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Narracion del libro Biblico “ESTER”


Enviado por   •  22 de Octubre de 2019  •  Apuntes  •  1.907 Palabras (8 Páginas)  •  208 Visitas

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NARRACION DEL LIBRO BIBLICO “ESTER”.

El Rey Asuero de Persia y Media, reinó desde la India hasta Etiopía sobre 127 provincias.

Era muy rico y daba muchas fiestas con     banquetes en servicios de vajillas de oro a sus grandes invitados.

Un día de fiesta solicitó a sus sirvientes que avisaran a la Reina Vasti su presencia ante él y portando la hermosa corona de ella, más la Reina Vasti no obedeció, el rey contrariado y fastidiado solicitó consejo a los sabios del reino y ellos aconsejaron al rey, destituir a la reina por esta ofensa de no obedecerle como su Señor y esposo. Así el Rey Asuero decretó: “Que todo hombre afirme su autoridad en su casa” y se publicó este decreto en todo el reino y en cada lengua de los pueblos que habitaban bajo el dominio de Persia y Media.

El Rey Asuero busca otra reina, por lo cual su séquito preparó a muchas jóvenes vírgenes del reino, entre ellas llevaron a Ester una joven que pertenecía al pueblo judío y cuyo primo MARDOQUEO, le pidió que no dijera a nadie que ella era judía. Así fue como Ester fue preparada durante varias semanas en las instalaciones del palacio por muchas doncellas para cambiar su forma de vestirse, y recibir tratamientos para su piel y poder presentarse ante el rey, quién debía escoger a una, entre tantas jóvenes.

Agradó al Rey, la belleza de Ester y la escogió en medio de las demás jóvenes, coronándola como la nueva Reina y la amó más que a sus otras esposas.

Mardoqueo (primo de Ester), se acercaba diariamente al palacio para saber de cómo la trataban a Ester. Un día escuchó por los pasillos una conspiración contra el Rey, pues lo querían matar.  Mardoqueo no dudó en contarle a la Reina Ester sobre esta conspiración y gracias al pronto aviso, se pudo atrapar a los traidores. Anotándose este suceso en los libros historiales del reino.

El Rey Asuero, decide nombrar a uno de sus servidores llamado Amán como Jefe de Gobierno, a quién le otorga mucha autoridad y le entrega su anillo para que lo represente, ordenando en su reino que todo ciudadano debe inclinarse y arrodillarse ante Amán como señal de respeto y de autoridad.

Pero, Mardoqueo no se arrodilla, ni se inclina ante Amán, ya que él era judío y conocía los decretos judíos, de “no inclinarse ante nada, ni nadie, sólo a quién Dios ponga como autoridad”.

Esto enfureció a Amán, y al saber que pertenecía al pueblo judío, creció el odio por él y por todo judío que tenía frente a él. Por ello decidió castigar a Mardoqueo y destruir a todos los judíos. Fue así como convenció al Rey emitir un decreto para destruirlos.

Fue publicado en todo lugar y en toda lengua del reino de Persia y Media: “Que se destruyera a todo el pueblo judío, que deben morir jóvenes, ancianos, hombres, mujeres y niños y además se les quitaría sus pertenencias”.  

Cuando Mardoqueo se enteró, rompió su ropa en señal de tristeza e intento ingresar al palacio, pero no lo dejaron. El pueblo judío lloraba amargamente, no comían pues estaban muy tristes.

Mardoqueo pide ayuda a Ester, por medio de una nota que le lleva un guardia. Ester recibe la noticia que su pueblo estaba en peligro de muerte, más ella también entra en pánico y teme por su vida.  Y respondió con una nota a Mardoqueo: “Hace 30 días, que el rey no me llama, todos los sirvientes del rey y los habitantes de este país saben que nadie puede presentarse ante el rey sin ser llamado. Pues eso se castiga con la muerte. Esa persona es perdonada sólo si el rey la señala con su cetro de oro”.

Mardoqueo se sorprende con la respuesta de Ester y envía otra nota: “No te vas a salvar sólo porque estás en el palacio. Si no te atreves a hablar en momentos como éste, la liberación de los judíos vendrá de otra parte, pero tú y tu familia morirán. Yo creo que has llegado a ser reina para ayudar a tu pueblo en este momento”.

Ester decide ayudar: y mandó la respuesta a Mardoqueo: “Reune a todos los judíos que se encuentran en Susa, y ayunen por mí, no coman ni beban durante tres días. También mis sirvientas y yo ayunaremos. Después de eso, me presentaré ante el rey, aunque la ley no lo permita. ¡Y si tengo que morir, moriré!”

Ester se presenta ante el Rey, y cuando el rey la vio se puso contento y la señaló con el cetro y le preguntó: - ¿Qué deseas Ester? Te daré lo que me pidas. Hasta la mitad de mi reino te daría si me lo pidieras?

Ella respondió: Su majestad he preparado un banquete en su honor. Si le parece bien, quisiera que usted y Amán asistieran.

En el banquete el rey vuelve a preguntar a Ester: ¿Qué es lo que deseas? Pídeme lo que quieras. Hasta la mitad de mi reino te daría.

Ella respondió: Me gustaría que asistieran a otro banquete que les prepararé mañana. Allí le diré qué es lo que deseo.

Se despide Aman de la reina y el Rey gozoso de disfrutar de un banquete con la presencia de su majestad y la reina, sólo con él. Pero esta alegría se le acabó al cruzarse con Mardoqueo que no se movía ante su presencia.

En su casa Aman con su esposa y amigos les contaba de su ira e indignación de la irreverencia de Mardoqueo, ellos le aconsejaron construir una horca en el patio de su casa de 22 metros de altura. Estando seguros que después del segundo banquete podría ahorcar a Mardoqueo y deshacerse de él.

Esa noche, el Rey Asuero no conciliaba el sueño y solicitó a sus sirvientes le trajeran el libro de historias del país, para que le leyeran algún acontecimiento importante. Pues le leyeron cuando Mardoqueo había avisado que los guardias Bigtan y Teres habían planeado matar al rey Asuero. Este preguntó: ¿Qué recompensa recibió Mardoqueo por esto? ¿Qué honor se le dio?. Los asistentes respondieron: No se ha hecho nada.

En ese momento, Amán entró al patio exterior buscando al rey para convencerlo de colgar a Mardoqueo en la horca. … El Rey preguntó:

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