Educacion a distancia y TIC
elpanaluis2810 de Mayo de 2012
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El software educativo como herramienta mental para la construcción
del conocimiento. Una reflexión sobre la práctica.
UPEL -IPB
Barquisimeto - Venezuela
ANNY CASTILLO ROJAS
Anny_castillo_rojas@hotmail.com
RESUMEN
La propuesta presentada pretende mostrar el uso de las TIC en el desarrollo de los procesos de enseñanza y aprendizaje al emplear software educativos como herramientas mentales para la construcción del conocimiento.
Hasta ahora, en la diversidad de concepciones encontradas sobre software educativo, se puede afirmar que se trata de programas informáticos que contemplan elementos determinados que conducen al desarrollo de estrategias para alcanzar aprendizaje. Se dice que existen diversos tipos de software entre ellos; Tutoriales, De ejercitación, Simuladores, Hipertexto, Multimedia, Bases de datos (Gros, B 1997) y Herramientas informáticas. En este último grupo de las herramientas informáticas, se encuentran los software analizados en esta reflexión, a partir de la praxis pedagógica.
Las herramientas informáticas son aplicaciones que en sí misma están diseñadas para la elaboración, construcción y procesamiento de información. Es decir, permiten organizar, más que conocer o informar. Por tanto, el tratamiento del mensaje o los contenidos con los que se desea educar, no preexisten de ningún modo, se estructuran según la propia significatividad del usuario. Por ello, a estos tipos de software educativos, se les ha denominado herramientas mentales (Mind Tools). En el mismo orden de ideas, Jonassen (2000) autor de esta corriente, concibe las Mind tools como instrumentos computacionales generalizables que facilitan los procesos cognoscitivos pues ayudan al que aprende y desarrollan habilidades del pensamiento. Desde aquí, se analizan dichas habilidades desarrollas por las herramientas mentales al utilizar aplicaciones informáticas de concepción educativa.
Palabras claves: Software Educativo, Herramientas mentales, habilidades del pensamiento.
Un acercamiento
Luego de observar el sistema educativo venezolano inmerso en la sociedad del conocimiento con miras a la incorporación de tecnología en las aulas de las escuelas y universidades, estudiar el proceso didáctico rico en incentivos creativos, resulta interesante.
El punto de partida de este diálogo, es la relación existente entre las funciones de los distintos tipos de software y las estrategias que los estudiantes emplean para aprender o, lo que es lo mismo, cómo estos programas informáticos pueden convertirse en herramientas mentales capaces de desarrollar mayores habilidades en los individuos.
Para explicar dicha relación vale la pena dejar por sentado las bases pedagógicas del análisis. En primer lugar Díaz Barriga, F (1999) define las estrategias de aprendizaje como el conjunto de técnicas y procedimientos que utilizan los aprendices para conseguir la solución de algún problema; esas estrategias requieren de un determinado proceso para alcanzar el aprendizaje.
Ahora bien, la ejecución de las estrategias de aprendizaje ocurre asociada con otros tipos de recursos y procesos cognitivos que dispone cualquier aprendiz. Diversos autores concuerdan con la necesidad de distinguir entre varios tipos de conocimientos que posee y utiliza el ser humano durante el aprendizaje (Brown, 1975); entre ellos:
- Los procesos cognitivos básicos: se refieren a todas aquellas operaciones y procesos involucrados en el procesamiento de la información, como la atención, percepción, codificación, almacenaje, recuperación.
- La base de conocimientos: se refiere al bagaje de hechos, conceptos y principios que se posee, el cual esta organizado en forma de un reticulado jerárquico (constituido por esquemas) que usualmente se les denominan, conocimientos previos.
- El conocimiento estratégico: este tipo de conocimiento va dirigido a las habilidades y destrezas mentales para alcanzar un objetivo determinado dentro del proceso de aprendizaje y el conocimiento metacognitivo que se refiere al conocimiento que se posee sobre qué y cómo se sabe, así como el conocimiento que se tiene sobre los procesos y operaciones cognitivas cuando se aprende, recuerda o soluciona problemas.
De esta clasificación presentada, los distintos tipos de conocimientos contribuyen a desarrollar en el individuo diferentes habilidades que necesitará para su progreso. Ahora bien, el conocimiento estratégico juega un papel primordial por cuanto se refiere a la aplicación de las tácticas que el intelecto de cada aprendiz emplea, para lograr las metas. Así puede afirmarse entonces, que el conocimiento estratégico no es simplemente un cúmulo de información o un bagaje de experiencias; se refiere más bien a la construcción elaborada de procedimientos orientados hacia fines de aprendizaje.
