Comentario literario Crónica de una muerte anunciada

Comentario literario Crónica de una muerte anunciada

Claudia Torres Lillo

Pregunta 1

El fragmento que objeto de este comentario pertenece al quinto capítulo de los cinco que forman Crónica de una muerte anunciada  (1981). Su autor, Gabriel García Márquez, nació en Colombia en 1928 y murió en México el abril del 2014. Su trayectoria de escritor comenzó como periodista, aunque a partir de los años cincuenta desarrolla una intensa labor como narrador. En 1955, Relato de un náufrago, produce el exilio de Márquez de su país natal al aludir a los órganos del Gobierno de Colombia. Sin embargo, en 1967 se gana la fama gracias a Cien años de soledad y en el 1982 obtiene el Premio Nobel de Literatura, con el que alcanza el reconocimiento internacional. También destacan novelas tan conocidas como El coronel no tiene quien le escriba, El amor en tiempos de cólera, Del amor y otros demonios, además de cuentos y relatos.

Su producción literaria está relacionada de manera inherente con el realismo mágico. Este género literario se desarrolló a mediados del siglo XX en Hispanoamérica y se caracteriza por el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. Dentro de este género se encuadra Cien años de soledad, que es considerada la novela más representativa de este género, y también Crónica de una muerte anunciada. Por ejemplo, a lo largo de la novela se observan situaciones con este carácter imaginativo o mágico, como las dos mil cartas que escribió Ángela Vicario, la infección o la diarrea de los hermanos Vicario y el espíritu de la mujer de Xius son algunas de ellas.

Esta es quizá la obra más realista de este autor, pues se basa en un hecho histórico ocurrido en la tierra natal del escritor del que él mismo fue testigo y personaje.

Esta serie de catastróficas desdichas comienzan en un pueblo cercano a la costa caribeña donde se casan Bayardo San Román y Ángela Vicario. Tras celebrar la boda, el marido descubre que su esposa no es virgen por lo que la devuelve violentamente a la casa paterna y sufre una profunda crisis al sentirse engañado y ultrajado. Ángela acusa a Santiago Nasar de su deshonra. Para defender el honor familiar los hermanos de la joven se ven obligados a perseguir al ofensor. A pesar de que todo el pueblo conocía lo que iba a suceder y de los múltiples intentos por evitarlo, una serie de fatales coincidencias permiten que se cometa el crimen. Pasados los años, Bayardo y Ángela se reúnen y viven juntos el resto de sus días.

Todo en esta novela gira en torno a Santiago Nasar. La historia se centra en su asesinato y se supone que él es el protagonista, aunque sabemos muy poco de su persona, simplemente sabemos que ha muerto. Pero lo que realmente capta la atención del lector, es su culpabilidad. ¿Realmente es el verdadero culpable de la deshonra de Ángela?

         A lo largo del capítulo cinco  se desvelan con detalles de la investigación y la consecución del asesinato. Lo cual, le sirve al narrador para reflexionar ante la fatalidad y el sinsentido de cómo se produjeron los hechos que llevaron al protagonista a la tumba, para reflexionar sobre la actitud del pueblo después de la muerte, y finalmente,  tras estos desplazamientos, coincidencias infortunadas y anuncios desde el inicio de la novela, asistimos con curiosidad y horror  a la escena de la barbarie.

        En este texto Gabriel García Márquez nos deja ver uno de los ejes vertebrados de la obra, la muerte y el destino trágico producidos por el honor y la honra. Además, desde el primer párrafo ya se aprecian diversos subtemas como lo son, la responsabilidad colectiva y la violencia. “Nunca hubo una muerte tan anunciada”, en el marco de la culpabilidad, cualquier excusa parece ser válida es este espeluznante relato ya que cada personaje, tiene su propia forma de evadir la culpa que se impone sobre él, dado que todos son cómplices en tan inminente asesinato. La violencia es la única respuesta a la violación del  código del honor que rige la moral del pueblo y que exige a la desposada llegar virgen al matrimonio: hay que lavar el honor de la familia con la sangre del ofensor y así se hace.

Comentando la estructura externa, el fragmento se divide en tres párrafos claramente diferenciados. Con respecto a la estructura interna, desde el comienzo del texto hasta el principio del segundo párrafo se trata el tema principal anteriormente expuesto, el destino trágico acompañado del honor y la deshonra. A partir de la mitad del segundo párrafo, se aprecia un cambio significativo de tema, el largo recorrido de Santiago Nasar caminando sin rumbo alguno hasta que se derrumbó de bruces en la cocina, muerto.

En este fragmento, se observa un perspectivismo a la hora de tratar la realidad. Esto es debido a diferentes factores como: el narrador utiliza diferentes voces, alternando la primera (Nos quedamos paralizados del susto – me dijo Agénida Lanao)  y la tercera persona (la hija mayor contó que Santiago Nasar […]), o utilizando el estilo directo para expresar más claramente las perspectivas de los personajes, y dar una visión más completa de la realidad (“Oímos la gritería – me dijo – la esposa”). Además, el autor utiliza el registro coloquial (“Lo que nunca pude olvidar fue el terrible olor a mierda”), mientras que al mismo tiempo, se observa un gran detallismo en las descripciones que se realizan (“Sosteniendo con las manos las vísceras colgantes”).

Durante el transcurso de Crónica de una muerte anunciada observamos un elevado número de personajes, entre los que destacan Santiago Nasar, Ángela Vicario y Bayardo San Román. Aun así en este fragmento de la obra tan solo aparecen el personaje de Santiago Nasar, además de alguna mínima intervención de la madre de Santiago y la  intuición de  la presencia de los hermanos Vicario en el acto ocurrido en el fragmento.

Ángela Vicario representa la encarnación de la mujer perfecta que cualquier hombre puede estar orgulloso de tener como esposa. Y es entre otras cosas por lo que Bayardo San Román la elige, sin esperar que ella ya hubiera roto con todas las normas preestablecidas. Todo ello la convierte en el personaje desencadenante de la tragedia, puesto que sin su acusación hacia Santiago Nasar  no habría muerto. Todo esto no le evita ser despreciada y abandonada por su marido, y pasar muchos años de humillación y desesperación en los que pierde la cordura y acaba enamorándose del marido con él que no se quería casar.

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