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La obsesión


Enviado por   •  6 de Mayo de 2019  •  Ensayos  •  1.464 Palabras (6 Páginas)  •  204 Visitas

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Dolores Martínez

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Nisttahuz

4/24/19

La obsesión

          La novelista Isabel Allende reorganiza la realidad con una mezcla de recuerdos, misticismo, e imaginación en su famosa novela “Cuentos de Eva Luna”. En los cuentos de «Niña perversa» y «La mujer del juez» aparece el tema de la obsesión más de una vez y entre varios personajes. El cuento de «Niña perversa» desarrolla la historia del primer amor de una niña que idealiza la atención y el amor que tanto le hicieron falta en su niñez en un hombre que se vuelve su obsesión. En cambio el cuento de «La mujer del juez» es la historia de un hombre que está obsesionado con su destino, y cree que nuestra vida ya está escrita y que hagamos lo que hagamos el destino se cumplirá.

          En el cuento «Niña perversa» Elena, era una niña que se describe prácticamente invisible, con presencia desapercibida, alguien a quien no le importaba casi nada. Su mama era fría y distante, y no le importaba mucho lo que pasara con su hija. Era una viuda a la que le importaba el “qué dirán” y en su hotel no recibía a cualquier persona según por guardar la dignidad. Hasta que la llegada de Juan José Bernal o el Ruiseñor lo cambio todo. La mama de Elena quedo deslumbrada después de conocerlo, y eso que él era todo lo que ella según no aceptaba en su hotel, y de inmediato lo dejo ospedarse en un cuarto. Todos se dieron cuenta de que esos dos se gustaban. Elena hasta cierto punto le tenía celos al Ruiseñor, lo culpaba del desprecio de su madre.  

          En casa de Elena hubo una fiesta y fue ahí cuando se dio cuenta que ella también sentía atracción por el Ruiseñor. Fue entonces que Elena empezó a sentir obsesión por el Ruiseñor, y todas las noches se metía en su cuarto y fisgoneaba todas sus pertenencias. Un día Elena llegó y logro entrar al cuarto del Ruiseñor, e intento estar con el cómo había visto a su madre con él, pero el sintió un cuerpo más pequeño y se dio cuenta que era Elena. El Ruiseñor la llamo una niña perversa, y como castigo a Elena la mandaron a un convento. Su madre se casó con El Ruiseñor. Elena regreso después de unos cuantos años y ahí el Ruiseñor le suplico que lo perdonara por como la había tratado. Le dijo que desde ese entonces su deseo por ella no lo dejaba en paz.

          El tema de la obsesión en «Niña perversa» se nos presenta en tres ocasiones y con tres diferentes personas. La primera vez se nos presenta con la madre de Elena, la cual de cierta manera tiene una obsesión por el que dirán y por el Ruiseñor. Es obsesiva con sus huéspedes porque quiere que sean gente de bien, hasta los manda espiar para saber si son gente de bien, y así la gente no tendrá de que hablar. “Una viuda tiene que cuidar su reputación y hacerse respetar, no quiero que mi negocio se convierta en nido de vagabundos y pervertidos, repetía con frecuencia la madre, para que nadie y mucho menos Elena pudiera olvidarlo. (p.191) La obsesión de la madre de Elena termina siendo muy irónica, ya que termina por no importarle qué clase de hombre es el Ruiseñor. Su obsesión termina siendo él y termina perdidamente enamorada que abandona hasta más a Elena. La segunda vez que se nos presenta el tema de la obsesión es con Elena, cuando termina obsesionada igual que su madre con el Ruiseñor. (La madre, seducida por la modulación pretenciosa del Ruiseñor…. contradijo sus propias reglas y lo acepto en la pensión, a pesar de que el no calzaba para nada con sus imagen de cliente ideal.” (p.201)  Esa obsesión es algo que una niña ve y aprende de su madre, en la mente de Elena si ella también amaba tanto al ruiseñor como su madre, tal vez ganaría de nuevo su atención. Así que yo diría que no solo siente obsesión por el Ruiseñor sino que también por el cariño y atención de su madre. “Las primeras semanas Elena sintió odio por ese hombre que ocupaba todo el espacio de la casa y toda la atención de su madre” (p.223) “Desde esa noche Elena vio a Bernal con ojos nuevos. Olvido que detestaba su brillantina… y cuando lo veía pasar o lo escuchaba hablar recordaba las canciones de aquella fiesta...” (p.245)  Por ultima y tercer vez el tema de la obsesión se nos presenta con el Ruiseñor, quien queda obsesionado con Elena y el recuerdo de lo qué pasó la noche que la gritó "¡¡¡Niña Perversa!!!”. “ a medida que trascurrían los anos el recuerdo de eso huesos livianos, de esa mano infantil en su vientre, de esa lengua de bebe en su boca, fue creciendo hasta convertirse en una obsesión.” (p.341)  

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