De esta manera se deduce que el dominio del uso de las estrategias es condición sine cua nom para desarrollar este tipo de conocimiento.
Pero ¿todas las estrategias desarrollan el conocimiento estratégico? Pozo, J. citado por Díaz Barriga (op.cit), clasifica las estrategias según el tipo de proceso cognitivo y finalidades perseguidas, las agrupa como, estrategias de recirculación de la información consideradas las más primitivas utilizadas por cualquier aprendiz. Dichos mecanismos suponen un procesamiento de carácter superficial y son utilizadas para conseguir un aprendizaje al pie de la letra de la información. Las Estrategias de elaboración, suponen básicamente integrar y relacionar la nueva información que se ha de aprender con los conocimientos previos pertinentes. Las Estrategias de organización de la información, permiten hacer una reorganización constructiva de la información. Mediante el uso de estas estrategias es posible organizar, agrupar o clasificar la información con la intención de lograr una representación correcta a través de las relaciones posibles entre distintas partes de la información y/o las relaciones entre la información que se ha de aprender y las formas de organización esquemática internalizadas por el aprendiz. Por último, las Estrategias de recuperación, aquellas que permiten optimizar la búsqueda de información que se ha almacenado en la memoria a largo plazo.
Entonces de esta clasificación tanto las estrategias de elaboración como las de organización serían las más eficaces vinculadas a potenciar el conocimiento estratégico. ¿Cuáles serían sus funciones en ese proceso de desarrollo de este tipo de conocimiento? Se encargan de construir, obtener y ordenar los contenidos; esto es, descubrir y elaborar significados para encontrarle verdadero sentido a la información. También es importante acotar que estas estrategias pueden aplicarse sólo si el material proporcionado al aprendiz tiene un mínimo de significatividad lógica y psicológica.
En efecto, el uso de las estrategias va estar íntimamente relacionado con las habilidades cognoscitivas desarrolladas en el conocimiento estratégico. En relación a esto último alguno podría preguntarse ¿puede emplearse cualquier estrategia de elaboración y organización?
Una propuesta concreta es la expuesta por Buzán, T (1996). Este autor afirma que el pensamiento del cerebro humano puede contemplarse como una gigantesca Branching Association Machina (BAM, Máquina de Asociaciones Ramificadas), un súper bioordenador con líneas del pensamiento que irradian a partir de un número virtualmente infinito de nodos de datos. Esta estructura refleja redes neuronales que constituyen la arquitectura física del cerebro.
De esta abrumadora capacidad de procesamiento de información y de aprendizaje, se deriva el concepto de pensamiento irradiante.
El pensamiento irradiante lo componen aquellos procesos de pensamiento asociativos que proceden de un punto central o que se conectan con él. De esta forma, el cerebro humano desarrolla cada tarea de manera natural desplazándose en distintas direcciones. Es decir, con oportunidad de manifestar la elaboración de múltiples respuestas a la misma orden.
El mismo autor manifiesta las infinitas posibilidades con las que puede optar cualquier persona que usa todo su cerebro, por ende, actuar así, implicaría desarrollar procesos cognoscitivos creativos.
Por eso no sólo se habla de estrategias de organización y elaboración para potenciar el conocimiento estratégico sino más concretamente, estrategias que permitan explorar el pensamiento irradiante, es decir, que favorecen los procesos creativos. Aun algunos pueden preguntarse, ¿Procesos creativos? Guilford (1971), uno de los autores clásicos e importantes en los estudios de creatividad, entienden este vocablo como un conjunto de mecanismos cognoscitivos, aptitudes o habilidades para resolver problemas coincidentes con el pensamiento irradiante.
Por eso, conocer la fisonomía y constitución del ser humano produce un acercamiento a la realidad pero saber las potencialidades del cerebro, desde el punto de vista ingenioso a través del pensamiento irradiante, conlleva a formular interesantes propuestas en cuanto al proceso de formación estratégica de cualquier estudiante. De allí que afirmaciones como: toda persona es creativa por naturaleza o es posible diseñar entornos potencialmente creativos invita a innumerables investigadores a descubrir los caminos idóneos para conseguir tales objetivos.
¿Entonces, cómo hacerlo? Una alternativa posible es empleando el ejercicio de Estrategias Creativas.
Las estrategias creativas se conciben como el conjunto de procedimientos
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