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Contexto Histórico, Geográfico у Social del Barroco


Enviado por   •  11 de Marzo de 2015  •  Tutoriales  •  6.916 Palabras (28 Páginas)  •  555 Visitas

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Contexto Histórico, Geográfico Y Social Del Barroco.

El movimiento artístico conocido como el barroco se origino con la reforma y la contrarreforma. La reforma fue una reacción religiosa iniciada por el monje Augustino Alemán Martin Lutero, quien fundó la religión protestante. A la dicha protesta se sumaron otras reformistas como Calvino en Francia y Zwinglio en Suiza, quienes difundieron el protestantismo por Europa. La división de la cristiandad culmino con la iglesia Anglicana de Inglaterra encabezada por Enrique VIII.

Para evitar el desmembramiento del catolicismo, la iglesia opuso la contrarreforma iniciada por Ignacio de Loyola fundador de la compañía de Jesús. Se instituyo un programa de avenencia con los monarca europeos, reforzado con un duro control inquisitorial; además, se propicio el acercamiento al pueblo para que la cultura no solo se diera en las clases altas, sino que también fuera disfrutada por las masas.

En todos los terrenos artísticos el barroco enriqueció sus formas a fin de que se fortaleciera la fe haciendo que la gente participara en todos los asuntos litúrgicos; de esta manera, cuando experimentara gran vehemencia religiosa, se conmovería escuchando música enaltecedora o viendo arquitecturas ornamentales y esculturas poéticas de santa y mártires; o bien, leyendo textos pletóricos de símbolos y adornos.

El barroco como estandarte contrarreformista, tuvo un origen político. Las naciones europeas sintieron temor del auge español, alcanzando bajo la Corona de Carlos V de Alemania y que fuera I de España. Este hombre gobernó gran parte de Europa, así como las tierras recién conquistadas en América, Asia y África. Tal poderosa hegemonía fue resquebrajada con la revolución protestante, con la guerra de los 30 años y con la derrota de la Armada Invencible Española.

Naturalmente la economía española entro en crisis. A las guerras se sumaron tanto la emigración de los hombres jóvenes a las colonias, como los prejuicios de nobleza e hidalguía que forzaron a quienes permanecieron en España a morir de hambre antes que rebajarse a trabajar como labriegos berberiscos en el campo.

El barroco floreció, en consecuencia, en los territorios adictos a la Corona española, es decir, en parte de Francia y Alemania, el centro de Europa, Italia (sede del papado) y la península Ibérica, de donde se irradio a las recientes colonias.

Según la opinión generalizada, la palabra barroco se origino de un término de orfebrería portugués donde significa perla preciosa pero irregular. También se le vinculo con la figura silogística baroco que en lógica medieval designaba razonamientos discutibles. En el arte se le definió como la profusión extravagante de adornos. El barroco recibió nombres diversos, según el sitio donde floreció; en Inglaterra: Eufismo, en Francia: Preciosismo, en España: culteranismo y/o Gongorismo. El conceptismo es una rama paralela que profundiza en la idea más que en el adorno superficial.

La decadencia política y militar

El siglo XVII fue para España un período de grave crisis política, militar, económica y social que Los llamados Asturias menores -Felipe III, Felipe IV y Carlos II- dejaron el gobierno de la nación en manos de ministros de confianza o validos entre los que destacaron el duque de Lerma y el conde-duque de Olivares.

En política exterior, el duque de Lerma, valido de Felipe III, adoptó una política pacifista y logró acabar con todos los conflictos heredados del reinado de Felipe II. Por el contrario, el conde-duque de Olivares, valido de Felipe VI, involucró de lleno a España en la guerra de los Treinta Años, en la que España sufrió graves derrotas militares.

Durante la segunda mitad del siglo, Francia aprovechó la debilidad militar española y ejerció una continua presión expansionista sobre los territorios europeos regidos por Carlos II. Como consecuencia de esta presión, la Corona española perdió buena parte de sus posesiones en Europa, de modo que a principios del siglo XVIII el Imperio español en Europa estaba totalmente liquidado.

En política interior, la crisis no fue menos importante. El duque de Lerma procedió a la expulsión de los moriscos (1609), con lo que se arruinaron las tierras de regadío del litoral levantino, y permitió la generalización de la corrupción administrativa. Posteriormente, la política centralista del conde-duque de Olivares provocó numerosas sublevaciones en Cataluña, Portugal, Andalucía, Nápoles y Sicilia. La rebelión catalana fue sofocada el año 1652, mientras que la sublevación portuguesa desembocó en la independencia de ese país (1668).

La crisis social y económica

En el siglo XVII, España sufrió una grave crisis demográfica, consecuencia de la expulsión de casi 300.000 moriscos y de la mortalidad provocada por las continuas guerras, el hambre y la peste. La sociedad española del siglo XVII era una sociedad escindida: la nobleza y el clero conservaron tierras y privilegios, mientras que los campesinos sufrieron en todo su rigor la crisis económica. La miseria en el campo arrastró a muchos campesinos hacia las ciudades, donde esperaban mejorar su calidad de vida; pero en las ciudades se vieron abarcados al ejercicio de la mendicidad cuando no directamente a la delincuencia.

Por otra parte, la jerarquización y el conservadurismo social dificultaban el paso de un estamento a otro y sólo algunos burgueses lograron acceder a la nobleza. La única posibilidad que se ofrecía al estado llano para obtener los beneficios que la sociedad estamental concedía a los estamentos privilegiados era pasar a engrosar las filas del clero. Este hecho, unido al clima de fervor religioso, trajo como consecuencia que durante el siglo XVII se duplicara el número de eclesiásticos en España.

Característica.

Se caracteriza por su complejidad estilística. Durante muchos años este movimiento fue repudiado porque, siendo su comprensión tan dificultosa, exigía del lector conocimientos por arriba de lo normal, total concentración y cultura más que mediana. Por ello se le considero como arte para pocos o elitista.

• Uso abundante de figuras retoricas como metáforas y aliteraciones.

• Manejo exagerado de hipérbaton y de elipsis desorganizando el orden lógico de la oración y de los párrafos.

• Disposición singular de la construcción gramatical a fin de provocar en el lector sensaciones de sonoridad, luz, brillo, color.

• Cultivo de las estrofas clásicas como la redondilla, el romance,

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