos.

Desde hace varios años que había querido iniciar nuevamente con este sueño, pero por diversas situaciones de la vida me había sido imposible el retomar mis estudios, mi vocación de ser maestra desde que era pequeña recuerdo la he tenido, pero hoy gracias a Dios y a la vida que me da esta oportunidad, estoy otra vez en el camino y esta vez quiero llegar a la meta, para lo cual sé que tengo que ser constante, perseverante, disciplinada, organizada. Y como Erik Erikson lo externa en las ocho etapas/edades del hombre donde uno va formando su propia identidad, por lo cual iniciaré narrando a detalle en las siguientes líneas cuales han sido los cambios que he tenido: mi autobiografía: la historia de mi vida

Me llamo María del Carmen Márquez Arteaga, aunque nací en Ciudad Madero, Tamaulipas, aunque me considero regiomontana ya que resido en Nuevo León desde hace más de 37 años, una de mis primeras experiencias que recuerdo de cuando era bebé es que fui consentida y mimada por mi madre, no emití palabras en los primeros dos años de vida, solo balbucea, fue hasta después de esa edad que empecé a hablar con frases y oraciones más estructuradas ya que se me facilitaba y se me daba todo lo que pedía, el vínculo que tuve con mi madre y la sobreprotección me conllevo en esa etapa a confiar en cada una de las cosas que tenía que hacer, como la confianza de poder dar mis primeros pasos y el poder expresarme al principio solamente con la mirada, gestos, risas y en ocasiones recurrir siempre al llanto.  Aprendí a caminar al año de vida, fui una bebé protegida y cuidada tanto por mis padres como mis dos hermanos mayores, razón por la cual no me gustaba quedarme sola, cuando me encontraba sola en el corral, solía llorar, pues me sentía desprotegida, cuando veía a mi padre solía darle los brazos, cuando me cargaba sentía protección y amor, siempre estaban al pendiente de mí. El tener dos hermanos mayores me ayudó a tener una guía, en ellos me ayudaba en las cosas que no podía hacer, fueron pieza clave para que empezara a expresarme más, gran parte de lo que aprendí cuando era pequeña fue gracias a ellos, imitaba todo lo que hacían.

En esta primera etapa de mi vida de acuerdo a los periodos del desarrollo de Jean Piaget hace referencia, en donde mi primer vínculo e interacción fue con mi madre posteriormente con mis hermanos mayores y mi padre en el que desarrollé mi etapa sensorial, donde previo a desarrollar mi lenguaje, lo hice a través los sentidos e imitaba todo lo que veía en ellos.

Mi primera etapa escolar, el preescolar. Aprendiendo a socializar y desarrollar mi lenguaje.

 Al cumplir casi los 4 años de edad nos mudamos al estado de Nuevo León, donde mi padre adquirió una casa en el municipio de General Escobedo, en el cual resido actualmente, al llegar a  vivir en este municipio estudié  preescolar en el año de  1984 al 1986 en el Jardín de Niños Nemesio Naranjo donde cursé 2° y 3° de preescolar, recuerdo esta bonita etapa, era una niña tierna y cariñosa que le agrada realizar las actividades que las maestras proponían, siempre dispuesta a aprender y con la capacidad de escucha, atenta a las indicaciones, realizaba con esmero y empeño mis actividades escolares, una de las actividades que recuerdo y me gustó mucho en esa época fue la de pertenecer a la escolta, aun y cuando estaba pequeña es una actividad que disfruté, sobre todo en los desfiles como el 20 de noviembre, las maestras me escogían en las actividades que se destacaban en el jardín, principalmente porque era ordenada y seguía las indicaciones y no generaba desorden. Fue un espacio que me generó seguridad y confianza, interactuar con mis demás compañeros de grupo, propició en mí autonomía a esa corta edad. La forma en como mis maestras enseñaban, tanto su intervención pedagógica, fue algo que al pasar los años fueran pieza clave de mi gusto y vocación por ser maestra.

Rumbo hacia la primaria, adquiriendo autonomía, independencia y seguridad.

Ingresé a la primaria Felipe Carrillo Puerto en el año de 1986, fui de la generación del 86 al 92, en primero y segundo de primaria me iba con mis dos hermanos mayores ya que mi madre siempre nos dio esa confianza y seguridad, al principio no tenía tantos amigos iba conociendo mi nueva escuela un gran cambio del preescolar a la primaria, disfrutaba de las actividades que los maestros aplicaban, recuerdo a la maestra San Juanita de 1°, era sumamente estricta, fue quien me enseñó a leer y escribir, marcó en ese entonces un poco de miedo hacia los maestros, me hizo sentir que no quería tener más maestros así, y que si yo fuera maestra sería diferente. Al pasar a segundo me tocó la profesora Mirthala de igual manera también fue estricta, pero con un enfoque pedagógico diferente, me enseñó a mejorar mi lectura y caligrafía, así como también las tablas de multiplicar, me esforzaba por realizar bien cada una de mis tareas, las realizaba sola, mis calificaciones era gracias solamente a mi esfuerzo y dedicación ya que en casa nadie me apoyaba ni orientaba, al finalizar ese ciclo escolar obtuve mi primer diploma de aprovechamiento académico escolar fue el 3° lugar de mi salón, me hizo sentir muy feliz cuando la maestra me lo hizo saber y que me lo entregaran en la ceremonia de fin de cursos. Durante esos dos primeros años para acudir a la primaria  lo hacía acompañada de mis hermanos, me fue preparando para cuando ya en el próximo ciclo escolar lo tuve que hacer sola, me ayudó en mi autonomía y seguridad, desde el cruzar una avenida, caminar varias calles y no hablar con extraños, recurrí  a socializar más, a hablarles a otros compañeros para sentirme acompañada en el traslado hacia la escuela, eso me generó seguridad y confianza al no estar sola, al hacer más amigos, disfrute aún más mi estadía en los últimos años de la primaria, recuerdo que me gustaba llegar temprano para platicar con ellos en las bancas del patio antes de ingresar al salón de clases, fue una etapa bonita, en donde experimenté mi cambio de niña a señorita, aunque recuerdo que cuando me sucedió estuve algo desconcertada, pues no entendí mucho lo que me pasaba. Ya en los últimos dos grados de la educación primaria  tuve excelentes profesores fueron el maestro Leonel  en 5° y el profesor Enrique en 6°, me ayudaron a ser una estudiante comprometida, responsable, dedicada, perseverante, me enseñaron a ser organizada con mis tareas escolares, maquetas, aprender a estudiar no solamente memorizando todo sino comprender cada uno de los contenidos, el exponer una pequeña clase, así como también recibí motivación constante en la entrega de mis tareas, trabajos escolares, las notas que me hacían en las boletas de calificaciones, fueron pieza clave en mi formación de estudiante, el mejorar mi ortografía.  Recuerdo que cuando estuve en 6° en la primaria organizaban diversos concursos en la zona escolar, uno de ellos era el de ortografía, que consistía en aprenderte una lista de palabras, de los dos grupos fui la mejor, la que obtuvo la calificación más alta y por consecuencia me tocó representar a la primaria, fui a concursar con otras escuelas a las que pertenecía en la que yo estudiaba, obtuve el 2° lugar a nivel zona, una experiencia gratificante y bonita como estudiante.

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