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La Enseñanza Y El Aprendizaje Del Docente


Enviado por   •  4 de Enero de 2012  •  1.845 Palabras (8 Páginas)  •  716 Visitas

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La Enseñanza y el Aprendizaje del Docente

Juan Juárez Ibarra

Escuela Normal Superior de Querétaro

Juan Juárez Ibarra, Licenciatura en Educación Secundaria Especialidad en Español, 7º Semestre, Escuela Normal Superior de Querétaro, Planeación de la enseñanza y evaluación del aprendizaje, Catedrático: Angélica A. Vázquez Ricaño

5 de noviembre del 2011.

Este ensayo está basado en las primeras lecturas correspondientes al primer parcial del 7º semestre de la licenciatura en Educación Secundaria con especialidad en Español.

La correspondencia concerniente a este ensayo debe ser enviado a Juan Juárez Ibarra Escuela Normal Superior de Querétaro, Av. Colón #14 Col. Centro C.P.76000, Santiago de Querétaro, Qro. E-mail: stacy0077@hotmail.com

Resumen

La importancia de la educación recae sobre el docente, sin embargo, es necesario preguntarnos si estamos capacitados para impartir una educación y si tenemos conciencia sobre lo que queremos transmitir, pues lejos de que sea un gusto el impartir una buena clase, ésta se convierte en la pesadilla de cualquier docente cuando se pierde el control de la misma. El docente tiene la necesidad de replantearse si lo que comunica se está recibiendo acorde a lo que él ha planeado exponer, de lo contrario, es menester buscar aquello en lo que se está fallando. Sobra decir, que no podríamos dar continuidad a la enseñanza. No cuando no se está logrando el propósito en el cual se trabaja.

Palabras clave: metacomunicación, competencia, enseñanza-aprendizaje, planeación.

Sin duda, hablar de educación, es hablar de innumerables logros, pero también fracasos. En la práctica es una gran aventura la de ser maestro, si bien, no es muy redituable económicamente el estar frente a grupo, no obstante, deja una gran satisfacción el ser un vínculo entre el alumno y su aprendizaje. La ósmosis que surge en las aulas deja más que experiencias educativas, pues, incluso los sentimientos paternales se ven envueltos entre alumnos y maestros.

Los planes y programas de la educación secundaria están basados en las necesidades que se plantea la sociedad y éstas necesidades parten de; más que hacer un vaciado de información en los alumnos, es formar a las generaciones con las que nos ha tocado trabajar. Si bien, en diversas ocasiones se nos ha delegado la tarea por completo de educar a los alumnos, no obstante, esta tarea debería recaer tanto en los padres como en los docentes, cada uno desde su respectivo rol.

Por otro lado, la importancia de la enseñanza-aprendizaje no puede consolidarse cuando los docentes carecemos de estrategias comunicativas, es decir, existe la imperiosa necesidad de que los docentes aprendamos a transmitir y a comunicar. Para esto, es importante situarnos en el contexto real de los alumnos, pues es incongruente enseñar técnicas de agronomía al alumno que vive en una urbe en donde hay de todo menos tierra que trabajar. Ahora bien, como docentes necesitamos conocer nosotros mismos nuestras capacidades y nuestras deficiencias, pues solo así, sabremos qué técnica sería la correcta a aplicar o sobre qué teoría se debería trabajar, de esta manera podríamos ser parte entonces de su aprendizaje y de los propósitos en los cuales se trabaja de forma conjunta.

También es igual de importante conocer, qué tan preparados estamos o si carecemos de algo, pues de lo contrario; cómo podríamos lograr que los alumnos desarrollen las competencias cuando nosotros como docentes ni siquiera conocemos cuáles son las que debemos de poseer. Todo esto nos dice que debemos comenzar a trabajar a la par no solo en los alumnos, sino en desarrollar nosotros mismos esas capacidades de las cuales carecemos. Y solo hasta entonces sabremos sobre qué o cómo aplicar estos nuevos conocimientos.

Una de las herramientas con la que cuenta el docente, es sin duda la evaluación, la cual nos sirve no solo para registrar el nivel del aprendizaje del alumno, sino también nuestros propios avances. Conocer nuestro nivel de enseñanza, es decir, nuestros aciertos o fracasos. De igual forma es importante conocer cómo mover nuestros propios saberes, pues, esto nos dará la pauta al elegir las teorías que tendríamos que trabajar y la promoción del desarrollo de competencias en nuestros alumnos para una consolidación de la enseñanza-aprendizaje.

Es por igual importante mencionar que el docente debe enfocarse a trabajar sobre su propio aprendizaje y como decía al principio, si bien el trabajo docente está plagado de satisfacciones, también es verdad que lo está de fracasos, y es de estos fracasos de los cuales el docente debe aprender.

Impartir una clase a simple vista parecería un trabajo sencillo, contar algo a un cierto grupo de alumnos es sencillo también, sin embargo, dar instrucciones al mismo grupo de alumnos no es tan sencillo. Al menos, no lo es en cuanto nos percatamos que los alumnos no siguen esas instrucciones. Sin duda, algo no se entendió o lo que es más fácil, los alumnos no prestaron atención.

El trabajo del docente en realidad no comienza en las aulas, sino en el preciso momento que comenzamos a preparar nuestra planeación. Pero es menester por igual, analizar nuestra forma de trabajar y más que saber dar instrucciones, es relevante saber comunicarnos. Es pues este saber llamado metacomunicación lo que nos acerca

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