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La causa del autista o ¿cómo puede uno no ser autista?


Enviado por   •  23 de Enero de 2015  •  Prácticas o problemas  •  1.074 Palabras (5 Páginas)  •  171 Visitas

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La causa del autista o ¿cómo puede uno no ser autista?

Cecilia Ríos Ibarra

El presente trabajo explica de manera resumida en qué consiste el autismo, el cual es el tema principal a desarrollar describiendo algunas de las características esenciales del comportamiento, el eje principal de la situación y en conclusión las causas de cómo es la vida de un autista.

“Autismo” es un término acuñado por Eugene Bleuler, psiquiatra suizo, para referirse a uno de los síntomas primarios o fundamentales de la esquizofrenia o como una actitud particular del esquizofrénico (introversión, pérdida del contacto con la realidad, oposición al mundo exterior). Es preciso entender con esta palabra la constitución de un mundo propio que tiende a cerrarse sobre sí mismo.

Bleuler conocía bien el concepto freudiano de “autoerotismo”, pero prefirió adoptar, para el cuadro clínico de la esquizofrenia, el término de “autismo”. Si bien de hecho él no niega el parecido de estos dos términos, rechaza la relación de la esquizofrenia con la teoría sexual de Freud y niega que el “aislamiento autista” pueda asimilarse al autoerotismo.

Posteriormente, será Leo Kanner, psiquiatra estadounidense, quien llamará autismo a una condición en el niño donde, “a diferencia del esquizofrénico que se retira del mundo, el niño autista no ha llegado a entrar en él” Tustin (1987) señala que el eje de la situación siempre es que madre e hijo no se acompañaron, porque su atención y su interés recíprocos se vieron perturbados por distintos factores. Las consecuencias de esta falta de encuentro entre madre e hijo ocasionan que este último permanezca emocionalmente desapegado de sus padres, no echará raíces emocionales. Sufrirá, entonces, la soledad del encarcelamiento en sí mismo, quedará segregado de las interacciones que promueven el crecimiento psíquico. En la infancia, las interacciones que cuentan son actividades como la lactancia, el contacto con la mirada, los encuentros en los juegos y las caricias. Éstas son las bases físicas para esa comunión entre madre y bebé que es la primera forma de comunicación; sin ello, el niño queda tosco e incivilizado, su vida psíquica resulta cercenada. Carente de recuerdos adecuados, cae presa de terrores lacerantes en torno de la pérdida de su sentido de existencia, de su continuidad de existir. Es necesario que la madre ejerza lo que Piera Aulagnier denominó violencia primaria, pues es ella quien debe actuar de intérprete de lo que su hijo necesita, desea y requiere.

Lo que el hijo recibe de la madre no sólo es algo que satisface sus necesidades, sino que, además, adopta la sexualidad de la madre quien, a su vez, está inmersa en una cadena erótica de filiación donde impera la ley de prohibición del incesto. Esto hace que el infans pase de ser un sujeto de la necesidad a ser un sujeto de deseo; es decir, bajo la influencia de la seducción, hecho de estructura, el niño es un verdadero “perverso polimorfo” (como lo denominaba Freud), dispuesto a todas las transgresiones posibles, hasta en tanto no choquen con los diques de la moral y la elaboración psíquica.

Freud habla del desamparo originario a que está expuesto el recién nacido. “Estado de desamparo”, lo nombra La planche es el estado del lactante

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