Seminario “Trabajo docente”: “SINDICALISMO Y ESTATUTO DOCENTE”

Seminario “Trabajo docente”:

“SINDICALISMO Y ESTATUTO DOCENTE”

Instancia: Trabajo Final

Profesor: Flavia Gispert

Alumna:

DENES, Carolina;

GALLARDO, Giuliana;

LEAL, Denisse;

MILANESE, Agustina

Comisión: Lunes 1° a 3°

Turno: Mañana.

2do cuatrimestre 2015

Índice

1)        Introducción        

2)        Desarrollo        

a)        Los primeros pasos en materia de sindicalismo docente, la CTERA:        

b)        La CETERA en la década del 80’:        

c)        La CETERA en la década del 90’:        

d)        El avance sindical (2003- 2007):        

e)        Características de CTERA        

f)        Otras organizaciones de representación        

g)        Estatuto Docente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires        

3)        Conclusión:        

4)        Bibliografía        

1.  Introducción

Para realizar nuestro trabajo final del seminario Trabajo Docente, seleccionamos la temática referida a sindicalismo y estatuto docente, con el objetivo de conocerla y analizarla, teniendo en cuenta que estas temáticas también forman parte de nuestra elección de la profesión docente.

Justificamos nuestra elección, teniendo en cuenta las siguientes cuestiones: nos parece fundamental, para nuestra futura práctica docente, tener conocimiento acerca de cuáles son los agentes reguladores y el respaldo legal que va a contener nuestra actividad profesional, teniendo en cuenta los cambios que se realizaron a lo largo de la historia de manera crítica. Conociendo esta información, creemos que nos sentiremos más seguras y preparadas ante cualquier injusticia laboral que se presente futuramente.
También, al ser una temática que no es abordada por ninguna asignatura de nuestra formación, creemos que es una excelente oportunidad para investigar e indagar el tema un poco más, ya que en el estatuto se regulariza el oficio docente. Es importante tener en cuenta que para que se lleve a cabo hubo un acuerdo de intereses colectivos y es necesario profundizar en el tema para poder analizarlo. En este sentido podríamos remarcar otro punto que justifica nuestra elección, que tiene que ver con nuestro interés en conocer cómo, a largo de la historia, y en la actualidad, el trabajo docente logra mejorías en torno a sus salarios, condiciones laborales, vacaciones, representaciones gremiales, etc.

Es importante conocer cómo surgieron los gremios sindicales que nos representan y todo lo que se ha logrado desde el origen de los mismos hasta la actualidad.

1. Desarrollo

Para poder reconocer cuales son las instituciones sindicales y los documentos legales que protegen y reglamentan la actividad docente, creemos que es fundamental realizar una breve crónica histórica sobre el surgimiento de las mismas en nuestro país. Tomando en cuenta el período que va desde 1930 hasta la actualidad, y haciendo hincapié en lo que refiere a la educación y sus regulaciones, abordaremos el surgimiento y las transformaciones vividas, pensando en cómo influye esto en la actividad docente hoy.  Antes de comenzar con nuestra investigación, nos gustaría especificar el concepto de sindicato:

• Cuando hablamos de sindicatos, definimos a estos como un participante ineludible en el diálogo entre la escuela y la sociedad, siendo su participación fundamental en la constitución y el éxito de las innovaciones educativas, “ninguna reforma de educación ha tenido éxito contra o sin los docentes”^[1].

Ahora bien, luego de fijar este concepto central de nuestro análisis, consideramos necesario, en un primer momento definir cuál o cuáles son aquellas organizaciones y documentos que investigaremos. Por un lado trataremos superficialmente los aspectos que legisla el “Estatuto Docente” actual. Al mismo tiempo, será la CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina), el organismo que caracterizaremos históricamente; realizando un punteo de otras organizaciones sindicales del país.  

1. Los primeros pasos en materia de sindicalismo docente, la CTERA:

Fue durante el gobierno de Juan Domingo Perón (1940-50) que surgieron las primeras experiencias de sindicalización en el magisterio argentino. En esta época, el Estado amparaba y promovía la constitución de los mismos, pues los consideraba frentes de intervención en la relación entre los trabajadores docentes y el mismo Estado. De este modo, en el año 1953 se creó la Unión de docentes Argentinos (UDA), sindicato docente de carácter nacional que se identificaba principalmente con el peronismo y que no logró alinear a todo el magisterio. Fue así que entre 1955 y 1973, se crearon varios sindicatos provinciales de representación diversa, que reclamaban un estatuto docente (que fue concretado en el año 1958). Recién en 1973, bus^[2]cando una representación sindical sectorial unificada, se creó la CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina) -organización de 3° grado^[3], lo que le impide incorporarse a su vez a una central sindical como por ejemplo la CGT-.  Hasta el momento de la consolidación de la CTERA, esta época fue fundamentalmente signada por las demandas sectoriales.

Esta confederación se caracterizaba principalmente por la heterogeneidad de sus sindicatos de base.  Durante esta época, surgió una radicalización política donde se podían reconocer más variadas posiciones ideológicas (algunas más combativas y otras más radicalizadas). Esta lógica, desde los sindical y lo político, atravesó directamente los posicionamientos que adquirió en materia educativa la CTERA.

1. La CETERA en la década del 80’:

Llegada la dictadura militar a la Argentina (1976-83), esta confederación sufrió el secuestro, asesinato, persecución y exilio de dirigentes e integrantes sindicales, lo que afectó su organización (tomando en cuenta la ofensiva vivida por parte del gobierno dictatorial).

Los ´80 se vivieron con aires de esperanza. La llegada de la democracia abría la posibilidad de la CTERA a conseguir mayor relevancia como actor de políticas educativas, constituyéndose como interlocutor del Estado en lo relacionado a “negociaciones salariales y demandas por condiciones de trabajo”^[4]. Fue en 1988 que se promulgó un plan de lucha, que consiguió alta adhesión; una huelga de 42 días, promulgada por la confederación, que se llamó “Marcha Blanca”. El apoyo de la opinión pública fue fundamental para la presentación de la CTERA como sindicato; logrando instalarse en la agenda pública, la educación y su financiamiento. La metodología que implementó la confederación (lucha mediante huelgas y movilización pública), fue fundamental para la instalación de la misma como sindicato referente.  

1. La CETERA en la década del 90’:

Recién en 1990, la CTERA se definió como sindicato opositor ante el gobierno del presidente Menem, desarrollando un discurso totalmente antagónico a las reformas estructurales que se proponían al sistema educativo. Por ejemplo se puede nombrar la Ley de Transferencia de Servicios Educativos, de 1992, que proponía la descentralización final del sistema educativo nacional. Esta medida, transfería a las 24 jurisdicciones provinciales, la gestión de su sistema educativo; complejizando fuertemente las negociaciones, confrontaciones y acuerdos a nivel nacional. Así cada provincia generaba condiciones nuevas y diversas en la acción sindical. Fue ante este estilo de políticas educativas, que la CTERA llevó a cabo lo que se conoce como la “Carpa Blanca”, medida de protesta iniciada en 1977, que proponía la “instalación de un grupo de docentes que realizaban ayuno frente al parlamento,  y que se renovaba periódicamente”^[5]. Esto causó fuerte impacto en la sociedad, terminando por determinar a CTERA como actor de la política educativa a nivel nacional (más allá de la descentralización concretada).

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