Era Del Vacio

La sociedad en la actualidad tiene diferentes problemas y esto es de manera general, quiero decir en todas las edades, hombres y mujeres, ricos o clase media y que por tanto no nos damos cuenta de la realidad de manera anormal, sino todo lo contrario parece ser que lo que vivimos y como lo hacemos es normal. Ante esto, el autor del libro la era del vacío plante la conmoción de la sociedad, las costumbres y el individuo en la era contemporánea.

Menciona que ha parecido una nueva forma de control de los comportamientos y a la vez de una diversificación de los modos de vida, es decir una nueva fase del individualismo del ser humano, esto es que la forma de organizarse de un individuo a cambiado totalmente partiendo desde lo privado. La lógica individualista se ha instalado en las costumbres y en lo cotidiano. por ello el proceso de personalización en una sociedad postmoderna.

La postmodernidad se mira la indiferencia de la masa, la autonomía privada, la innovación superficial y el futuro no se considera o asimila, es una sociedad que vive aquí y ahora pero al final no encuentra nada con que llenar ese vacío e intenta hacerlo nuevamente con actividades que solo a el le satisfacen y le importan. El consumo de la propia existencia.

Aparece el valor narcista como consecuencia y manifestación donde se pasa de un individualismo limitado a un individualismo total. El narcisismo aparece como un nuevo estadio del individuo, en el cual el se relaciona consigo mismo y con su cuerpo, me parece que este provoca el desorden narcisista que contribuye aun trastorno psíquico manifestando un sentimiento de vacío.

El sentimentalismo ha sufrido el mismo destino que la muerte; resulta incómodo exhibir las pasiones, declarar ardientemente el amor, llorar, manifestar con demasiado énfasis los impulsos emocionales. Como en el caso de la muerte, el sentimentalismo resulta incómodo; se trata de permanecer digno o discreto. Nuestra época queda caracterizada entonces por la huida ante los signos de sentimentalidad.

LA FELICIDAD LIGHT

En la cultura del bienestar, el imperativo narcisista glorifica sin cesar a una cultura higiénica, deportiva, estética y dietética. La ética de la felicidad no solo es consumista, es de esencia activista, constructivista; da valoración al cuerpo. La época del pos deber engendra nuevos imperativos de autoconstrucción personalizados pero creadores de un estado de hipermovilización, estrés y reciclaje permanente.

Hay dos tendencias, una excita los placeres inmediatos, sean consumistas, sexuales o de entretenimiento, junto con el hedonismo, intensifica el culto individualista del presente, descalifica el valor del trabajo, contribuye a de socializar, desestructurar y marginar aún más a las minorías étnicas de las grandes ciudades. Por otro lado, se privilegia la gestión racional del tiempo y el cuerpo, el profesionalismo en todo, la obsesión de la excelencia

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