El proceso de Escritura

Carrera: Profesorado en Educación Física.

Estudiante: Romero, Carlos Mario Ezequiel.

Profesora: Martínez, Cristina María B.

El proceso de Escritura

Punto 1.

Primera canción:

En la canción “Botella al mar”, el autor (Abel Pintos) se refiere a la falta de paz en el mundo. El cantautor está cansado de la guerra, el racismo que se pronuncia en una parte “una niña negra que ruega que la sensatez vuelva a su lugar”. Así también como “la botella al mar esperando una respuesta”, creo que se refiere lógicamente al dolor de la familia que espera a su “soldado” a que vuelva a casa enviándoles cartas que no tienen respuesta alguna. Se habla de la sensatez como la falta de buen juicio y justicia que falta en el mundo, falta de madurez y toma de decisiones internas y externas, es decir, hay que decir basta, creo que todo tiene un punto de quiebre, basta de las fronteras, basta al racismo, basta de guerras, basta de contaminaciones ambientales y entre todas estas cosas, hay que aprender a crear un mundo sano y vacío de prejuicios. Pero lo más importante, tratar de construir nuestro mundo porque sinceramente lo estamos dañando demasiado.

Segunda canción:

Abel pintos en su cancón “El que queda solo”, creo que es una canción que le duele hasta a él mismo ya que se refiere a un individuo que sufre de la falta de compañía que tal vez en algún momento de su vida tuvo. El personaje sufre de la falta de atención pero también es un tipo muy apartado que creo que no quiere tener afecto con el mundo exterior ya que al parecer siente que encontró su zona de confort, pero a la misma vez no está del todo seguro y cómodo. Es como si gritara por ayuda en una habitación sin entrada ni salida.  

Punto 2.

Canción 1:

 Así y tal cual lo dice su título, éste tema se refiere a “la memoria” y el gran valor y peso que lleva. Representa eventos que han pasado en Argentina. Estos eventos han impactado a la gente en una manera que siempre van a recordarlo. Por ejemplo, los genocidas. En los 70/80 había mucha violencia en Argentina. La gente fue torturada, detenida y matada por la Dictadura Militar.

Había como 15,000 personas que son llamadas los “desaparecidos” que fueron secuestradas por las fuerzas de seguridad. En los centros secretos de detención la gente había sido interrogada y matada secretamente. Los cuerpos de los matados fueron puestos en tumbas o tirados al mar. Ahora en Buenos Aires, hay unas fuentes para recordar los “desaparecidos”. Además, la A.M.I.A. (Asociación Mutual Israelita Argentina), un centro para los Judíos en Buenos Aires fue bombardeado el 18 de julio 1994. Este ataque mató 85 personas e hirió cientos. El hombre, Carlos Menem fue el presidente durante este tiempo. Argentina es el hogar de muchos judíos, y el bombardeado de la A.M.I.A. fue el más mortal. Eventualmente, decidieron que el gobierno de Irán fue culpado por todo que pasó ese día en julio.

Adicionalmente, el padre Enrique Ángel Angelelli, el obispo de la iglesia Católica en el diócesis de La Roja en Argentina fue matado el 4 de agosto 1976 por los militares porque sostenía a la gente pobre. Hablaba sobre los asuntos sociales, y por eso fue eliminado. El gobierno era militar durante ese tiempo y la gente que participó en el movimiento social fue perseguida. También, Carlos Múgica, otro sacerdote que fue parte del Movimiento de los sacerdotes del Tercer Mundo fue asesinado el 11 de mayo 1974 por Rodolfo Almirón. Después de celebrar misa en la iglesia de San Francisco Solano, él estaba entrando a su carro cuando Almirón le tiró con una pistola y lo mató.

Naturalmente, los 70 fueron un tiempo de cambio en Buenos Aires. Un periodista, “Rodolfo Walsh” fue parte de la Alianza Libertadora Nacionalista. Escribió dos libros, Variaciones en Rojo y Operación Masacre. También formó parte de los Montoneros un grupo radical. El 25 de marzo 1977 fue asesinado en una emboscada.

Su cuerpo y algunos de sus trabajos nunca fueron vistos otra vez. Las estrofas de esta canción son una crónica de luchas por la justicia social con nombres y apellidos de nuestra patria grande y una de ellas reza lo siguiente: “Fue cuando se callaron las iglesias. Fue cuando el fútbol se lo comió todo. Que los Padres Palotinos y Angelelli dejaron su sangre en el lodo.”  Cuando habla de que “el fútbol se lo comió todo” lógicamente habla del mundial de fútbol del año 1.978 que se disputó en plena dictadura militar. Lo usaron de cortina para tapar los crímenes que cometió el Estado. Una de las frases más conocidas y profundas que personalmente en pocas palabras lo dice todo, es “mientras se gritan los goles, se apagan los gritos de los torturados y de los asesinados” argumentaba Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, en un documental. Sobre “cuando callaron las iglesias, que los Padres Palotinos y Angelelli  dejaron su sangre en el barro” habla de uno de los asesinatos más horrendos que ocurrió en nuestra patria, cinco hombres asesinados el 4 de julio de 1976 en la parroquia de San Patricio en el barrio de Belgrano de la ciudad de Buenos Aires por un grupo de tareas de la ESMA de la dictadura cívico-militar. Los sacerdotes Alfredo Leaden, Pedro Dufau, Alfredo Kelly y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti, todos de la comunidad Palotina, mueren asesinados sobre la alfombra roja del pequeño living del primer piso de la casa parroquial. Si buscamos la definición de “lodo” el diccionario nos da dos acepciones, la primera dice que es “barro fino que se forma en el suelo cuando llueve o que se deposita en el fondo de una corriente o un depósito de agua”, pero la segunda completa la definición diciendo que es “degradación moral, deshonra o mala reputación.” Seguramente León habla de ese suelo barroso sobre el que caminamos en la época más oscura de nuestra historia nacional, época de degradación moral, muerte, persecución, desaparición de personas, secuestros en centros clandestinos, secuestros y apropiación de bebés, censura, endeudamiento. En ese “lodo” fueron muchos los que lucharon por la liberación y la justicia y tantos dejaron su sangre. Ahí están los palotinos, dejando su sangre en lodo en la lucha por la verdad, la vida y el evangelio.

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