No Llego

No Llego

Era una tarde de verano cuando le dije a mi novio Carlos que tenía que hablar con él de algo muy importante, generalmente cuando le dices a tu pareja “tenemos que hablar” la otra persona tiende a pensar que algo malo está sucediendo y eso es exactamente lo que estaba pasando.

Decidí citarlo en el lugar en el que nos dimos nuestro primer beso, era en un parque grande donde había aves y columpios y un hermoso árbol gigante debajo del cual nos acostábamos a mirar las nubes y hablábamos por horas sobre nuestro día, en ese árbol pasaron cosas maravillosas y pensé que era el lugar indicado para hablar de algo tan delicado, lo cite a las 6 de la tarde, pues a esa hora ambos estábamos libres y nos podíamos ver.

El ansiado día llego y después de un tranquilo día de escuela deje las cosas en mi casa, comí un poco, realice mis tareas y me dispuse a ir con toda la serenidad del mundo al parque.

Eran ya las 6:30 y él no llegaba, así que opte por marcarle a su teléfono:

-¿Hola?- me contesto con voz cansada

-¿Dónde estas, te estoy esperando?- le dije molesta

-¿Jacky eres tú?-me pregunto

-Claro que soy yo, quien más iba a ser-le dije más molesta

-Perdóname se me hizo tarde, el entrenamiento se alargó, llegare en un rato está bien.

-ok. Está bien pero si no vas a venir por favor llámame no me quiero quedar aquí.

-Sí, si no te preocupes yo llego.

-Está bien te espero.

Colgué el teléfono y me puse a pensar por un rato, no quería ir a mi casa ya había hecho todo lo que iba a hacer en el día así que no quería estar recostada en mi habitación sin nada que hacer, me senté al pie del árbol y me puse a pensar en todo lo que había pasado, todo fue tan rápido, desde que lo descubrí no pude pensar en otra cosa, ya tenía mis sospechas, sabía que algo estaba pasando y no me lo querían decir, cuando lo supe me destrozo por completo, nunca pensé que algo así me sucedería a mí, pero por dios las señales estaban en todos lados y nunca me di cuenta, nunca me quise dar cuenta, yo sola me tape los ojos, no quise ver lo que realmente estaba pasando, que tonta fui y ahora quiero afrontarlo así nada más, no sé cómo voy a tener el valor de mirarlo a los ojos sin llorar en el intento y decirle lo mucho que me está hiriendo, tal vez si recuerdo el momento en que me entere me moleste y me ponga fría y no sienta ningún dolor ni remordimiento al decirle todo lo que se.

Veo mi reloj y son las 7:15, de verdad que se retrasó, aunque no me sorprende él siempre se retrasa en todo, como el primer día que lo vi, entro al salón de biología 30min. Tarde y la profesora le dio la regañada de su vida, pero eso no quita que me enamore en el instante en que lo vi entrar, o la vez que le dije que estudiaríamos en mi casa a las 7 y llego 8:30 por que se quedó dormido después dela comida, debo admitir que a pesar de todo sus retrasos me hacían reír, me lo imaginaba como un niño al que todo lo distraía y eso me encantaba, en especial cuando se disculpaba una 500 veces por su retraso, así que no es tan grave yo sé que llegara.

En mi reloj son 7:30, yo sigo acostada en el pasto, recordando cuando me hizo un picnic sorpresa debajo de este mismo árbol, era tan feliz en ese momento, recorto los pedazos de sándwich de crema de maní como me gusta, en rectángulo y sin orilla, tomamos algo de jugo y nos abrazamos viendo como el sol iluminaba todo a nuestro al rededor, recordé cuando me cito en san Valentín para pedirme que fuera son novia con un enorme globo rojo en forma de corazón que a la fecha guardo en mi cajón, recordé cuando un niño que jugaba en el parque se cayó del columpio y se raspo la rodilla, ambos lo levantamos, lo curamos y él me dijo al oído: Eres una excelente madre.

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