Leguminosa

Universidad Central de Venezuela

Facultad de Agronomía

Departamento de Agronomía

Cátedra de Manejo de Cereales y Leguminosas

Manejo agronómico de la caraota y el frijol, antes y durante de la siembra hasta la primera hoja trifoliada.

Integrantes:

Heylen Gamez

Víctor Carapaica

Yeremi González

Ralexy Hernández

Prof. Petra Madriz

INTRODUCCIÓN

Las leguminosas de grano o alimenticias como es el caso de la caraota y frijol constituyen una fuente de proteínas abundante y económica para la alimentación humana y animal, especialmente en países pobres quienes las consumen en forma masiva y popular, y por su adaptabilidad a gran variedad de condiciones agroclimáticas, se les confiere grandes perspectivas a nivel nacional. (Fusagri, 1987)

A pesar de la adaptabilidad a una gran variedad de condiciones agroclimáticas, se señala una baja producción en el país, esto asociados a múltiples variables de índole económico, social y ambiental, en este sentido unos de los aspectos más importante a considerar es el mal manejo agronómico aplicado a estos cultivos desde el inicio de su periodo de crecimiento.

Con la finalidad de caracterizar la fase inicial de los cultivos de caraota y frijol desde su siembra hasta la aparición de su primera hoja trifoliada, se busca describir cada unos de los manejos ideales tomando en cuenta referencias bibliográficas referentes al tema.

Al contemplrar los mecanismos favorecedores a los cultivos de leguminosa en cuanto a su manejo este incluye, el manejo pre-siembra, siembra, riego, fertilización, control de malezas, control de plagas y enfermedades, todo esto dentro de la primera fases de las plantas.

Como es tradicional en la mayoría de la producción vegetal de cualquier rubro el control de algún mal al cultivo (insecto, maleza, patógeno) este se realiza con frecuencia con el uso de agroquímicos aunque estos generen un impacto ambiental negativo e incluso hasta severo daños a los recursos naturales y la salud humana, sin embargo a pesar de ello bajo este contexto de manejo agronómico se enfatizaran en aquellas alternativas que de alguna manera brinden un mejor desarrollo a las plantaciones con menos dependencias de los químicos agrícolas.

Cultivos

La caraota y el frijol son plantas leguminosas de origen distintos (América y África/Asia, respectivamente), sin embargo estos poseen hábitos y características similares, que cualquier actividad incluidas dentro de un manejos agronómico es válido para ambos cultivos.

En el caso de las primeras fase de desarrollo el cual se incluye entro los primeros 15 días después de la siembra o aparición de la primera hoja trifoliada, la evolución del estos cultivo es la misma

Característica pre-siembra

Estos cultivos requieren suelos sueltos, aunque no totalmente arenosos con buena retención de humedad. Una condición indispensable para la escogencia del terreno es que escurra bien el agua de manera que no se formen charcos y pozos. Cuando el terreno es muy inclinado, es indispensable el establecimiento de surcos que sigan las curvas de nivel, para evitar la erosión del suelo.

Para la preparación del terreno, las labores usuales son las siguientes: Un pase de arado para voltear el suelo y enterrar las malezas. Se realiza con 25 ó 30 días de anticipación a la siembra a fin de que los residuos enterrados se pudran bien.

La segunda operación consiste en dar 2 a 3 pases de rastra para desmenuzar los terrones. Debe tenerse en cuenta que la preparación del suelo tiene por objeto acondicionar una buena cama para facilitar la germinación de la semilla al crecimiento del cultivo, al mismo tiempo se mantiene el terreno libre de malezas los primeros días de desarrollo.

Es muy importante que el terreno este bien nivelado, para evitar el encharcamiento, lo cual perjudica al cultivo, ya que favorece los organismos causantes de la pudrición de la raíz.

Adicionalmente es recomendable como en cualquier cultivo un análisis fisio/químico del suelo, de manera que se pueda determinar la cantidad y tipo de fertilizante a incorporar a futuro.

La calidad de la semilla es uno de los elementos fundamentales para el éxito en los cultivos. Si se inicia un cultivo con semilla de buena calidad, se habrá dado el primer paso seguro en la actividad productiva. En cambio, si se utiliza semilla de mala calidad, seguramente el cultivo no responderá de manera positiva a las demás prácticas de manejo es por ello que la escogencia de la semilla es la decisión más importante en estos cultivos, por que el dependerá el vigor inicial de la plantación, las resistencias a las adversidades y a las enfermedades, es por ello que se debe utilizar semilla certificada, la cual le garantiza que es pura genéticamente, que está clasificada por tamaño y debidamente tratada con fungicidas e insecticidas.

En otro orden ideas otra alternativa sugerida es el uso de tratamiento antagónico y naturales para la protección de la semilla, entre los existente en el mercado se encuentra:

*Trichoderma sp, dosis: 20 g/l de agua o 4g/kg de semilla

*Biofertilizante solubilizador de fosforo (Azotobacter sp.) dosis: 2-3/40 kg de semilla

Para ambos casos la semilla se mezcla bien con una solución diluida en agua o solución azucarada. (MAT, 2007)

Característica de Siembra

Una vez que se ha preparado el terreno, se propone a realizar la siembra, labor que consiste en colocar la semilla en el terreno para iniciar una nueva cosecha.

Para la densidad de la siembra este es un aspecto muy importante, cuando se va a establecer un cultivo de caraota o frijol, ésta nos indica el número de semillas que deben colocarse por hectárea, para que una vez establecido el cultivo lograr la cantidad de plantas deseadas, evitando entre ellas competencia por luz, humedad, aireación y nutrientes. Una densidad óptima, permite aprovechar al máximo los recursos hídricos y los nutrientes del suelo, obteniendo un máximo de productividad, es decir mayor producción por hectárea.

Para el cultivo de caraota se indica una densidad de siembra de 200.000 a 250.000 plantas/ha, en el caso del frijol se sugiere una densidad de 125.000 a 175.000 plntas/ha. (MAT, 2007)

Aspectos morfológicos de los cultivos de caraota y frijol en las primeras fases de crecimiento

La raíz: en la primera etapa de desarrollo, el sistema radical está formado por la radícula del embrión, la cual se convierte posteriormente en la raíz principal o primaria. A los pocos días de la emergencia de la radícula, es posible ver las raíces secundarias, que se desarrollan especialmente en la parte superior o cuello de la raíz principal Sobre las raíces secundarias se desarrollan las raíces terciarias y otras subdivisiones como los pelos absorbentes, los cuales, además, se encuentran en todos los puntos de crecimiento de la raíz. La raíz principal se puede distinguir entonces por su diámetro y mayor longitud. En general, el sistema radical es superficial, ya que el mayor volumen de raíces se encuentra en los primeros 20 centímetros de profundidad del suelo.

El tallo: el tallo puede ser identificado como el eje central de la planta, el cual está formado por la sucesión de nudos y entrenudos. Se origina del meristemo apical del embrión de la semilla. Desde la germinación, y en las primeras etapas de desarrollo de la planta, este meristema tiene fuerte dominancia apical y en su proceso de desarrollo genera nudos. Un nudo es el punto de inserción de las hojas o de los cotiledones en el tallo. El tallo es herbáceo y consección cilíndrica o levemente angular, debido a pequeñas corrugaciones dela epidermis.

La hoja: Las primeras en emerger, luego de la germinación son las hojas simples, opuestas. Luego surgen las hojas compuestas o verdaderas, éstas presentan diferentes tonalidades de verde, las cuales no deben confundirse con

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