La Critica De La Creación Dentro De Su Propia Creación

La Critica De La Creación Dentro De Su Propia Creación

        La obra de Miguel de Cervantes Saavedra publicada en España en 1605, nace como un claro reflejo de la crisis de su sociedad. España se encontraba marcada por una  decadencia política y social, la cual tenía  origen en la línea de fortalecimiento del poder real de Los Reyes Católicos, quienes valiéndose de su monarquía absoluta sometieron a la clase alta, la iglesia, y la baja nobleza a luchar por sus proyectos personales.

        Estos ideales monárquicos procedían de su ambición de expandir sus territorios  aumentar su riqueza y seguir en la línea de poder; sin embargo, la influencia de la cultura renacentista, marca el inicio de la sociedad moderna y llevo a la crisis  religiosa generada por la Reforma protestante, de igual manera, los descubrimientos de Copérnico desmoronan la idea del cosmos como diseño emanado de Dios. Asimismo, los intercambios comerciales debido a los descubrimientos geográficos transforman la vida y mentalidad del hombre español y europeo^[1]. 

        Esta etapa crítica para la monarquía Cristiana, es la causante del fin de la tolerancia en materia religiosa. Los reyes católicos expulsan a los judíos y árabes del territorio español. Pero la política de Fernando e Isabel no solo se guio por consideraciones religiosas. La monarquía católica pretendía aumentar el patrimonio real  mediante la expropiación de los bienes de la casta más industriosa de España como lo era la judía.

        Aun así, la expulsión de los judíos del territorio español debilito la economía del reino. Y a pesar de un cierto crecimiento en siglo XVI, el endeudamiento de la monarquía era muy grave y afectaba primordialmente a las clases populares, empobrecidas a causa de las guerras, los impuestos y el éxodo del campo a la ciudad^[2]. 

        Ahora bien, el contexto de la vida de Cervantes, es el precursor de su obra, el impulso por el cual, rompe el hilo conductor de una época que termina y una nueva  etapa que comienza “la moderna”. Este proceso es  representado en su obra Don Quijote de la Mancha, en la cual, instaura una crítica  a la monarquía absolutista, la religión y la ceguera de su pueblo.  

        No obstante, la genialidad de Cervantes no radica en ir en contra de la monarquía, por el contrario,  reside en abordar todas estas problemáticas desde una nueva forma de escritura, pues Cervantes como don Quijote es un hombre capturado entre dos mundos el viejo y el nuevo.

        El viejo mundo de Cervantes y de don Quijote se encontraba plagado de las obras de los caballeros andantes y novelas pastoriles. Estas novelas creaban su proceso de escritura en temas y actitudes de la Edad Media: la defensa del honor, idealización de la mujer, el ejercicio individual de la justicia. El héroe caballeresco era un caballero que luchaba en la guerra y sobresalía por sus hazañas, pues iba en busca de aventuras y dispuesto a sostener con las armas y contra cualquier tipo de enemigos, los principios por los cuales disputaba^[3].

        Sin embargo, el héroe caballeresco no tenía  una vos propia era conducido por un destino incuestionable y debía cumplir sus actos a cabalidad, es decir, que no exista un auto cuestionamiento de su existencia ficticia. Y quizás, el no poder pensar a sí mismo desde la ficción provenía de la represión de la sociedad real.  

        Por eso, en el nuevo mundo de la crítica, don Quijote, es un caballero de la fe, y esta proviene de una lectura, y esa lectura es era una locura. Don Quijote se empeña en trasladar sus lecturas de las novelas caballerescas a la realidad con el propósito de restaurar el mundo de la certeza unitaria. Pero  se encuentra con que esa realidad se ha vuelto múltiple, confusa y equivoca. 

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